Magnetismo.

163 20 0
                                    

- Esto es aburrido - me queje como por quinta vez en menos de media hora.

- Si prestaras atención no sería tan aburrido - me dijo Daryl poniendo los ojos en blanco de nuevo.

- ¿Para que debo aprender a rastrear?

- Porque conociéndote algún día vas a perderte en el bosque - dejé salir un bufido antes de volver a mirar el camino.

- Todo se ve igual, solo veo huellas que van de un lado al otro como si estuvieran borrachos, caminantes seguro... ese árbol definitivamente ya lo vi antes y... esas huellas son mías - me volví frunciendo el ceño - ¿Dimos vuelta en círculos?

- Al parecer no eres tan tonta - lo empujé por lo que dijo y él me sonrió haciendo que mis mejillas se sintieran calientes. << Debes controlarte >> me dije. Después de la noche anterior mucho había cambiado en mí forma de verlo, quizás porque se había vuelto más abierto conmigo o ya no desconfiaba tanto de mí. Fuera cual fuera el motivo no podía negar que me gustaba.

- ¿Podemos descansar? - le pregunté sentándome en el suelo

- Cuando encuentres el camino de vuelta a Alexandría - fruncí el ceño mientras bebía agua.

- Eso puedes hacerlo más rápido y fácil, solo te gusta torturarme.

- Se supone que te enseñaría y la mejor forma de hacerlo es perdiéndose en el bosque - negué con la cabeza y me crucé de brazos - si no lo haces pasarás la noche aquí afuera y no es algo que tenga ganas de hacer Lany así que mueve el trasero.

- Nop, si quieres volver hazlo tú, yo estoy cansada y todo el bosque se ve igual - él sonrió y se sentó a mí lado apoyando la espalda en un árbol.

- Te dejare descansar y luego seguiremos - hice una mueca para después recostar mí cabeza en sus piernas - ¿Que haces?

- Dijiste que me ibas a dejar descansar, esta soy yo descansando - él volvió a negar con la cabeza pero aún así no me apartó y algo dentro mío se alegró por eso. - ¿Por qué mentiste esta mañana?

- ¿Que quieres decir?

- No teníamos planes de salir a cazar, no que yo recuerde al menos. - él se encogió de hombros y miró hacía otro lado.

- Creí que sería más divertido que estar haciendo un inventario

- No tienes que mentir, puedes decir que querías pasar tiempo conmigo - le dije riendo, era una broma por supuesto, pero él me miró serio.

- ¿Y eso sería malo? - mis mejillas volvieron a calentarse al escucharlo

- ¿Querías estar solo conmigo?

- No respondas mí pregunta con otra pregunta. ¿Sería malo?

- No... no lo sé. No lo creo, me gusta estar contigo - << ¿Que mierda pasa conmigo? >> me pregunté cuando me escuche confesarle eso. Me senté tratando de alejarme de él pero no me dejó. - ¿Vas a besarme? - estaba tan cerca que no podía pensar o regañarme mentalmente por hacer una pregunta tan estúpida.

- ¿Quieres que te bese? - solo pude asentir con la cabeza y él sonrió antes de juntar nuestros labios.
Era un beso lento y suave, de esos que jamás olvidas. Comenzó a llover y me sentí como si estuviéramos en una maldita película romántica, nos separamos y a pesar de sentirme confundida lo seguí cuando comenzó a correr porque aunque hubiese aprendido algo en esas horas ahí afuera, estaba segura de que la lluvia se había llevado cualquier rastro que pudiera seguir. Llegamos a una precaria cabaña, estaba destrozada pero aún se mantenía en pie y al menos el techo nos cubriría.
Comencé a temblar apenas nos pusimos al resguardo de la lluvia, estaba haciendo frío y la ropa de ambos estaba empapada.

Be Mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora