Solo Si Tu Quieres.

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No podía creer que había accedido a hacer la cosa más aburrida del planeta, veía a Olivia catalogar armas mientras me dictaba algunas cosas para que las anoté en una libreta y dejé salir un suspiro. Rogaba por algo que me sacudiera la mañana, algo que me obligara a pensar en algo que no fuera Dixon y nuestro pequeño momento en la cabaña. El regreso a Alexandria había sido silencioso, ambos acordamos que una vez que cruzarnos las puertas de la cabaña para volver, debíamos olvidar para siempre lo que había pasado. Parecía sencillo pero no lo fue, no cuando aún podía escuchar sus suspiros en mí oído o sentir las caricias que recorrían mí cuerpo.

- ¿Anotaste eso? - la voz de Olivia me sacó de mis pensamientos.

- Lo siento, ¿que decías? - la pobre mujer había estado luchando con mí falta de concentración desde que llegué esa mañana a la armería.

- Kai agradezco tu ayuda pero creo que puedo terminar sola - hice una mueca pero definitivamente no iba a negarme a salir de allí.

- Lo siento Olivia, estoy cansada... prometo compensarlo - le dije entregando la libreta y sonriendo para salir de allí lo más rápido que pude. Caminé hasta la casa, aún me quedaban tres días para volver a casa y se estaba pasando tan lento que me volvía loca. Daryl estaba arreglando su motocicleta en la entrada y dude si debía continuar mí camino hacia la casa o ir hacia otro lugar, pero me regañe por parecer tan infantil, debíamos actuar como si nada hubiera pasado y eso era lo que haría. Pase a su lado y le dí un asentimiento de cabeza a modo de saludo antes de entrar a la casa y subir a mí habitación, preparé mí mochila y volví a bajar.

- ¿Vas a algún lado? - me preguntó Rick que estaba con su pequeña hija en la cocina y a quien no había visto antes.

- Solo saldré a dar una vuelta, estoy aburrida y quizas pueda encontrar algo interesante por ahí - le dije acercándome para acariciar a la bebé.

- No deberías salir sola Kai - puse los ojos en blanco pero aún así no dije lo que estaba pensando, sabía que él no tenía la culpa del mal humor que sentía

- No te preocupes por mí, solo sera una pequeña vuelta y luego volveré. Lo prometo - le sonreí y no espere a que siguiera poniéndome excusas, salí de la casa y no mire a Daryl solo caminé hasta la salida y pedí que me abrieran. El día prometía ser hermoso, apenas había nubes en el cielo sin rastro de la lluvia del día anterior y caminé hasta alejarme de la comunidad. No tenía idea que hacía, solo quería alejarme un poco, estar sola y disfrutar del silencio, extrañaba entrenar con Jesús y quizás eso era lo que me tenía inquieta. Me sobraba energía, estaba tan acostumbrada a estar siempre corriendo de un lado al otro que esa vida tranquila ponía mis nervios al límite. Cuando estuve en medio del bosque, lo suficientemente lejos de la comunidad, mire a todos lados y deje caer mí mochila para comenzar a trepar al árbol más alto que pude encontrar.

- ¿Se puede saber que es lo que haces? - miré hacia abajo y me encontré con Daryl mirándome fijamente con el enojo pintado en el rostro.

- ¿Que haces aquí? - le dije sentándome en una de las ramas

- Baja de ahí - solo sonreí y negué con la cabeza - No estoy jugando, baja.

- ¿O que? - lo vi suspirar frustrado y dejar la ballesta en el suelo para empezar a trepar. - ¿Enserio?... vuelve a Alexandria Dixon, yo no te pedí que me siguieras.

- Parece que alguien tiene que hacerlo - me dijo sin dejar de trepar hasta llegar junto a mí - o haces estupideces como ésta.

- En primer lugar, no necesito una niñera y en segundo lugar, siempre subo a los árboles, me mantiene ágil y puedo apostar a que hace mucho no lo hacías.

Be Mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora