Be Mine.

Perspectiva.

- Te ves hermosa - me reí al escuchar a Rick, usaba una de sus camisas que me quedaba enorme y él me miraba como si estuviera vestida para una fiesta

- Eres un gran mentiroso Grimes - le dije acercándome a la cama con una bandeja de comida para los dos. Se que dije que debía alejarme pero no había podido y llevábamos dos días en una extraña burbuja de felicidad, una que no desaparecía ni siquiera cuando el día llegaba.

- Jamás te mentiría - me senté a su lado mientras le pasaba un plato y sonreía - No te vayas Kai.

- Sabes que no puedo quedarme Rick, quiero pero no puedo... debes hacer lo que tienes que hacer y yo debo volver a casa - ya habíamos tenido esta conversación antes y él me había pedido que me quedara, que me necesitaba pero sabía que no podía hacer eso. Una parte de mí rogaba por permanecer cerca de ese hombre que me hacía sentir en paz, Rick era alguien a quien simplemente tenía que decirle que si y me daría la vida que yo no sabía que quería hasta ese momento. La otra parte gritaba más fuerte que saliera huyendo y me olvidara de todo porque lo único que ganaría sería dolor sobre todo cuando Daryl estuviera de vuelta y supiera lo que había pasado, no queríamos lastimarlo y por un minuto pensamos en ocultarlo pero por el respeto a su amistad Rick se lo diría. Conocíamos lo suficiente a Dixon como para saber que no era idiota y eventualmente terminaría por descubrirlo, por lo que lo correcto era que lo supiera por su amigo. Yo en cambio planeaba estar tan lejos como pudiera después de eso, por eso estaba a una noche de volver a Hilltop. Extrañaba el lugar pero toda aquella vida doméstica junto a Rick y sus hijos me estaba volviendo loca, pero en el buen sentido porque amaba sentirme parte de esa pequeña familia y tenía que recordarme cada noche que no lo era.

- Lo se... pero aún no pierdo la esperanza de convencerte - dejé salir una risa y terminamos de comer mientras me contaba cualquier tontería que se le ocurría, era tan fácil estar con él, tan divertido que me hacía olvidar todos los problemas que había detrás de esos muros. No iba a durar por supuesto porque debíamos volver a la realidad en algún punto pero aún nos quedaba esa noche. Gracias a Dios nadie se había dado cuenta de el cambio en nuestra relación porque durante el día solo seguíamos siendo amigos para los demás pero cuando estábamos solos no podíamos estar lejos el uno del otro.

- ¿Te molesta si me quedo aquí está noche?

- Linda no pienso separarme de ti hasta que te vayas - se levantó para llevarse la bandeja de comida a la cocina y yo me tape con las frazadas, estábamos en su habitación porque me sentía más cómoda que en la mía y quedaba más cerca de la de Judith. Caía una fina lluvia y mientras la miraba caer por la ventana, mis ojos comenzaban a cerrarse, ya era tarde y habíamos pasado una noche increíble pero mí cuerpo pedía descansar. Sentí su cuerpo deslizarse junto al mío unos minutos después mientras me abrazaba por la espalda. - ¿Sabes lo mucho que voy a extrañarte?

- No me lo hagas más difícil por favor... Rick yo... - me giré para acurrucarme en su pecho y dejar que me abrazara - No quiero mentirte... todo esto que pasó entre nosotros... yo no lo buscaba pero de alguna manera... no me arrepiento y espero que tu tampoco lo hagas.

- No, no lo hago linda. - sonreí aunque él no podía verlo y me apreté contra su cuerpo buscando más calor mientras dejaba que el sueño me envolviera. Era tan diferente estar con él, con Daryl sentía que no podía bajar la guardia, jamás dejaba que se quedara a dormir y las veces que lo hizo siempre había tenido que insistir, porque despertar entre sus brazos era una condena segura directo a un corazón roto, en cambio con Rick se sentía tan natural como respirar. Él sabía que no podíamos ser más que lo que teníamos en esos momentos robados y aunque nos sentíamos bien al estar así, ambos habíamos aceptado que no estaríamos juntos. Por lo menos eso era lo que yo creía y era por eso que no me importaba dormir entre sus brazos.