II

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El resto de la comida transcurrió sin incidentes. _____ tenía que relevar a una de sus empleadas, así que tenía prisa.

Al despedirse y besarla en la mejilla, la fragancia de _____ invadió a Aidan inesperadamente, él estuvo a punto de estrecharla en sus brazos, pero se reprimió a tiempo. _____ inconsciente por completo de todas esas emociones, dio un paso atrás y puso un dedo en su pecho:

-Recuerda, el mes que viene a la misma hora, en el mismo sitio. -

Aidan se despidió y se quedó mirándola, mientras _____ dio la vuelta y se marchó en dirección a la oficina, en State Street, en el distrito financiero. Estaba desorientado, inquieto. ¿Qué le había ocurrido?

Simplemente echaba de menos a una mujer en su vida, se dijo. Tras la muerte de su esposa, en un accidente de tráfico, su vida era demasiado solitaria, él se había sentido a gusto, viviendo en pareja. Le gustaba. Y detestaba volver a la rica mansión solitaria de Brookline, detestaba el silencio que se creaba tras la marcha de los sirvientes. Detestaba asistir solo a cócteles y fiestas de caridad, y que las madres arrojaran a sus pies a sus bellas hijas. En el fondo, lo que detestaba era estar soltero de nuevo. Además, por otro lado, estaba la idea de los hijos, idea a la que había tenido que renunciar años atrás. Hasta que _____ había vuelto a mencionarla.

Hijos. Una ola de anhelo invadió su alma. Aidan había deseado tener hijos con Daniela, ambos habían querido siempre fundar una gran familia... pero las cosas no eran tan sencillas. «Pues cásate con _____. Ella quiere tener un hijo...y tú quieres tener familia». La repentina idea lo sobresaltó tanto que, paró en seco en medio de Tremont Street, tropezando con una mujer que lo miró de mal humor.

Casarse con _____. La sola idea le aceleraba el corazón. Era curioso, pero tenía que reconocer que algunas cosas jamás cambiaban. En cierto sentido seguía siendo el adolescente enamorado de su vecina. Casarse con _____... Ella y Daniela no podían ser más diferentes. Daniela era rubia, de ojos azules, menudita. Callada, encantadora, casi pasiva, apenas discutía con él. Se había conformado con crear un hogar, jamás había sentido la necesidad de demostrar su valía, ejerciendo una profesión. Era musical, elegante. Lo esperaba cada noche en el salón...

En cambio _____ no era ninguna de esas cosas. Excepto elegante, claro. Sí, aquellas largas piernas, aquella forma de moverse, eran definitivamente elegantes. Pero sólo de pensar en ella sentada en el salón, esperando a su marido, se moría de la risa. _____ era volátil, estaba decidida a triunfar. Y si en alguna ocasión sus opiniones no coincidían, no dudaba en decirlo. Tenía poco oído para la música, pero si a alguien se le ocurría sugerirlo se ofendía. Por primera vez en la vida, el hecho de que comparara a ambas mujeres lo hizo reflexionar. ¿Sería posible que hubiera elegido a Daniela precisamente por ser tan distinta de _____? La idea era inquietante. Aidan se había repetido mil veces que su amor por _____ estaba superado, que no había sido más que una fantasía de adolescente, que se había casado con otra mujer y que la había olvidado. Pero en el fondo de su alma tenía que reconocer que había pasado más de diez años comparando a todas las mujeres que conocía con _____. De todos modos, lo había superado. El hecho de que en aquel momento no pudiera dejar de pensar en ella no significaba nada, excepto que ella seguía atrayéndolo físicamente como siempre. Pero, si lo atraía, ¿Por qué iba a ser absurdo tratar de rehacer su vida con ella, de tener con ella los hijos que siempre había deseado?

Aidan llegó al edificio de oficinas, y al salir del ascensor tomó una decisión. Nada más al colgar el abrigo y revisar los mensajes pendientes descolgó el teléfono. ¿Qué tenía que perder?

Tras la comida, _____ estaba atendiendo a un cliente cuando sonó el teléfono. Se disculpó, y contestó.

-Galería Reilly, ¿en qué puedo ayudarlo?
... ¿Aidan? - Preguntó ella sorprendida. Por lo general, ella y Aidan no volvían a saber nada el uno del otro en el plazo de un mes, a menos que sus caminos se cruzaran casualmente. - ¿Es que he olvidado algo? -

𝐔𝐧 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐓𝐮𝐲𝐨 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐. 𝓖.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora