Afuera, el día era gris y triste. Y así se sentía _____. Observó a Aidan. Estaba serio, tenso. Abrió la boca, pero volvió a cerrarla sin decir nada. ¿Qué podía decir? Era evidente que Aidan no quería hablar de ello, de otro modo lo habría mencionado. De pronto _____ se sintió insegura. Giró la cabeza en dirección a la ventanilla, sus ojos se llenaron de lágrimas. No esperaba nada de aquel matrimonio, se repitió una vez más en silencio. ¿Qué importaba, si no compartían un amor tan apasionado y profundo como el que habían compartido Aidan y Daniela?
Podía vivir sin amor. En realidad, jamás lo había experimentado. El único amor que había conocido era el Chip, pero le había resultado asfixiante. Su admiración jamás le había inspirado afecto. Aidan giró en la avenida Commonwealth y _____ rompió por fin el silencio.
-No es por aquí. -
-Sí, sí es por aquí. No debes cansarte, ¿recuerdas? El médico ha dicho que alguien debe cuidarte, durante un tiempo. Finn se ocupará de ti, cuando yo no esté. -
-No necesito que nadie se ocupe de mí. - Afirmo apretando los dientes. - Sólo debo tener cuidado, prefiero ir a mi casa. -
-Imposible. - Sacudió la cabeza, negando. - No quiero irme de la ciudad sabiendo que estás sola, volver para encontrarte otra vez en la cama, incapaz de moverte siquiera. Quiero ver a esos dos niños vivos, dentro de siete meses o cuando sea. -
-Contrataré a alguien. - Contestó _____ comprendiendo una vez más que lo único que le importaba eran sus hijos. Aidan siguió conduciendo sin escuchar siquiera. Simplemente sacudió la cabeza. - Aún no estoy lista para mudarme a vivir contigo. -
-¿Pero qué importancia pueden tener unos días, más o menos? Nos casaremos en cuanto puedas estar de pie más de cinco minutos, sin cansarte. ¿Pretendes decirme que no pensabas mudarte a vivir conmigo, entonces? -
-¡Pero si ni siquiera he tenido tiempo para pensar en nada! - Gritó _____.
Entonces se hizo un silencio. Aidan paró el coche en un semáforo y se volvió hacia ella apoyando el brazo en el respaldo del asiento.
-Quiero que vivas conmigo, _____. No quiero que nuestro matrimonio sea una farsa, un simple trato. Quiero a mi mujer y a mis hijos en mi casa. - Afirmó pasándose una mano por el cabello. - Pero supongo que aún tenemos que hablar sobre unas cuantas cosas, ¿no? - _____ asintió. - Está bien, ¿quieres, al menos, venir a mi casa a cenar y a descansar un rato? Luego, si de verdad quieres irte, te llevaré. - El argumento de Aidan era tan razonable que parecía infantil oponerse a él, así que _____ accedió.
Al llegar, Aidan la ayudó a salir del coche y la tomó en brazos antes de que ella pudiera darse cuenta de lo que hacía. ____ se aferró a sus hombros.
-¡Te va a salir una hernia! -
-He cargado muebles bastante más pesados que tú, corazoncito. -
-¿Corazoncito...? -
-Es una forma de hablar. - Contestó él, entrando por la puerta de atrás, que se abrió en ese momento.
-Te esperaba, _____. - Dijo Finn de pie, en el marco de la puerta. - Bienvenida. Te he preparado un consomé de verduras suculento, y tu habitación está lista... - Aidan sacudió la cabeza disimuladamente, tratando de advertirle que callara, pero _____ lo vio. Finn calló instantáneamente.
-No importa, Finn. - Dijo ella. - En realidad, estoy bastante más cansada de lo que esperaba. Creo que voy a descansar antes de comer. ¿Quieres llevarme directamente a la habitación? -
Finn se dio la vuelta y los guió. Aidan subió las escaleras respirando dificultosamente. La habitación a la que la llevaron era absolutamente maravillosa. De haber soñado con un dormitorio ideal. No lo habría imaginado mejor. Estaba lleno de detalles femeninos, de cosas bonitas. En la parte superior, hasta media altura, las paredes estaban cubiertas con un papel pintado de flores en rosa y lavanda. Desde allí, tras una greca de hojas en verde, había otro papel de rayas en perla y lavanda. Los visillos eran de un tono perla muy semejante, y sobre ellos, formando una galería drapeada con caídas a los lados, había una cortina hecha con una tela de flores idéntica al papel. El contraste resultaba sorprendente, pero informal. Sobre la cama, una colcha de la misma tela estampada con cojines de seda en perla y lavanda, iguales a la tapicería de un sillón, en la esquina. La cama parecía de caoba, corno el resto de los muebles de la habitación, incluyendo un enorme armario cuyas puertas estaban abiertas, mostrando en su interior un equipo de alta fidelidad completo y un ordenador. Aidan la dejó sobre la cama. y _____ vio junto a ella una pequeña fuente de agua susurrante. Finn accionó un botón de un mando a distancia que había sobre la mesilla, y del techo se desplegó una pantalla de televisión.
-Puedes cambiar el ángulo de visión con esto. - Informó Finn señalando dos botones y dejando el mando en la mesilla. Luego se acercó al extremo opuesto de la habitación, abrió una puerta y encendió una luz interior. - Voilá, el vestuario de la señora. -
-¡Dios mío! ¡Que fácil sería acostumbrarse a vivir aquí! - Exclamó _____ contemplando el enorme espacio.
A la izquierda del ropero había una puerta que daba al baño. En mármol rosa, con ducha, contaba además con una bañera de hidromasaje, subida sobre dos escalones y adornada con una colección de plantas, velas y sales de baño. Tras ella, una ventana de cristal opaco, y en uno de los extremos, una televisión. _____ entró en el baño para verlo completo. En la pared contraria a la bañera había dos lavabos, y junto a ellos una chimenea de gas empotrada en la pared. También había una cabina cerrada con el servicio y un bidé. Al otro lado, la puerta del dormitorio de Aidan.
-Mi habitación. - Informó Aidan.
_____ se volvió sin decir palabra y entró de nuevo en el dormitorio. Se sentó en la cama y ambos hombres la miraron.
-Ocurre algo? -
-Acabo de comprender hasta qué punto eres rico. - Contestó _____ mirando a Aidan. - Resulta desconcertante. -
-¿Sólo porque mi baño es realmente espectacular? - Rió.
-No, por todo. - Sacudió la cabeza ____. - ¿Era este el...? -
-Sí, era el dormitorio de Daniela. - Asintió él. - Pero Finn ha vuelto a decorarlo por completo, cuando le dije que nos casábamos. Alfombra nueva, muebles nuevos, papel pintado nuevo... -
-La pintura no es nueva. - Señaló Finn con modestia. - Tenía miedo de que oliera a pintura, y como no estaba estropeada, no la cambié. Solo busqué otro papel que entonara. Era fácil. Hoy en día hay unas telas y unos papeles pintados increíbles. Los muebles pueden cambiarse, si no te gusta el estilo. -
-No, es encantador. - Contestó _____ sonriendo. - De verdad, lo encuentro encantador. -
-Hice lo que pude. - Comentó Finn ruborizado, casi yéndose. - Te traeré la comida en una bandeja, así podrás descansar toda la tarde. - Al irse Finn, se hizo el silencio. La habitación parecía otra, sin el mayordomo haciendo aspavientos. _____ no pudo reprimir la risa.
-Es realmente... vital. -
-Es muy suyo. - Señaló Aidan. - Si le das un proyecto, trabaja como un loco. No tienes ni idea de lo que se ha divertido decorando esto. Decoró toda su habitación, de paso. Le pedí que viniera a vivir aquí, y él accedió. Así habrá siempre alguien en casa cuando no esté yo. - Continuó Aidan, vacilando un momento, antes de acercarse a ella. - Es hora de que te acuestes. No paras de bostezar. -
-Sí, me siento débil. - Se quejó _____. - No lo comprendo. -
-Has estado enferma, y estás embarazada. - Le recordó, tomándola del codo, mientras ella se dejaba meter en la cama dócilmente. - Tengo cosas que hacer. Deja que Finn te dé la comida y descansa. Iré a la galería antes de que cierren, a ver qué tal va todo. -
-Gracias... - Contestó _____ posando la mano sobre la de él, encima de la cama.
-Tranquila, corazoncito... - Sonrió, inclinándose para besarla en la frente.
-Me alegro de no tener nada a mano que arrojarte... - Sonrió _____. Él rió y se fue sin decir nada.
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𝐔𝐧 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐓𝐮𝐲𝐨 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐. 𝓖.)
FanfictionElla quería hijos, él había deseado una familia. Ellos son mejores amigos de años y ambos tienen lo que buscan y sentimientos que creen, no son correspondidos. -𝖫𝖾𝗇𝗀𝗎𝖺𝗃𝖾 𝖾𝗑𝗉𝗅𝗂́𝖼𝗂𝗍𝗈 -𝖥𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼 -𝖭𝗈𝗏𝖾𝗅𝖺 𝖼𝗈𝗋𝗍𝖺 -𝖤𝗌𝖼𝖾𝗇...