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La ecografía era una prueba muy reveladora.

El ginecologo le colocó una cosa metálica en el vientre, encendió el aparato. En la pantalla surgió algo muy pequeño, parecido a un camarón. Aidan sujetaba la mano de _____.

-Ahí está, vivito y coleando. - Comentó el doctor. - ¡...Vaya! -

-¿Qué? - Preguntaron Aidan y _____ al mismo tiempo, con aprensión.

-Miren. -

Ambos observaron la pantalla. A un lado de aquella pequeña especie de camarón, por detrás aparecía otra cosa. El doctor movió el aparato en su vientre de un lado a otro. De pronto, _____ se dio cuenta de lo que era.

-¡Hay dos! -

-¿Gemelos? - Preguntó Aidan atónito.

-Exacto. - Contestó el doctor sonriendo. - Dos bebés. Felicitaciones, por partida doble. -

-Gemelos... - Repitió ____ preguntándose si la expresión de su rostro reflejaba la misma perplejidad que la de Aidan. - Jamás me habría imaginado algo así. -

-Entonces supongo que no han seguido ningún tratamiento contra la infertilidad. Los embarazos múltiples son corrientes, en esos casos, pero son el resultado de dos óvulos fertilizados. - Explicó el doctor. - Estos dos, en cambio, parece que comparten la placenta. Van a tener ustedes gemelos idénticos. -

Minutos más tarde, _____ fue trasladada de nuevo a la cama de su habitación. Al llegar, Aidan y ella se miraron, atónitos aún.

-Gemelos... - Comentó ella. - No puedo creerlo. -

Se sentía desorientada, sus sentimientos eran contradictorios. Quería tener un bebé, pero con condiciones. Un embarazo fácil, un solo bebé, nada que interfiriera en su vida. Pero ahí estaba, atrapada en la cama de un hospital, inmersa en un proceso que iba a requerir de toda su atención.
Dos bebés. Era emocionante. De haber sabido cómo criarlos sin desatender la galería, _____ habría estado encantada.

Por supuesto, Aidan podía pagar los mejores cuidados, pero entonces sería un extraño quien se ocupara de los niños. _____ deseaba criarlos personalmente. De hecho, estaba atónita ante su espontáneo instinto maternal, surgido nada más pensar en la posibilidad de contratar a alguien.

-Yo tampoco puedo creerlo... - Respondió él. - En mi familia no hay gemelos, ¿y en la tuya? -

-No lo sé, nadie me lo ha mencionado nunca. - Dijo _____. - Ni siquiera sé si mi abuela tenía parientes, pero mi madre no era gemela, de eso estoy segura. -

-¿Y no te dejaron ningún documento que pueda arrojar luz sobre la historia de tu familia? - Preguntó él, sentándose al borde de la cama. - Bueno, no importa, lo importante es que vamos a ser padres de gemelos. - _____ observó la expresión del rostro de Aidan. No parecía que la idea le desagradara. Él se puso en pie caminó de un lado a otro de la habitación, diciendo a continuación: - En cuanto salgas del hospital, nos casaremos. Puedes mudarte a mi casa y... -

-Eh, ¡para tu emoción! - Exclamó _____. - Ese no era el trato. Acordamos casarnos al final del primer trimestre. -

-¿Y por qué esperar? - Preguntó Aidan, impaciente.

-Aún faltan cinco semanas, nadie sabe qué puede ocurrir. ¿Es que el hecho de que esté aquí no te ha enseñado nada? - Añadió _____ extendiendo las manos.

-No va a ocurrir nada - Negó firme.

-Eso no lo sabemos. -

-Es una tontería esperar. - Contestó Aidan suspirando. - Detesto la idea de que la gente se ponga a echar cuentas, a ver qué fue antes, si los gemelos o la boda. - _____ se echó a reír, pero enseguida comprendió que Aidan hablaba enserio. Por primera vez se dio cuenta de cuánto la molestaba la idea de tener un hijo fuera del matrimonio, y eso le hizo preguntarse si no era arbitrario el límite temporal que había establecido. ¿Estaba realmente preocupada por lo que pudiera ocurrir, durante el embarazo? No, tenía la sensación de que todo iría bien. Entonces. ¿por qué esperar? En realidad, había aceptado la idea del matrimonio, incluso lo esperaba impaciente. Además, había otros aspectos a considerar. Por ejemplo, el hecho de que se sintiera atraída hacia Aidan. Cada vez que él la tocaba, se echaba a temblar. - ¿Es que no me estás escuchando? - Preguntó Aidan, de mal humor.

-Perdona... - Respondió ella. - Tienes razón. Podemos casarnos ahora mismo, si quieres. -

-¿Qué...?, ¿por qué...? - Preguntó Aidan perplejo, transformando completamente la expresión de su rostro.

-Es cierto, todo irá bien. - Contestó ella sonriendo. - ¿Por qué esperar? -

-No te preguntaré si estás segura, porque me da miedo tu respuesta. - Dijo Aidan sentándose al borde de la cama para tomar el rostro de _____ entre las manos, con ojos verdes ardientes que la hipnotizaron. Aidan la acarició y deslizó los dedos por sus cabellos, agarrándola por la nuca. - Gracias... - Añadió rozando los labios de ambos.

_____ inhaló profundamente su fragancia. Tenía la cabeza apoyada sobre la almohada, pero alzó las manos instintivamente hasta los hombros de Aidan. Entonces él comenzó a besarla profundamente, con toda naturalidad, como si hubiera repetido ese mismo gesto miles de veces. La saboreó y acarició, moldeando suavemente sus labios con calidez, lamiéndola con la lengua. _____ se estremeció ante aquel íntimo contacto, y un leve gemido escapó de su garganta. Al oírlo, Aidan ladeó la cabeza y abrió sus labios, deslizando la lengua dentro de ella para explorar las profundidades húmedas de su boca. _____ se dejó llevar, olvidándolo todo excepto las sensaciones mágicas que la embargaban...

-¡Vaya! Perdón... - Exclamó una enfermera entrando. - Parece que aquí todo va de maravilla. - Rió saliendo y cerrando de nuevo la puerta.

Aidan alzó la cabeza unos centímetros. Respiraba entrecortadamente, _____ sentía su corazón galopar.

-____, el matrimonio va a cambiar nuestra relación... - Dijo él con voz ronca y profunda. - ¿Crees que estás preparada para eso? -

-O mucho me equivoco, o nuestra relación acaba de cambiar en estos segundos más de lo que ha cambiado en veinte años. - Contestó _____ seria.

-Pues no seré yo quien se queje. - Rió el castaño, inclinando la cabeza para besarla de nuevo brevemente. Luego, poco a poco, soltó sus cabellos. - Ahora tengo que irme. Mañana por la mañana me ocuparé de arreglar los papeles para la boda. ¿Quieres iglesia con sacerdote y todo, o prefieres el juzgado? A mí no me importa, mientras nos casemos. -

-A mí tampoco. así que hagamos lo que sea más rápido. -

-Estaría encantado de enseñarte la prisa que me corre, si no fuera porque estás en la cama de un hospital... - Contestó él haciéndola estremecerse con la intensidad de su mirada.

Él acarició sus labios sensualmente con un dedo y se fue de la habitación en un abrir y cerrar de ojos. _____ se quedó atónita ante su franqueza. En pocos días estarían casados. Anhelaba sentir su contacto...

𝐔𝐧 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐓𝐮𝐲𝐨 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐. 𝓖.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora