𝐔𝐧 𝐇𝐢𝐣𝐨 𝐓𝐮𝐲𝐨 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐. 𝓖.)

Ｖ

_____ comenzó a temblar. Caminaba por Mariborough Street a buen paso, pero su mente iba más rápido. Quería considerar el asunto desde todos los ángulos. Al llegar a casa se dirigió directamente al teléfono y llamó a Aidan. Escuchó su voz profunda, sin embargo, por un segundo no pudo pronunciar palabra.

-¿_____? -

-Cómo lo sabes? -

-Por la memoria del teléfono. -

-Cierto... - Contestó quedando de nuevo en silencio.

-¿_____?, ¿Me llamas por alguna razón en concreto o sólo quieres respirar profundamente sobre el celular? -

-Quiero volver a hablar contigo... Sobre lo del embarazo... -

-No creo que tenga sentido seguir hablando de ello eternamente. - Contestó suspirando.

-He tenido una idea. ¿Podemos quedar para cenar? -

-Tres comidas en dos días. Mis fans van a comenzar a preocuparse. -

-Quizá deban.. -

-Vamos, vive peligrosamente. -

-¿Te parece bien el East Coast Grill?, ¿a las siete? -

-¡Vaya!, ¿al otro lado de la ciudad, en Cambridge? No sabía que se te hubiera perdido nada por allí. -

-Muy gracioso. ¿Puedes? -

-Está bien, pero sólo voy porque sé que eres una pesada. Te advierto desde ahora mismo que no voy a cambiar de opinión. -

-Comprendo, sólo quiero que me escuches.
-

[...]

_____ llegó a las siete y cinco. Aidan ya la esperaba. Dos mujeres le hacían compañía a cada lado de la barra. _____ se acercó por detrás y le tapó los ojos.

-¿Quién soy? -

-Hola, llegas demasiado pronto. - Saludó Aidan dándose la vuelta.

Las mujeres la miraron con una expresión poco amistosa. De pronto, _____ sintió deseos de hacer una travesura, puso ambas manos sobre las mejillas de Aidan y se inclinó para besarlo rápidamente en los labios.

-¿Me has echado de menos? -

-Siempre. - Pero no contaba con la agilidad de los reflejos de Gallagher. Antes de que pudiera apartarse, él alzó ambas manos. Con una la agarró de la muñeca, y con la otra la atrajo por la nuca. Y entonces le devolvió el beso, pero más profunda y lentamente. Los labios de Aidan eran suaves y cálidos, modelaban los de _____ mientras ella sentía que el corazón se le aceleraba. Ella estuvo a punto de sucumbir a la promesa de aquellas caricias, antes de recordar a quién estaba besando. Cuando él la soltó. _____ se echó atrás ruborizada. Él se puso en pie y la agarró de la cintura, se dio la vuelta y sonrió a ambas mujeres, diciendo: - Encantado de conocerlas. - La guió hasta una mesa, le sujetó la silla y dio la vuelta.

_____ sonrió tratando de ocultar la perturbación.

-¿Te he servido de ayuda? -

-Infinitamente. - Contestó él quitándose la chaqueta. - Me sentía acosado. -

-Bueno, no todos los días se cita una con un eminente soltero de oro. -

-Como te escuche decir esa frase una vez más... - Bromeó Aidan  inclinándose hacia ella, amenazador. - Tu trasero va a toparse con una eminente mano de oro. -

-¡Vaya, qué gracia! Suena divertido. ¿Lo prometes? - Aidan frunció el ceño, y el instante divertido se transformó, por obra de ese solo gesto, en algo enteramente diferente, algo oscuro, peligroso y excitante que le hizo a _____ contener la respiración.