Madre Soltera(Adaptación Englot)

Epilogo

Cinco años después

-Buenos días, jefa. -Entré en la Oficina de Charlotte con unos informes y ella se recostó en su silla sonriendo.

-Buenos días, señorita Waraha.

Me acerqué a ella y tomó mis caderas tratando de sentarme en sus piernas, pero me negué.

-Estamos en horas laborales, seamos profesionales, por favor. -Pedí aguantando mi risa.

-Oh... Es cierto, pero... ¿Creo recordar cómo te follé en contra de este escritorio ayer...? ¿O sólo lo soñé?

Me ruboricé recordando como Charlotte me había girado, me subió la falda y me empotró contra su escritorio como si nada.

-Eso fue un desliz.

- ¿Un desliz de casi todos los días? -Preguntó sorprendida.

Yo golpee su hombro y me gire.

-Ve tú por tú café, estoy muy ocupada.

Iba a abrir la puerta, pero sentí como me abrazó desde atrás y besó mi cuello.

-Te voy a extrañar mucho... -Susurró.

-Me verás todos los días.

-Pero extrañare que seas mi secretaria, no puedo creer que mañana te gradúes.

-Ni yo... -La miré y la besé.

-Tengo que terminar de organizar los informes para dejarte todo listo y que tu nueva secretaria no se estrese mucho por ahora.

-Mmm, no, no quiero que lo hagas. Mejor vayamos a recoger a los niños y nos vamos a comer un helado, luego nos vamos a un parque de diversiones y disfrutamos el resto del día. Mañana es un día importante para ti y quiero que estés relajada, en la noche te harán unos masajes y te despertaras como nueva. -Dijo entre besos y acariciando mi vientre.

-Qué maravilloso... Vamos... ¿Pero los informes?

-Que se jodan, vamos.

Rei y tomé mis cosas al igual que ella, salimos del edificio y nos subimos en su auto para ir a recoger a Naree y a Arthit.

Después de unos minutos llegamos y como habíamos llegado veinte minutos antes pusimos música y cantamos. El tiempo se pasó rápidamente y vimos como las puertas de la escuela se abrían.

Nos bajamos y en cuanto nos vieron corrieron a nosotras.

Arthit fue con Charlotte mientras Naree vino conmigo, aunque fue difícil tomarla porque ya no tenía seis años, ahora mi bebé tenía once y no era nada pequeña, media lo mismo que yo, por Dios.

- ¿Cómo les fue? -Preguntamos dentro del carro.

-Bien, ¡ya tenemos vacaciones! -Dijo Naree alegre y Charlotte y yo reímos.

-Pero no por mucho tiempo, ya viene el trabajo de ayudarme a escoger el vestido, el pastel, las flores...

- ¿Por qué nosotros?

- ¿Cómo qué por qué? Deben ayudar a mamá. -Charlotte salió a mi defensa.

- ¿Y por qué no lo haces tú? -Preguntó Arthit y yo mordí mi labio para no estallar en una carcajada.

- ¡Es verdad!

-Sí, es verdad, al fin y al cabo, me casare contigo.

- ¿Ves? Trato de ayudarte y tú te pones de parte de ellos. -Negó y encendió el carro.

Llegamos a casa para que ellos se cambiarán y subieron rápidamente las escaleras mientras que Charlotte veía su celular y yo bebía agua.

-Estoy listo, mami. -Arthit apareció con un pantalón beige, una camiseta café y unos tenis del mismo color.