Madre Soltera(Adaptación Englot)

Capitulo 49

2 meses después

Ya habían pasado dos meses desde que nos fuimos de Tailandia a recorrer el mundo y hemos pasado por tantos países que sinceramente, perdí la cuenta.

Ahora mismo estábamos en Hawái y la estábamos pasando increíble, habíamos conocido lugares preciosos y yo no podía estar más feliz.

Creo que después del nacimiento de Naree nunca había sido tan feliz.

Ahora estaba un poco borracha, no mucho, aún tenía mis cinco sentidos y estaba jugando con Naree.

- ¿Por qué le cortaste el cabello? -Pregunté mirando su muñeca.

-Creí que se vería más linda pero no me gustó. -Respondió haciendo un puchero y después bostezo.

- ¿Tienes sueño, bebé? -Pregunté tomándola para que se sentará en mi regazo.

Ella acostó su cabeza en mi hombro y yo la arrulle lentamente como si fuera una bebé, aunque para mí ella aún era mi bebé.

Me traté de levantar sin ayuda, pero casi caigo y me volví a sentar en el piso.

- ¿Amor? -La llamé y ella apareció con una copa de vino y me sonrió.

- ¿Se durmió? -Soltó la copa en una mesita y vino a nosotras.

Asentí y ella la tomó haciendo que me pudiera levantar.

Fuimos a su habitación y la dejamos sobre la cama, besamos su cabello y después de apagar la luz salimos de la habitación.

Enredé mis brazos alrededor del cuello de Charlotte y besé sus labios.

- ¿Estas borracha?

Yo negué.

-Me siento perfecta, cielo.

- ¿Segura?

Yo fruncí mi ceño y asentí.

-Bueno, y si estoy borracha, ¿qué pasa? -Pregunté confundida.

-Nada... ¿Segura que no lo estás?

-Jesús, Char, estoy segura, amor.

Ella sonrió y me beso.

-Vámonos.

- ¿Qué?

-A la playa.

-No, ¿y Naree?

-Tenemos el monitor y traje a su niñera.

- ¿Qué? ¿Trajiste a Tara?

-Por supuesto, vamos, debe de estar a punto de llegar.

-Char... Pero...

Me besó callándome y abrió la puerta donde nos encontramos con Tara.

-Hola, Engfa, hola, señorita Charlotte.

-Hola, Tara... ¿Charlotte, me explicas, por favor?

-Después. Cuida bien de Naree, por favor, adiós.

Charlotte tomó mi mano y salimos de la casa, nos subimos en un coche y un chófer nos llevó a algún lugar.

- ¿Dónde vamos?

- ¿Te he dicho que te amo? -Preguntó cambiado de tema.

-Sí, por supuesto, si me lo dices unas cien veces en el día.

Reímos y nos besamos.

- ¿Me dirás dónde vamos?

-A la playa.