Capitulo 23

405 28 2
                                    

Un mes después.

Últimamente me estaba sintiendo muy mal, me sentía como cuando me enteré de que estaba embarazada pero peor, y todo por culpa de Charlotte.

Hace unos días nos mudamos al apartamento, ahora Alisa está en su habitación estudiando mientras yo estaba en mi habitación mirando el techo mientras acariciaba mi vientre.

Mis hormonas eran un desastre y también estaba sintiendo muchos antojos. Yo sé cocinar muy bien entonces siempre que tenía un antojo yo misma me lo preparaba, así fuera un pastel, me podía entretener con algo.

Me senté en mi cama y miré toda la habitación pensando en qué hacer. No tenía sueño, estaba lloviendo para salir, no tenía ganas para cocinar, estoy harta de ver películas porque siempre termino llorando con un bote de helado en mi mano.

Entonces les diré como es mi habitación. Es lujosa, muy lujosa, tenía un armario gigante, una cama King, un ventanal que me enseñaba toda la ciudad de Bangkok ya que era muy alto el edificio nosotras estábamos en casi el último piso.

Ahora estoy en mi habitación porque Alisa está estudiando y no la quiero desconcentrar ya que últimamente habló hasta por los oídos. Quiero distraerme con cualquier cosa, no quiero pensar en Charlotte, ni en mi madre, ni en nadie, sólo quiero centrarme en conseguir un trabajo y darle la mejor vida a mi bebé que, por cierto, ya cumplió 3 meses, estoy muy emocionada. Mi pancita ha crecido bastante y estoy muy emocionada. Aunque lo quería abortar yo sabía que me iba a doler mucho hacerlo porque yo siempre lo quise y ahora lo amo. Aún no lo siento, pero con solo saber que está ahí me dan ganas de que salga ya, necesito conocerlo. Alisa y su madre me han preguntado nombres, pero yo aún ni siquiera sé su sexo y no buscaré ningún nombre hasta que sepa si es un niño o una niña.

Me moví para conseguir una posición cómoda y la encontré alzando mis piernas al aire y luego moverlas como si estuviera montando bici.

-Eh... ¿Todo bien?

Miré a Alisa y le sonreí sin dejar de mover mis piernas.

-No sabía que esto fuera tan bueno.

- ¿Terminaste de estudiar? -Pregunté parando mis movimientos y sentándome con las piernas cruzadas en mi cama.

-Sí, terminé, ¿no tienes hambre?

Yo asentí y ella sacó su celular.

-No creo que quieras cocinar y yo tampoco, ¿hamburguesa?

Sonreí y eso para Alisa fue un inmediato sí así que llamó a un restaurante para pedirlas.

Nos fuimos a su habitación y yo me acosté en su pecho mientras ella buscaba una película.

-Eng, ¿mañana puedes ir a mercar? Tengo clases todo el día y ya quedan muy pocas cosas.

- ¡Claro! Necesito salir a buscar trabajo y luego voy a comprar.

-Bien.

Estaba caminando por el centro de la ciudad buscando algún aviso de trabajo, aunque ya me estaba rindiendo por hoy, ya eran las cinco de la tarde y estaba cansada de caminar, y todavía necesitaba ir a comprar el super.

Suspiré frustrada y seguí caminando, pero un aviso me hizo parar. Decía que se necesitaba una mesera joven y bonita, también con buen cuerpo. Lo único que tengo de todo lo que piden es lo joven, pero ¿quién sabe? Quizás me contraten.

Esto no tenía pinta de restaurante para nada, pero aun así fui a la entrada y me dijeron que aún no abrían, dije que era por el anuncio de trabajo entonces llamaron a alguien por un walkie talkie luego, me dijo que lo siguiera.

Lo hice y me llevó a una habitación, parecía una oficina. Me estaba empezando a dar miedo y quería irme, pero decidí quedarme. En la Oficina había un hombre de unos 50 años, vestía bien y tenía una copa de algo en la mano

-Pero si eres una muñeca.

Vi como el hombre grande que me guio aquí salió de la habitación dejándonos solos.

Yo no respondí, solo me quedé mirándolo.

-Vienes por el trabajo, ¿no?

-Sí...

- ¿Cuántos años tienes?

-Tengo dieciocho años.

- ¿Dieciocho años? Pareces de quince.

¿Eso era un cumplido?

La habitación se quedó en silencio unos segundos y luego él se levantó, caminó atrás de mí y después se volvió a sentar.

-Siéntate. -Dijo señalando una silla enfrente de su escritorio. Lo hice algo dudosa y él me ofreció un trago, pero inmediatamente me negué. - ¿Sabes qué tienes que hacer en este trabajo?

- ¿Servir tragos?

-Servir tragos en un traje diminuto, aguantarte a borrachos, pero, te pagaré mejor que en cualquier otro bar.

- ¿Esto es un prostíbulo?

-Esto es un bar, un prostíbulo, un casino, esto es el paraíso.

- ¿Y cuánto me pagará?

-Necesitó ver que tanto le gustas a mis clientes, de eso depende tu paga, pero como eres un bombón y estoy segura de que les encantarás, te pagaré unos 1800 dólares mensuales, tu paga irá subiendo según tu progreso, puedes ganar miles de dólares, aunque, hay un trabajo que es más fácil y te pagaré más.

-No seré ninguna puta.

-Tranquila, déjame hablar, no quiero que seas una puta, quiero que seas stripper, ¿aceptas?

¿Stripper?

Madre Soltera(Adaptación Englot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora