Madre Soltera(Adaptación Englot)

Capitulo 31

3 meses después.

Hace una semana Naree cumplió trece meses y hoy está dando sus primeros pasos.

No lo puedo creer, estoy tan emocionada, siempre quise ver esto.

Ella se levantó sin ayuda de nada del piso y vino caminando lentamente a mí. Estábamos en el apartamento y tristemente Alisa estaba estudiando, me encantaría que viera esto.

Estiré mis brazos para tomarla cuando llegará a mí y sonreí cuando lo logró.

La tomé y la alce en el aire con una sonrisa enorme y ella rio.

- ¡Felicidades, mi amor! -Dije abrazándola.

-Te amo, Naree.

-Te amo. -Susurró sonriendo y tomando un mechón de mi cabello.

Mi corazón se aceleró y besé muchas veces sus mejillas y su cuello.

-Te amo más, mi amor, te mereces un premio doble, ¿qué quieres hacer?

- ¡Helado!

-Cómo es qué hablas tan bien, ¿eh? ¿Helado de vainilla y vamos al parque de diversiones con la tía Alisa?

- ¡Sí!

-Arreglémonos mientras esperamos a la tía y luego nos vamos, ¿bien? -Besé su sien y me fui a mi habitación para preparar la tina y darnos una ducha.

- ¿Burbujas? -Pregunté abriendo el grifo de la tina.

Ella asintió y yo fui por el jabón de burbujas.

La puse sobre el lavamanos y le quité toda la ropa, la senté en el inodoro con la tapa cerrada para poder quitar mi ropa y luego la volví a tomar para introducirme en el agua con ella. La senté en mis piernas y jugué con ella.

En un momento me quedé mi mirándola fijamente e hice un puchero.

- ¿Por qué eres tan parecida a ella? -Pregunté acariciando su mejilla.

Ella me sonrió sin saber de qué hablaba y yo besé su frente.

-Te amo, bebita.

•

Hace un rato habíamos salido de la tina y ahora le estoy poniendo la ropa, era un lindo vestido beige manga larga, unos zapatos y una diadema del mismo color que el vestido.

Yo ya me había arreglado entonces sólo le heche un poco de loción y salí de la habitación para esperar a Alisa en la sala. No sé si ella quiera ir ya que se fue desde temprano a estudiar, aunque de todas formas la invité.

Naree estaba sentada en mis piernas sonriendo hasta que su vista se posó en mi pecho donde estaba mi collar. Ella lo tocó y se dio cuenta que se podía abrir, no me preocupe porque no creí que fuese capaz de abrirlo, pero lo logró dejando ver la foto que había dentro. Mía y de Charlotte.

Miré durante unos segundos como ella miraba el collar con curiosidad, pero después lo cerré.

El collar no lo había abierto desde que Charlotte me dejó y me prometí que no lo abriría, aunque lo tendría conmigo, pero al parecer Naree sí quiso abrirlo y ahora vio a su madre por primera vez sin saber que era ella.

- ¡Eng, llegué!

Sonreí y giré mi cabeza para ver a Alisa.

Ella vino directa a nosotras y tomó a Naree la cual le sonrió.

- ¿Estás muy cansada, Alisa?

-No, vamos, con lo inteligente que es está hermosura se lo merece, ¿verdad, preciosa?

Naree se movió emocionada y Alisa besó su frente.

- ¿Te vas a cambiar o quieres ir así?

-Creo que así estoy bien, vamos. -Dejó su mochila sobre el sofá luego de sacar unas cosas y nos fuimos. Bajamos al estacionamiento y fuimos directo a su carro. Salimos de ahí y nos dirigimos a el parque de diversiones. En la mitad del camino recibí una llamada de un número desconocido, el mismo que me había llamado hace unos meses, pero siempre que le contestó sólo se escucha una respiración.

-Contesta, quizá hoy hable. -Dijo Alisa cuando le enseñe el número ya que yo ya le había contado.

Lo hice, pero fue lo mismo de siempre, su respiración.

- ¿Hola? ¿Qué necesita? Si no me dice quién es lo bloqueare, señor. -Esperé su respuesta, pero me distraje viendo como Naree volvía a tomar mi cadena queriendo volver a abrirla, pero esta vez no la dejé.

-Naree, amor, no. -Ella me miro con el ceño fruncido y haciendo y puchero entonces besé su frente.

Miré el celular para ver si todavía había alguien en la línea y efectivamente seguía ahí.

- ¿Hola? -Me rendí y colgué la llamada para después bloquear ese número.

- ¿No dijo nada?

Yo negué acomodándole un mechón de cabello a Naree.

-Qué extraño, aun así, no debiste decir el nombre de la niña, Eng, puede ser peligroso.

-Tienes razón... -Respondí acariciando la mejilla de mi hija.

-Oye, papá me dijo que los ojos de Naree podían cambiar de color al año, aunque ya pasó un mes desde que cumplió un año y yo los veo aún más claros. -Dije luego de quedarme pensando en eso mientras miraba sus ojos.

-Quizá se quedé con esos hermosos ojos toda la vida o se vuelvan más claros como los de Charlotte.

- ¿Otra cosa en la que se parezca? No puede ser.

Alisa rio y yo negué. -Imposible.

Pasaron unos minutos más y por fin llegamos a al parque de atracciones.

-Mira, Naree, ¿quieres ir allá? -Pregunté señalando un carrusel.

Ella asintió frenéticamente y caminamos hacia allá.

-Yo no me subiré, Eng, las espero aquí.

-Oh, bueno, como quieras. -Le sonreí y fui a comprar los tickets, esperamos nuestro turno y cuando nos pudimos subir no me podía sentir más feliz.

Naree tenía una sonrisa enorme y estaba riendo hermosamente mientras el caballito subía y bajaba.

Sin duda siempre recordaré este momento.

Cuando nos bajamos Naree quería volver a subirse, pero le dije que iríamos a comer algo y jugaríamos más cosas. Al final las tres volvimos a casa cada una con un peluche grande en la mano que Alisa había conseguido para nosotras en un juego de puntería.