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"Has estado atrapado aquí por siempre
Y simplemente no puedo decirte adiós"- Apocalypse, Cigarettes after sex.
India se negaba a hablar con Christian, se negaba a hablar con su psiquiatra es por ello por lo que no permitían que viera a Lily, no a menos que ella dijera que no le haría daño.
Ella no le respondió a él, ni al terapeuta, solo abrazo sus piernas viendo un punto fijo en la habitación.
El se quedo con ella la primera noche, ella despertó varias veces y tuvieron que ponerle calmantes para que no tuviera otro ataque de pánico. Y a la mañana siguiente cuando se presentó Miranda, Christian pensó que mejoraría.
- India- dice la mujer viendola fijamente apenas ingresa a la habitación- ¿Puedes dejar de comportarte como una mocosa? Fuiste rescatada, ahora necesitamos que dejes de hacernos perder el tiempo para seguir con nuestras vidas. Y tu con la tuya, tu hija te necesita, tu esposo te necesitan.
El psiquiatra también estaba en la habitación, viendo aquella interacción tan dura. India juega con los bordes de la sabana, mientras la solución salina sigue corriendo por su brazo para hidratarla. Ella los mira a ambos y asiente.
- Desde que ambos aparecieron en mi vida. Hice lo que ustedes deseaban que hiciera. Asistía a las clases que me imponías, tocaba el piano hasta que mis dedos sangraban porque quería ser buena para ti.
Miranda retrocede, había sido como una cachetada para ella.
- Pero nunca lo fui- ríe India sin humor- nunca fui suficiente. Lo aprendí con el paso de los años, tu no querías una hija. Tu querias cumplir todos tus propósitos. Adoptar a una adolescente también era una de ellas. ¿Más fácil que un niño? ¿No? Te escuche muchas veces hablando con tus amigos, de que solo me adoptaste por mi bonita cara.
- India- se acerca Miranda hacia ella.
- No te quiero volver a ver- dice India sin verla- no te debo nada. Quiero que desaparezcas de mi vida para siempre.
El psiquiatra mira a India, mientras ella sigue jugando con las sabanas en su cama, tocando el borde de estas.
- ¿Puedo ver a mi hija? Nunca la he cargado.
- ¿Le harías daño? – cuestiona el medico cautelosamente.
- No, lo prometo.
El hombre asiente mirando a Christian, quien sale de la habitación y carga a Lily quien esta en los brazos de un ojeroso Adriano.
- ¿Ella quiere ver a su hija?
- Así es.
Adriano asiente entregándole a la bebe, la niña rápidamente se acomoda en el hombro de su padre. Ya tenia cinco meses y era tan saludable como una niña de su edad.
