Sorpresas

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Pov Max:

Han pasado 3 semanas desde que empezó la nueva temporada de la Formula 1 (2021), llevamos dos Grandes Premios en total; pero a partir del segundo, es decir la tercera semana, mi omega presento cambios en sus feromonas, cada día estás eran más dulces, el olor a vainilla se intensificaba al pasar del tiempo.

Hoy me encontraba cenando con Checo en un restaurante privado, pero al estar aquí me di cuenta del gran apetito que tenía mi omega, pedía platillo tras platillo, postre tras postre, algo que me tomo por sorpresa. No dire mentiras, él es tan bello hasta comiendo, sus pecas brillaban bajo la luz de la luna, sin dudas era la persona más bella que pueda existir.

No podía decirle que dejara de comer porque engordaría, yo lo amo tal y como este.

CUARTA SEMANA

Hoy me encontraba celebrando mi pole position en el Gran Premio de Emilia-Romaña. Mis ojos se enlazaron con la mirada de Checo, quien me miraba con admiración y deseo a lo lejos del podio. En el momento que iba a comenzar la celebración con la champaña, veo como Checo se debilita y cae al suelo, sin pensarlo dos veces salí corriendo en busca de él. Al llegar, vi que Checo se encontraba desmayado, no reaccionaba, me apegué a su cuerpo y comencé a liberar de mis feromonas, no quería que nadie se le acercara, no quería que lo dañaran.

Horner: Max, por favor tranquilízate, tus feromonas no dejan pasar a los paramédicos para que ayuden a Checo, él estará bien créenme.

Horner tenía razón, tenía que dejar a Checo en manos de los paramédicos.

Paramédico: Señor Verstappen, su omega estará bien, está en buenas manos se lo prometo.

Max: Eso espero.

Mire al paramédico con rostro de superioridad, no dejaría que le hicieran algo malo a mi omega, así que se lo advertí en un solo gesto.

Me toco ver como se llevaban a Checo, yo no podía acompañarlo debido por el estado que me encontraba. Al llegar al hospital, un médico me atendió diciendo que Checo se encontraba estable, pero que tenía una noticia que darme, sin más, el médico me dijo que lo siguiera, a lo cual le hice caso.

Médico: Max, tu omega se encuentra en la habitación número 11, está hasta el fondo del pasillo.

Ingrese a la habitación que me indicó el médico y vi a Mi Dulce Omega durmiendo tan tranquilamente, pero su aroma me empezó a dar la idea de que se trataba todo esto. Checo comenzó a tener pequeñas náuseas y mareos durante esta semana, él me decía que era porque su cuerpo todavía no se adaptaba por completo, sin embargo...

Checo: ¡Maxie!

Voltee a ver a mi amado, y me derritió al instante con sus lindos ojos cafés, su cabello alborotado y su sonrisa brillante como las estrellas.

Max: Veo que despertaste mi dulce omega, ¿me podrías decir cuál es la sorpresa que te has llevado hoy?

Observe su carita de confusión ante mi pregunta, acaso ¿él no sabía sobre este tema?

Max: ¿Checo?

De la nada Sergio entro en llanto, obviamente me preocupe.

Pov Checo:

Me encontraba en una camilla de hospital escuchando las palabras que salían de aquel médico. Sus palabras eran claras y precisas a igual que los resultados... estaba en cinta.

El médico me dio gratas felicitaciones, pero en mi mente, solo pasaba la idea que tendría que abandonar la F1 en media temporada, no podría conducir cuando tuviera 6 meses de embarazo, abortarlo no era opción, debería de tenerlo, mi sueño más profundo siempre fue casarme y formar una familia, el problema era que al obtener esto, mi carrera en la F1 posiblemente terminaría.

Cuando el médico salió de la habitación comencé a cuestionarme toda mi existencia, tendría un hijo, formaría a mi familia, pero, ¿Max estaría de acuerdo?

De tantos pensamientos me quede dormido, hasta que un olor a cítricos hizo que me despertara, era el hombre que más necesitaba tener ahora mismo.

Checo: Maxie.

Le dije sonrientemente.

Max: Veo que despertaste mi dulce omega, ¿me podrías decir cuál es la sorpresa que te has llevado hoy?

Sorpresa...

Las ganas de llorar se apoderaron de mi.

De repente sentí los brazos de Max rodeándome, mientras me susurraba en el oído que tendríamos a nuestro hijo pase lo que pase, que nada ni nadie nos separaría. Max me dio un beso en mi frente y me observaba mientras limpiaba mis lagrimas.

Max: No te preocupes, me encargare que regreses a la F1 cuando nuestro hijo tenga la edad suficiente.

Esas palabras me dieron esperanzas, pero ahora solo me importaba mi familia. Solo me importaba mi bebé y mi tonto Alfa, Max.

Cuando salí del hospital, Max comenzó a ser más atento conmigo, siempre me cumplía mis caprichos, me mimaba todos los días, compraba todo lo que le pedía e incluso ya comenzó a comprar ropa para nuestro bebé, me dijo que le fascinaba la idea de ser padre.

Poco a poco toda la parrilla se fue dando cuenta que estaba en cinta, todos me felicitaban y me alegraban el día, todo marchaba de maravilla en esta nueva etapa de mi vida.

Tenía al mejor Alfa que podía tener un Omega.

Todas y todos estuvieran celosos.

Todas y todos estuvieran celosos

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Mi Dulce Amor | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora