Incompatibles (AU del Sol y la Luna)

Capítulo 4: Visita de fin de semana

Escrito por cincopezos  (Sami) y ValTennant019 (Val)

La biblioteca del ser de luna era bastante amplia, incluso más grande que la sala. Se podía ver que era una persona que adoraba sumirse en los mares de palabras que podían albergar los libros. Quizás eso lo alejaba de la realidad, era como correr hacia el mar y lanzarse de clavado hacía el fondo de este, olvidando los ruidos, los molestos pensamientos intrusivos de su cabeza, los problemas del pasado, la incertidumbre del futuro... todo.

Topo Sol ni siquiera había empezado a hurgar en los estantes perfectamente limpios cuando Roberto Luna entró a la habitación para sentarse frente a su escritorio a seguir leyendo un diccionario de español a inglés e inglés a español.

Se preguntó si alguna vez Roberto se quitaba esa capa azul con pequeñas estrellas blancas pintadas. Tenía la vaga sensación de que era suave, protegía del viento y del frío, podía ver desde donde estaba que la prenda era iluminada suavemente por uno de los rayos de luz, provenientes de los ventanales, dándole un leve brillo azul a causa de la luz fuerte chocando en la tela.

—¿Por qué tantos libros sobre cálculo y códigos de programación? —le cuestionó el hombre solar con gafas, mientras pasaba sus dedos por el tomo de uno de libros, no entendía (y no le interesaba) nada de esos temas así que no iba a sacarlos de su lugar.

—Fui ingeniero en sistemas. —contestó Roberto, sin voltearse, mientras pasaba una página.

—Wow, ¿y tienes alguna computadora por aquí, entonces? —preguntó Topo, haciéndose la ilusión que tal vez podría jugar al Solitario o al ajedrez contra la máquina.

—No, la dejé en el Reino de la Luna... odio las computadoras.

—...Ah.

"Que irónico" pensó.

Topo se limitó a agarrar un libro de color morado con estrellas.

—¿Magia para principiantes? —ese título le sonó extraño. Y había más títulos similares en el lugar donde lo había quitado.

—Estaban de oferta en la librería del pueblo. —escuchó a Roberto Luna atrás suyo. No pudo evitar no sobresaltarse y brillar de la nada al percatarse tarde que el contrario estaba tan cerca de él.

Al ser de luna no le pareció muy agradable su acción y junto con una expresión de disgusto, le arrebató el libro al ser de sol para ponerlo de nuevo en su lugar. Subsecuentemente, volvió al escritorio a seguir con su lectura.

Roberto era lo que algunos llamaban "lector compulsivo", un adicto a la lectura, eso hacía que también fuese alguien que compraba libros que acababan juntando polvo en sus estantes, polvo que luego limpiaba, más no se detenía a leer. No importaba de qué eran, los traía a su hogar, y si eran de un tema de interés, los leía enteros. Quizás era una acción desesperada para distraerse del aislamiento en que vivía.

"A este paso te volverás acumulador de libros", se había quejado su hermano mientras lo ayudaba a empacar libros que deseaba donar para tener más espacio (para nuevos libros, obviamente).

—¿Te interesa la magia? —cuestionó Topo, sacando a Roberto de su trance.

—¿En qué te afecta que me guste la magia o no? —el ser azulado le respondió con otra pregunta, con un tono de voz frío.

—No hace falta tanta agresividad, Roberto, ¿acaso te hacían bullying de niño o qué?

Roberto Luna volteó a mirarlo bastante ofendido, arrugó el entrecejo, se levantó de golpe de su silla y salió de la habitación, dejando a Topo bastante confundido.