Capítulo 15: El retorno

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Escrito por cincopezos (Sami) y ValTennant019 (Val)


—Ordenemos un poco la casa antes de salir, ¿sí? —propuso Riki Luna, agarrando unos libros que encontró en el suelo para llevarlos de vuelta a la biblioteca.

—Sí, después me daré un baño. —agregó Roberto Luna, colocando bien una lámpara que estaba caída.

—Por fin, hasta acá se siente que apestás a hielo de heladera. —respondió Riki mientras ahogaba una risa nasal

—Ay, cállate que tú no te bañabas en época de liceo. —Roberto le lanzó un cubo de hielo que le dio en la frente.

—¡Ey, eso dolió! —se quejó Riki pero terminó riéndose, esa acción le recordó a cuando eran niños y jugaban con la nieve y hielo que Roberto era capaz de crear con sus propias manos.

No tardaron ni treinta minutos en arreglar el desastre, así que Roberto se fue al baño a tomarse la tan necesaria ducha mientras Riki se quedaba a pasar una vez más la escoba por el piso que ya estaba reluciente.

El ser de luna con gafas grandes no podía dejar de pensar en cómo habían lastimado a su hermano mayor. Era cierto, sólo había sido un rechazo amoroso, pero lo dejó considerablemente perturbado la manera en que reaccionó. ¿Tanta era la desesperación de Roberto para ser amado por alguien más? ¿Tanto le podía doler la opinión de otras personas?

No iba a negar que estaba "mal de la cabeza", tenía muchos bodrios mentales sin tratar, cosas que venían de su infancia misma, cuando sus padres sin saber qué hacer con su condición lo aislaron del mundo y poco a poco empezaron a tratarlo mal.

Riki sabía que tanto el Señor como la Señora Musso Luna le tenían terror a su propio hijo, y que ser fríos y distantes con él era de las pocas formas que conocían para tener todo bajo control.

"Estar cerca de Robertito es como caminar sobre cáscaras de huevo o sobre cristal, un paso en falso y desata sus habilidades de hielo...", recordó lo que decía la madre de ellos con tono de angustia e impotencia.

Riki sabía que eso sucedía de forma involuntaria. Aún tenía el recuerdo vivo del día en que al encontrarse en la salida de la escuela primaria vio que su hermano mayor estaba llorando y caminando a paso rápido, intentó acercarse a él tocándole el hombro como señal de apoyo, pero Roberto respondió agresivamente ante el contacto físico imprevisto congelando el brazo derecho de Ricardo. Fueron momentos de terror genuino debido a que Roberto aún no sabía cómo descongelar partes humanas. Menos mal encontraron rápido una roca en el camino para romper el hielo.

Tanto Ricardo como Marcela Luna eran más que conscientes que su hermano mayor no hacía esas cosas a propósito, que él también tenía miedo de sí mismo y de lo que podría ser capaz de hacer sin se descontrolaba.

Si tan solo las personas fueran capaces de ver más allá, si tan solo vieran la persona tan amable y sensible que era en realidad.

Tal vez ese ser de sol fue capaz de ver más allá de la superficie de Roberto, pero al parecer no tuvo el valor suficiente para quedarse o atreverse a dar el siguiente paso.

Qué cobarde de su parte, e imaginar cómo lastimaron a su hermano le hacía hervir la sangre.

—Ya estoy listo. —escuchó la voz de Roberto Luna desde el pasillo.

—¿Ves que no eres tan feo cuando te bañas? —Riki intentó ponerle humor al asunto.

—No sos nadie para decirme eso. —Roberto se colocó una de las capas que tenía colgada en el armario del vestíbulo— ¿No te importa si llevo unos pedidos en el trineo? Tengo que entregar hielo. —preguntó a la par que se iba a la habitación donde se hallaba su trineo con varias bolsas de hielo puestas en orden y con etiquetas sobre él.

Incompatibles (AU del Sol y la Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora