Capítulo 22: El colapso

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Escrito por ValTennant019 (Val) y cincopezos (Sami).


Nota de las autoras: Se recomienda discreción para este capítulo debido a temas fuertes que se tocarán en el transcurso de la narración (descripción gráfica de un colapso nervioso o meltdown). Si ustedes están pasando por un mal momento, por favor, pidan ayuda a alguien de confianza. Siempre pongo en claro que esta es una obra de ficción, y que no deseo el mal a los que la protagonizan.


***

De camino de regreso a la fiesta, Roberto Musso Luna y Santiago Tavella Venus se la pasaron hablando sobre lo que habían estado haciendo en los últimos diez años, mientras Topo Antuña Sol caminaba delante de ellos, poniendo atención cada tanto a su conversación.

—Me alegra que al menos no dejaste de hacer esculturas de hielo, Rober, en verdad tienes talento para eso —opinó Santiago, cuando ya estaban a mitad de camino—. No me arrepiento de haberle dado un puñetazo al que rompió tus estatuas en la feria de arte del liceo y que me suspendieran tres días, jajajajaja.

Roberto Luna había olvidado por completo ese hecho. La frase Siempre los malos recuerdos son los que perduran más era mucho más realista de lo que pensaba.

"Vos escribiste esa frase, Roberto", le recalcó su propia cabeza, con un recuerdo borroso de él mismo frente al cuaderno de notas, en la biblioteca de su casa.

Definitivamente, los momentos de desconexión se estaban agravando. ¿Era disociación o despersonalización? No tenía idea, tendría que aceptar la sugerencia de Ricardo en ir al psicólogo, pero eso implicaría la gran probabilidad de regresar al Reino de la Luna.

—¿Aún sigues escribiendo canciones?

Esa pregunta hace que Roberto Luna detuviera su marcha bruscamente.

—¿Rober escribía canciones? —esta vez, fue Topo Sol el que habló—. No me lo habría imaginado... ESPERA, recuerdo que lo encontré cantando un tema de Arjona Venus y mencionó que solía cantar en un grupo llamado "El Cuarteto de Nos".

—Ah, sí, la banda que Robertito, Ricardo y yo formamos cuando éramos jóvenes. —Tavella Venus no pudo privarse de esbozar una cálida sonrisa por los gratos recuerdos que empezaron a invadir su cabeza—. Lástima que solo logramos grabar medio disco con Alberto Wolf Saturno.

"Pero si leíste mi diario, cabeza de fósforo.", protestó el ser de tonos azules en sus pensamientos, y la mención de ese evento le hizo recordar todas las cosas horrendas que ocurrieron.

"No seas estúpido, ¿cómo iba a saber que algunas cosas raras que escribís ahí son para ser cantadas?", se burló de él su propia conciencia.

"Justo tenía que mencionar la vez que te encontró hecho pelota con Arjona de fondo...", Roberto no deseaba recordar esa mañana tan horrible.

—Sí, y era buenísimo. Roberto es tan obsesivo con el lenguaje, que incluso Riki lo llamó "Una metralleta de palabras". —Tavella seguía hablando con Topo, a la par que gesticulaba con las manos para dar énfasis a esa época de juventud que tanto extrañaba.

El ser de tonos azules seguía sin hablar, poco a poco la sensación de que había un cristal entre él y sus amigos se volvía más y más fuerte. Procuró con todas sus fuerzas seguirles el ritmo, pero sentía un enorme peso que le volvía difícil respirar.

—Roberto, ¿estás bien? —el ser de tonos naranjas se percató que su "amigo" quedó detrás de ellos, a diez pasos de distancia, así que él y Tavella retrocedieron hasta donde se hallaba.

Incompatibles (AU del Sol y la Luna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora