Incompatibles (AU del Sol y la Luna)

Capítulo 29: La cita de aniversario

Escrito por ValTennant019 (Val) y cincopezos (Sami)

Roberto Luna se encontraba recostado en el sofá azul de la sala de estar, leyendo un libro que encontró husmeando en el lado de la biblioteca que correspondía a Topo Sol. Cada tanto se ponía a revisar lo que su novio había traído en la mudanza, siempre había considerado que uno podía saber más sobre alguien a través de lo que leía. Hasta donde pudo ver, a su pareja le encantaba el género de romance, fantasía y aventuras, como también los libros sobre arte y música.

A veces recordaba como él deseó ser uno de esos personajes que encontraba el amor de su vida y sus sentimientos eran correspondidos. Afortunadamente, su ansiada fantasía se había cumplido después de tantos años de soledad y depresión.

—Ya me lo esperaba. —el ser de luna no se sorprendió de lo cuán predecible era la trama de la obra que tenía en manos, aunque le debía dar mérito a que la narrativa con vocabulario pomposo lo enganchaba cada tanto. Lamió un dedo para pasar la página, y cuando estaba a punto de leer el epílogo oyó unos pasos de alguien aproximándose.

Topo atravesó el umbral de la sala, llevaba puesta una camisa de vestir naranja, junto a un pantalón de mezclilla azul marino y unas botas frazzani. Su cabello lo había llevado hacia atrás, seguía un poco húmedo, así que Roberto dedujo que acababa de bañarse.

—Te ves guapo pero el azul no va contigo, Topo, es como cuando intentas tomar sopa con tenedor. —dijo el ser de luna, siendo brutalmente honesto y mirando de reojo a su pareja. Ver a Topo usando prendas que no concordaban con su colorimetría cotidiana era simplemente extraño para él.

—Rober... —Topo Sol se aproximó al sofá donde se hallaba su pareja, como si hubiera hecho total caso omiso al comentario que le acababa de hacer.

—¿A dónde vas? —cuestionó Roberto, mientras bajaba el libro sobre su regazo, sin antes ponerle la cinta roja que funcionaba como marcapáginas.

—Vengo a invitarte a cenar.

Roberto sintió como su presión bajaba de golpe, arqueó una ceja para disimular el cambio de compostura, quizás necesitaría un refresco de arándano en cualquier momento. Estaba incrédulo por lo que acababa de escuchar, trató de dar la impresión de que lo que había dicho su novio no lo tomó de sorpresa, mas su corazón lo traicionó al dar un vuelco de emoción. ¿Qué iban a celebrar? Ya había pasado el aniversario de la primera vez que se conocieron, y ese día se limitaron a ver películas mientras comían pizza casera. No tenía ni la más mínima idea de lo que él estaba planeando, y eso le estaba provocando ansiedad e incertidumbre.

Carraspeó para aclararse la garganta, pensando en qué decir:

—¿A cenar? —respondió al fin, aún queriendo aparentar un semblante neutro —¿No te gusta cómo cocino o qué?

—¡No! ¡O sea, sí! Si me gusta cómo cocinas, pero hablaba de salir para pasar el rato en un lindo lugar, como pareja —respondió, algo nervioso— ¿Querés ir? Bueno, tenemos que ir porque ya reservé un lugar aunque puedo llamar a cancelar y... —seguía tratando de explicar mientras movía ansiosamente sus manos como si estuviera justificando un mal acto.

"Como pareja...", recordar que ellos eran novios desde hace un año hacía que Roberto deseara que su yo de hace unos años atrás lo viera para demostrarle que sí había esperanza después de todo. Los símbolos de sus mejillas empezaron a brillar con intensidad.

—¿Dónde? —preguntó el ser de tonos azules, bastante curioso y sin desear seguir ocultando su obvio entusiasmo— Sabes que no puedo beber alcohol, así que más vale que no sea en un bar.