Incompatibles (AU del Sol y la Luna)

Capítulo 13: Siguiendo el camino

Escrito por cincopezos (Sami) y ValTennant019 (Val)

Topo ya había atravesado el sendero de la montaña cuando volvió a pensar en el ser de luna que había dejado solo. Estaba anochecido y tenía suerte de haber encontrado un pequeño hostal del otro lado para poder pasar la noche y parte del día ahí para recuperar fuerzas.

Y vaya que necesitaba recuperarlas después de haber caminado tan rápido.

El reino Elemental-Agua estaba a un día de caminata, y debía prepararse para la travesía. Ya tenía todo lo necesario, solo debía levantarse temprano mañana, desayunar bien y seguir con su camino.

Era obvio que se sentía culpable por haber dejado a Roberto Luna, hasta se sentía terrible por haberlo dejado solo.

—Agh, olvidé las mandarinas en la cocina de Rober. —se quejó Gustavo, al revisar su mochila y no encontrar las frutas que había comprado para el viaje.

—Podría volver... —se dijo, pero el deseo de hacerlo era más que nulo.

—Estará bien, total, él prefiere la soledad después de todo. —se dijo Topo a sí mismo, mientras contemplaba desde la ventana el bosque nevado que dejó atrás.

***

—¿Topo Sol? —escuchó una voz detrás de él en aquel parque de fuentes de agua donde estaba caminando. Ya se estaba por cumplir una semana desde que llegó a su primer destino, y ya estaba por recorrer todos los rincones que el Reino de Agua tenía para mostrarle.

Dio media vuelta y encontró al ser de tonos rojizos que había conocido en el transbordador del Sol a la Tierra: Santiago Marrero Marte.

—¡Marrero Marte! —exclamó Topo y abrazó al más joven— ¿Qué hacés acá?

—Volví a la Tierra hace unos días para venir al Reino Elemental-Agua con mi amigo. —explicó el hombre más joven, acomodándose la gorra, detrás suyo había un ser de tonos café y verde tan alto como él y de sonrisa agradable.

—¿Qué tal? Soy Luis Angelero Elemental-Tierra. —se presentó al ser de sol y ambos seres se estrecharon las manos.

—¡Muy bien, un gusto conocerte! —exclamó Gustavo con entusiasmo.

—Y tú, Topo, ¿qué haces por aquí?¿No deberías estar mucho más lejos? Escuché que hubo muchas tormentas de nieve y era peligroso en la montaña donde ibas a hacer senderismo y me preocupé por vos, así que me alegra ver que estás ileso. —comentó Marrero haciendo énfasis en la broma anterior.

—Ah... Con respecto a eso, acabo de llegar aquí hace como una semana. —respondió Topo mientras llevaba una mano detrás de su cabeza, junto a un tono levemente nervioso.

—¿Qué? ¿Entonces dónde estuviste todo este tiempo? —cuestionó Marrero Marte.

—Cierto, Marre me contó sobre tu idea de recorrer los Reinos elementales de la Tierra, y según mis cálculos ya deberías estar por el Reino Elemental del Aire. —aportó Angelero Tierra, un poco desconcertado.

—Me hospedé en la casa de un hombre que vivía en el bosque. —respondió Topo sin muchos ánimos de profundizar la respuesta.

—¿Un hombre viviendo en medio de una montaña helada, cerca del sendero? ¡Me parece que te encontraste a una leyenda de esos lares! Dime ¿Cómo era? —respondió Angelero, bastante entusiasmado.