Blair se atragantó varias veces con la polla de Tom en su boca. La espalda ya le dolía de haber estado encorvada por vario esto. Pero las lamidas que Mattheo le daba a su coño lo valía. Por Merlín, que buena lengua que tenía. Estaba segura que se correría en cualquier momento.
Tom reprimió un gemido al sentir la caliente y húmeda lengua de Blair pasando por su punta adolorida, roja y necesitada. Se correría en su boca si ella seguía chupándolo y mirándolo así. Esa mirada tan inocente pero sucia a la vez. Tomó su cabello para que tomara toda su polla, tenía que descargarse con ella, y que mejor manera que ahogándola con su enorme polla en su boca. Aún seguía enojado porque Blair se haya follado a Berkshire.
¿Quien se creía ese Slytherin con cualidades de Hufflepuff para follarse a su chica?
Mientras que Mattheo trataba de hacer sentir bien a la morena, chupando y sorbiendo sus fluidos. Metiendo de vez en cuando su lengua en su entrada. Sacándole gemidos ahogados a la mujer. Palmeó con fuerza su trasero y ella gritó, enviándole un escalofrío a Tom y sin esperárselo, se corrió en su boca mientras soltaba maldiciones bajas.
—Joder. —murmuró dejándose caer sobre la cama exhausto.
Blair cayó sobre él pero su descanso no duró mucho. Mattheo había dejado de lamerla, frustrándole un orgasmo. Pero él fue rápido y alzo su trasero a su disposición y entonces la embistió con fuerza.
—Mierda. Estás tan apretada. —gimió encantado por cómo la estreches de la chica lo había recibido.
Tomó enseguida reaccionó al oír un quejido de Blair. La tomó del cuello y la besó ferozmente, apretando levemente su cuello, quitándole la oportunidad de respirar. Él se separó y la miró sin ningún tipo de expresión.
—Has sido una chica muy mala, nena. ¿Crees que te mereces que te folle? —le hizo una seña a Mattheo para que se alejara de ella.
Mattheo se quejó en voz alta y se separó de Blair a regañadientes. Tom soltó el cuello de Blair sin dejar de mirarla con cierto enojo. Se reincorporó sobre la cama, sentándose al borde de esta y obligó a Blair a que se sentara de espaldas a él. Metió su polla duramente y sin darle chance de acostumbrarse, empujó sus caderas hacia arriba para golpear su pelvis. Tomó ambos brazos de Blair y los puso detrás de su espalda para impulsarse y embestirla con fuerza.
—¿No que no te gusta que monten? Maldito bipolar. —se rio mirándolo sobre su hombro. Tom gruño y bombeo apresuradamente. Blair gritó ante lo rápido que Tom iba.
Mattheo se moría de la rabia al ver como su hermano se llevaba toda la diversión. Pero no se iba a quedar así. Caminó hacia ellos y abrió las piernas Blair, ella al sentir sus piernas abiertas se giró a ver Mattheo y le sonrió seductoramente en lo que dejaba las piernas abiertas para él.
A Tom ni siquiera le importo aquella tensión que hubo entre esos dos. Solo quería correrse y luego los dejaría.
Mattheo se metió y penetró también a Blair. Ella dejó caer su cabeza sobre el pecho de Mattheo ante la sensación de tener dos pollas en su interior. Maldición, se sentía tan jodidamente bien.
—Oh, Dios. —Mattheo volcó sus ojos hacia atrás ante lo bien recibido que estuvo por las paredes vaginales de Blair.
—Mhm, diablos. —jadeo algo cansada. Pero las embestidas sincronizadas de los dos hermanos la mantenían despierta.
Mattheo tomó el mentón de Blair y la obligó a mirarlo. La cacheteó cuando ella cerró sus ojos. Gruño por el golpe. Él se rio.
—No te duermas amor. —le pidió suavemente sin dejar de irse contra ella.
Tom jadeo y besó la espalda de Blair para relajarla. Sus músculos estaban tan tensos, que sentía que ella se correría. Pero no la dejaría. Al menos él no. En cuanto sintió su miembro palpitar, cerró los ojos y se descargó en los adentros de Blair. Ella mordió su labio al sentirse llena por una parte.
Tom la empujó hacia Mattheo, saliendo de su interior y tomó sus ropas, saliendo de la habitación. Mattheo y Blair se quedaron un rato viendo la puerta con confusión.
—Ya tuvo lo que quería, mi turno. —sonrió emocionado y tomó a Blair entre sus brazos para dejarla más cómodamente en la cama
La dejó boca abajo sobre el colchón para que así descansara un rato. Acunó las mejillas traseras de la chica entre sus manos, y luego las abrió para dejar ver su coño brillante de nuevo.
Metió su polla en su agujero y la follo a su antojo. Blair gemía y se dejaba follar por el chico de rizos. Solo podía tomarlo y apretar las sábanas con sus manos. Cuando su coño apretó una última vez a Mattheo, este se vino también en sus adentros. Y luego ella al estar llena, expulsó sus jugos con los de los otros dos.
Ambos satisfechos, se recostaron en la cama agotados. Blair aún estaba boca abajo, así que Mattheo se acosto a un lado de ella, abrazando su cintura.
Un par de minutos pasaron y la puerta de la habitación de la chica se abrió. Allí estaba Tom, con el ceño fruncido por el olor a sexo que inundaba el cuarto. Ignoró aquello y la posición en la que estaban su chica y su hermano.
Se dirigió a la cama con ellos allí y alzo el pecho de Blair para acostarla en el suyo. Mattheo aún la tenía agarrada, y no la soltó.
Tom estaba terminando de leerse un libro con un cigarrillo en la mano, mientras se relajaba al oír las tranquilas respiraciones de sus dos personas favoritas. Los miró por un largo rato, y luego se decidió ir a dormir también.