Memorias

CAPITULO 1 : COMIENZO

CIUDADELA 2000
—Anto despertá no seas gila.—menciona Danilo agotado y a la vez desesperado.
Antonella despierta desconcertada.
—¿Dónde estoy? —responde la chica notoriamente asustada.
—Es difícil de responder.—explica

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Antonella Martínez - 16 años

Danilo Sánchez - 17 años

Carlos Tévez - 17 años

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4 AÑOS ANTES
CIUDADELA 1996

Danilo y Carlos como buenos amigos, un día cualquiera deciden salir juntos a dar una vuelta por el barrio, entre broma y broma acaban en la azotea de un edificio.
Los dos se asoman al precipicio, y se fijan especialmente en un vagabundo de la esquina.
—Ese cachucha es re pajero.—suelta Danilo con un tono de superioridad a su amigo, Carlos sorprendido lo mira casi instantáneamente.

El par de amigos miran hacia abajo, de nuevo centrándose en el viejo, parecía estar comiendo lo que parecía una mandarina.
—La otra vuelta, había unas pibas en la parada del bondi. Fué el chabón, se bajó las lompas, le mostró la poronga, todo.— ríe el castaño.
—Nada que ver.Re atrevido igual, ¿eh?—afirma el amigo de Tévez.

Los chicos se fijan en una rubia que iba pasando al lado del hombre del que se estaban burlando segundos atrás, la chica parecía incómoda.
—Yo lo prendería por enfermo.—dice Danilo al ver las intenciones del viejo, mientras juntan saliva en sus bocas.
—Mirá qué le tenés que pegar, ¿eh? Si no déjame a mí.—de mientras Carlos le da un pequeño empujón.
—¿Qué empuja'? Mirá si me caigo gil.— se ríen los dos.

Los amigos se fijan mejor en el distante suelo que tenían bastantes metros abajo, y ven como el anciano se intenta acercar cada vez más a la chica.
—Tenés que calcular bien la distancia y el viento. Como cuando le pegás a la pelota para que entre al ángulo.—le aconseja el castaño al de rizos mientras se recuestan en el suelo para poder ver mejor.
—¿Me escuchaste?—pregunta Danilo.
—Si.—responde a su vez Tévez.

Danilo y Carlos finalmente se concentran para no escupir sin querer la cara de la rubia que tenían metros abajo, ya que lo que deseaban era escupirle al viejo.
Los dos en un intento desesperado de escupirle al mayor, comenzaron a reírse por lo confundido que este se veía.
—¡Cachucha!—grita el moreno haciendo que el vagabundo mire hacia arriba, de un segundo a otro se lleva un escupitajo entre ceja y ceja.
—¡La concha De Dios! ¡Pendejo del orto!—insulta el anciano desesperado e impotente al ver a los niños reírse.
—¿Viste qué capo soy, como le pegué?—dice el amigo de Tévez orgulloso.
—Dale, tómatela—dice entre risas Carlos.
—Te voy a prender fuego, ¿eh? Te voy a prender fuego a vos y a tu hermano— exclama el cachucha mientras la rubia corre rápidamente.
—Ya nos lo agradecerá—declara Danilo, obviamente refiriéndose a la chica.
—¿A quién vas a prender fuego? ¿Qué hacés acá molestando? ¡Dale viejo pervertido! Vení dale, tómatelas— afirma un muchacho mientras patea al vagabundo, hechándolo de la plaza donde se encontraba.
—Dale, no molestés a la gente— termina de decir, y de hechar al viejo.
Mientras la chica corría alejándose de ese lugar, lo mismo hacían los chicos intentando perseguirla de algún modo en el que no pareciesen acosadores.

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Belén Aguirre- 13 años

Danilo Sánchez- 13 años

Carlos Tévez- 13 años

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Hasta aquí el primer capítulo, un poco corto, pero es sobretodo para introducirse a la historia.
Iré actualizando cuando pueda y tenga tiempo.
Esta historia va a estar dividida entre el pasado y el futuro, primero me centraré en el pasado, para ir dando contexto.
Gracias por leer.
Ojalá que os guste ahre