Memorias

CAPITULO 10: LUNA

—A quién le decís pelotuda, vos. —Responde inmediatamente Sebastián.

Los tres amigos ya habían discutido un par de veces con Hernán, ya sabían de sobra cómo era.

Danilo se da cuenta de las intenciones de el falopero e intenta calmar la situación. —Che, paren un toque, ¿no?

—Qué toque vamos a calmar con la puta esta. — Refiriéndose a la rubia.

Belén estaba muy enfada, pasaban de ser sus amigos, a decirle de todo, sin que ella les hubiese hecho absolutamente nada.

Ella aprieta los dientes, casi como si se le fuese a explotar la boca en mil pedazos. El uruguayo nota el enfado de la chica y le toca el hombro, intentando calmarla.

Sin tener esto en cuenta, Aguirre suelta un puñetazo a sangre fría a Hernán, este se queda sin palabras, nunca pensó que fuese a hacer eso, no la veía capaz.

—Cálmate rubia teñida. —Dice la chica que estaba al lado del que había recibido un golpe.

—Como se va a calmar con ustedes insultándola. — Cata, solo quería ayudar a tranquilizar el ambiente.

El moreno se queda unos segundos pensando, con el cachete dolorido, pero le devuelve la piña a la rubia.

Belén sigue pegándole, sucesivamente, hasta que consigue tirarlo al suelo. A ella le daba igual, la había metido en la droga y le había comido la cabeza, ella pensó que ese era su karma.

Después de dos puñetazos más, mientras todos se estaban gritando cosas, un amigo de Hernán saca una pistola.

Todos se callan, incluyendo a Aguirre quien había parado completamente en seco al darse cuenta de lo que estaba pasando.

—Váyanse o disparo, solo la queremos a ella. — Señala el chico a Belén, quien se levanta con los nudillos manchados de sangre, al igual que la nariz del chico al que le estaba pegando.

—¿Porque a ella? —Pregunta Danilo, sin intenciones de irse a ningún lado sin su amiga.

—Porque es una zorra. —Responde la "novia" de Hernán.

—Che cállate. — De mientras se limpia la sangre de su cara, —déjenos en paz y os dejamos a ustedes, solo la queremos a ella.

El chico de la pistola le quita el seguro, si no se marchaban en ese instante, no le importaba disparar.

Sánchez se acerca a la rubia, susurrándole —voy a ir por ti, tranquila. —

De mientras los cuatro se van, no querían tener problemas con ese tipo de gente. Dejando a Belén completamente sola.

A la chica le tapan los ojos y la boca, dejándola sin poder ver ni hablar. Y le atan las manos y los pies, dejándola sin poder moverse.

La meten en un camión y se dirigen a la casa de Jorge, el hermano de Hernán, donde vivían ellos y unos cuantos amigos más.

Belén por un momento se sentía segura, Danilo se sabía la ubicación, su hermano estaba metido en ese mundillo. Confiaba en que la iría a buscar, lo malo es que quedaba un poco lejos de su casa.

—No me lo puedo creer che. —Dice Sebastián muy indignado.

—Yo voy a ir por ella. — Decididamente mira a los otros tres, que no sabían que hacer, —¿vienen?

—Es un re quilombo pero vale. —Responde Catalina, dispuesta a ayudar a su amiga.

—Yo también voy. — Se suma Sebastián.

—No me queda de otra. —Termina de decir Esteban. —¿Pero dónde carajo está?

—De seguro está en la casa del Cochi, yo se como llegar, pero está re lejos. — Danilo se pone en marcha, y nadie rechista a si que caminan lentos pero sin pausa, hacia su destino.