CAPITULO 2 : AMIGOS

257 9 2
                                    

Los chicos seguían corriendo detrás de ella, cada vez iban más rápido, pero en un intento de alcanzarla, la perdieron completamente de vista. Los dos pensaron que ella no era del barrio, ya que no la habían visto ningún otro día por allí.

—Como corre esa, ¿eh?—dice Danilo soprendido de que una chica corriese más rápido que el.

—Y, la verda' es que si—afirma Carlos.

Al día siguiente

Como una mañana igual a las anteriores Carlos se levanta de la cama, este se prepara para ir a clases. Al salir de su casa, en una esquina esperándolo se encontraba Danilo, igual de desaliñado que todos los días. Tranquilamente comenzaron a hablar sobre el día anterior, lo estúpido que era el Cachucha, y las risas que compartieron.
Por unos momentos dejaron de pensar en todo lo demás.

—Che, ¿tu crees que la rubia esa esté bien?— miró fijamente el castaño al de rulos
.
—¿Desde cuando te importa tanto alguien que ni conocés? —pregunta extrañado Tévez.

—Déjate de joder, ¿ahora no me puedo preocupar por nadie?— recalca Danilo

A Carlos se le ocurre mirar la hora, por supuesto iban a llegar tarde de nuevo.
Los amigos corrieron al darse cuenta de esto, en la calle los miraban raro, pero a ellos no les importaba tenían que llegar lo antes posible. Al pasar tres calles por fin, agotados, llegaron.

Al llegar 15 minutos tarde, sorprendidos los dejaron entrar.

—¿Se puede?— el de rulos toca la puerta mientras su amigo estaba detrás esperando alguna respuesta de la maestra.

—Si, dale, también se puede llegar antes—reprocha la profesora mientras anota que han llegado tarde.

Al entrar por la puerta para sentarse en sus sitios notan como que algo no cuadra, algo diferente. Estaban viendo a la rubia de ayer. La chica los miró fijamente un poco asustada, y los chicos la miraron de vuelta, mantuvieron contacto visual durante unos segundos hasta llegar a sus sitios.

La chica se encontraba en primera fila así que lo único que podían ver de ella era su cabello rubio que le llegaba un poco más abajo que los hombros, llevaba una camiseta negra de tirantes y un vaquero azul, sin embargo los chicos llevaban lo primero que habían visto en su armario, Danilo una camiseta de fútbol, una sudadera roja, y unos pantalones deportivos. Tévez llevaba una camiseta blanca con una chaqueta vaquera, y unos jeans.

Les tocaba clase de matemáticas, el aburrimiento mezclado con el sueño hacían que el de sudadera roja cada vez estuviese más cerca de dormirse. Al estar en última fila con su amigo al lado no se enteraba de nada. Carlos sin embargo pensaba en ver a Mariela en la salida, la chica en la que tanto pensaba era su novia, una morena de pelo largo y brackets, muy linda.

Al sonar la campana del descanso, el de rulos sale casi corriendo para ver a su novia, mientras que Danilo estaba casi dormido levantándose poco a poco. Cuando fue a ver la rubia había desaparecido, rápido sale de clase y mira en los profundos pasillos a ver si se encuentra con la chica. En un intento desesperado se encuentra a su amigo hablando con la morena.

—Eh carlo'—grita Sánchez. —Me dejaste re solo. — mientras se acerca.
Para su sorpresa Carlos se gira y se alcanza a ver a la morocha, con al parecer una amiga suya, la rubia de antes. Danilo sorprendido camina prácticamente corriendo hacia el grupo de tres.

—Mirá Dani ella es Belén, una amiga de Mariela, —dice el de rulos

—Encantado soy Danilo— le estrecha la mano a la chica.

La chica un poco confundida le estrecha la mano también.

—Soy el amigo de este— señala a Carlos.

MemoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora