CAPITULO 13: VIVIR

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—¡Belén! — La chica se encontraba tumbada en la cama, llorando, con los ojos completamente hinchados y rojos.

—¿Qué pasó? —Pregunta Danilo ante la estrepitosa escena ante sus ojos.

Entre sollozos se logra distinguir una frase salir de la boca de la rubia, —mi padre nos abandonó, a mi ma, y a mi.

Mientras la chica continúa, Sánchez le da un abrazo, un consuelo. Y Carlos lo sigue, sin saber muy bien que estaba haciendo ni que estaba pasando.

—Respirá, ¿si? Intenta calmarte. —Dice el uruguayo mientras le limpia las saladas lágrimas y la sigue abrazando.

Una hora después

¿Van a estar bien? — Los padres de la rubia logran ver que la chica ya está en estado de irse a su casa.

—Si, si, vamo' a estar bien, va conmigo. — Danilo le pone la mano en el hombro a la chica, dando señal de protección. La iba a acompañar hasta su casa.

La madre de Catalina pasa suavemente su mano sobre el rostro de Belén, dando una reconfortante despedida.

Ambos salen de amplia casa, y comienzan una conversación, —¿Cómo eso de que tu padre las abandonó? ¿Qué pasó?

—Bueno che, ya se notaba que estaba harto de nosotras, y dejó una nota en la mesa diciendo que se va del país que se yo. También lo buscaba la cana. — La voz entrecortada se notaba a kilómetros de distancia.

A Aguirre le comienzan a lagrimear los ojos de nuevo, y antes de que comenzase a llorar de nuevo, el uruguayo dice, —Yo voy a estar aquí para todo lo que necesites, ¿si?

Al terminar la frase Sánchez le da un sutil beso, que le sigue a un abrazo tierno entre los dos. —Gracias Dan, te amo. — La rubia continúa abrazándolo.

Después de un rato caminando llegan a al portal, —linda, si no querés subir ahora podemos esperar.

—No, voy a subir, y tu acompáñame. —Ordena Aguirre que a su vez le agarra la mano fuertemente al chico.

Mientras suben las escaleras, la energía cada vez se tornaba mucho más densa y pesada.

Belén coloca la llave en la cerradura y gira lentamente el tomo, abriendo a su vez la puerta. Para su sorpresa su madre no estaba en la casa.

Cierra la puerta, sigue sujetando la mano del castaño aunque ya no lo necesite porque sus inquietudes se habían calmado.

—Que hijo de puta que es tu padre, si no está en la casa, te pega, si está, no te hace ni caso... Y tu madre nunca está tampoco che.

—Vos tampoco podés criticar mucho de mis viejos, ¿nunca me hablaste de los tuyos?

Danilo comienza a ponerse tenso, era obvio que le tenía que mentir. Aunque fuesen novios, algo dentro del chico le impedía por completo abrirse y hablar.

—Nada, mis viejos son normales... — Comienza a mirar para todos lados, —igual eso no importa.

Los dos por unos segundos se miran, en silencio.
Belén se abalanza contra él, tirándolo al sofá, y dándole un largo beso.

Boca con boca, rítmicamente conectadas, continúan. El uruguayo pone sus manos en la cara de la rubia.

Dentro de este simple beso, se escondían muchos sentimientos, tanto por parte de Belén, con dolor, angustia, y muy triste por la horrible marcha de su padre. Aunque no le importaba mucho. También por la agresión por parte de su ex mejor amigo.

Tanto por parte de Danilo, escondiéndole a la chica que más quería en toda su vida, su propia familia, la otra parte de su vida, su situación económica.

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