Fat» Clifford❀

18.

"Espero puedas perdonarme, tuve un problema mayor con mi madre y ahora me mando con mi padre. Lo siento, seguramente cuando recibas esto no estaré en Sídney. La casa de mi padre está en Queensland, en Brisbane exactamente. Realmente no sé si te vaya a volver a ver en este tiempo, las cosas empeoraron con mi madre, y discúlpame, Juno, pero prácticamente sólo pude tomar mis cosas. Y sobre todo lo que hemos vivido, gracias. Me alegro que hayamos forjado esta amistad tan fuerte, espero en su momento volver y ahora si, por fin, darte a saber todos mis sentimientos.

Te diría que me esperaras, pero sería algo egoísta de mi parte. Vive tu vida Juno, No dejes que las personas se sobre pongan ante ti, eres fuerte, de eso me he dado cuenta. Desde ahora te pido que sigas sin mí, pero que hagas algo por mí. Sigue con nuestros objetivos, llega a tu peso, pero sobre todo... ¡Demuéstrale a todos aquellos que no creyeron en ti que tú puedes! Haz que Calum, Jeannie y todo aquellos que te llamaron Gorda, se arrepientan y se den cuenta que tú eres como ellos, pero vales mucho más.

Quiero volver, Juno, Lo más seguro es que si lo haré.  Y en ese momento quiero ver que has podido con todos y cada uno de estos problemas, quiero ver que has vencido a la adversidad, quiero ver a una nueva y mejorada Juno Ryman.

Hasta pronto, Te quiere y te desea lo mejor en todo; Michael Clifford."

Todo parecía tan surrealista, este sin dudas era el peor cumpleaños de mi existencia, Michael se había alejado de mí. Todo iba muy bien, demasiado diría yo.

En este momento mi madre me miraba con su ceño fruncido, no la culpo, mis lágrimas empezaban a brotar de manera que no podía pararlas. Luke me había entregado el más feo de los regalos de cumpleaños, y no sabía cómo sentirme al respecto.

La desesperación pronto se apoderó de mi cuerpo y tomó control del mismo, sollozos salían de mi boca sin que pudiera pararlos. Nada estaba bien, Michael era mi base de apoyo, y ahora que no estaba me caería en cualquier momento.

- No llores Juno, Por favor. - Los brazos de Luke encontraron a mi cuerpo en un abrazo, el cual en un principio acepte, hasta que recordé quien era el enemigo.

- ¿¡Tú lo sabias!? ¿¡Por qué no me dijiste que se iba!?

Empuje su cuerpo, la desesperación era demasiada, no me importaba nada, solo quería estar sola, no me importaba siquiera el hecho de que posiblemente estaba hiriendo a los presentes en mi casa que estaban ahí para celebrar mi décimo séptimo cumpleaños.

- ¡Eres un idiota! ¡Te odio!

No lo odiaba, no lo hacía. Las palabras sólo estaban saliendo de mi boca, mi cuerpo sólo se estaba moviendo por sí solo, yo no quería esto. Mis pies se movieron solos y llegue a la segunda planta, entre a mi cuarto y me encerré en él.

Tome mi celular entre mis manos, a duras penas lo desbloquee y busque su contacto; Las lágrimas no me dejaban ver nada.

Estimado usuario, el numero al que usted intenta contactar, por el momento ha sido dado de baja. Por favor, verifique su marcación.

Las lágrimas caían y caían,  solo fui capaz de dejarme caer en mi cama y llorar. Estúpido Michael.

Paso un año.

¡Demuéstrale a todos aquellos que no creyeron en ti que tú puedes!

Yo puedo, Si, yo puedo.

Mi enojo por él fue remplazado, no debía estar enojada con él por algo que él no había decidido, quería honrar a Michael, hacerlo ver que a pesar de que él se había ido, Yo podía lograr lo que me propusiera.

A base de dieta y ejercicios, baje 11 kilogramos en lo que iba del año. Mis estadísticas también tuvieron un recorte de peso por el hecho de que había crecido 5 cm más. Con 1.70 de altura, con 18 años de edad, y con 39 kilogramos que debía bajar en un principio, bajo a 25 kilogramos. Y de esos 25 restarle 11 era un gran avance.

Mi nutriólogo, me había estado felicitando, pero no se sentía igual a cuando la persona que te gusta te lo diga.

¿Persona que te gusta?

Creo que nadie es capaz de darse cuenta que quiere a alguien hasta que lo pierde. Me di cuenta de eso una semana después que él se había ido.

A pesar de que lo extrañaba, nunca encontré la manera de comunicarme con él, y el nunca busco la manera de comunicarse.

En la caminadora me encontraba yo en el momento. Mi celular empezó a sonar y pronto miré el remitente.  Era un número desconocido. Mi corazón siempre palpitaba cuando esto pasaba.

- ¿Diga?

- ¿Juno?

Suspire al darme cuenta de que se trataba de mi Nutriólogo.

- ¿Qué pasa, John?

- Tengo buenas noticias. ¿Puedes venir al consultorio?

- Claro, estoy ahí en cuanto termine en el gimnasio.

- Vale, te espero.

Apague la caminadora, tomando entre mis manos mi celular y el agua que tenía, dándole a edita un gran trago. Me dirigí al área de pesas y divise a mi rubio amigo levantando alguna se estas.

- Hemmings, Voy al consultorio ¿Me acompañas?

- Vale, solo deja voy a limpiarme y nos vamos.

- Deberías bañarte, Jirafa.

El río y se paró de la silla en la si cual se encontraba.

- Sabes que no lo voy a hacer, Ryman.

                                                                                                              ( - O - )

- ¿Recuerdas sobre la cirugía láser que te dije hace algunos meses? - El maldito consultorio creaba recuerdos de las consultas que tenía al lado de Michael. Por un momento creí que él estaba a mi lado, pero era Luke. Mi mejor amigo.

-Sí, la recuerdo John. ¿Qué sucede con ella?

- Bueno. - Rió y se recargo en su silla, suspirando. - Eres candidata a esa cirugía.

Una felicidad explotó en mi interior al escuchar eso. Mi cuerpo reaccionó sólo y me pare de la silla al escuchar eso.

-¿Enserio? ¡Genial!

- Si, pero para eso tienes que bajar lo que te queda por bajar y empezar a asistir a consulta con un psicólogo.

-¿Eso por que?

- Tienes que estar preparada psicológicamente para lo que viene, y se sabe que tuviste problemas en tu curso bachiller. Ahora que empiezas la universidad y esas cosas, el estado quiere que estés bien, tanto en salud como mentalmente...

Luke tomó mi mano y la presionó, tal como Michael lo había hecho en su momento.
La felicidad desbordaba de mí en cuanto salimos del consultorio. Luke recibió una llamada y se retiró. Yo por mi parte seguí caminando por las calles del centro de Sídney. En las cuales una lluvia amenazaba con hacerse presente.

«Tal vez en ese momento no estuve contigo en persona, pero siempre estuve al pendiente de ti»

(N/A:

Jus jus, ¡sorpresa! 2 capítulos en la misma semana y en menos de 24 horas -3- ámenme. Fue gracias a lo 3k de votos e.e

Huh, pues resulta que este es uno de los capítulos finales de Fat, El final está escrito desde que subí el 3er capitulo. So, casi se termina fat u.u gracias por todo y así, solo esperen los últimos capítulos y ¡Voten y comenten! Háganme saber si les gusta la historia. )