16.

5.1K 527 50
                                    

-Michael, ¿Sabes que se celebra el 18 de diciembre?

-No realmente, ¿Algo navideño? ¿Motivo para comer?

Patee una de las piedras en el asfalto, suspirando mirando al cielo y sus cambios típicos de Octubre. Actualmente nos encontrábamos caminando de regreso de una consulta con el nutriologo, el cual nos dio una gran regañada por el hecho de que solo habíamos bajado por lo menos un kilogramo cada uno.

Michael se disculpo con el, ya que de alguna manera el admitio que fue su culpa. Pero no lo fue, fue culpa de ambos.

-Es mi cumpleaños.-Reí, y me senté en una banca cerca de ahí. Estábamos bastante cerca de un parque, eran las 8 de la noche y casi nadie se encontraba ahí, salvo a jóvenes haciendo quien sabe que cosas.

-¿Enserio? bueno, no vayas a reprocharme el hecho de que no lo sabia, tu nunca me lo habías dicho.

El se sentó a mi lado y puso su mano en el respaldo de la banca. Me sentía bastante extraña, nunca había sido regañada por alguien y definitivamente al nutriologo era la ultima persona que pensé que me regañaría.

las farolas apenas iluminaban la calle, y el ambiente era silencioso, lo único que se escuchaba era el sonido del viento sacudiendo los arboles y la respiración de Michael. Ya había tomado la suficiente confianza así que recargue mi cabeza en su hombro y respire profundo.

El olor de la calle era bastante parecido a cuando quiere llover. La tierra mojada y el pasto que normalmente suelta su aroma.

-¿Crees que vaya a llover, Michael?

-Bueno, es Octubre, seria un poco extraño y a la vez no. No puedo asegurarte nada.

El ambiente nunca habia sido asi de tenso con Michael, pero de alguna manera no tenia ni una sola palabra que quisiera decirle, simplemente no me sentia con animos.

-Estoy decepcionado.

-¿Eh? ¿Por que? ¿De quien?

El sonrio y bajo la mirada a sus tenis. Empezo a moverlos de un lado a otro en un acto de entretenerse un poco.

-De mi... Me siento mal por haber sido regañado por el nutriologo.-Michael rio y agarro su cabello, jalando asi algunas hebras del mismo.

-Bueno, yo tambien lo estoy. ¿Sabes? fue gracioso ver como inflaba las mejillas cuando nos subimos a la bascula. Parecia un pez de esos que se inflan cuando tienen alguna reaccion...

-¿Un pez globo?

-¡Ese!.- Levante mi dedo para dar mas enfasis a mi afirmacion y le sonrei. El lo hizo de igual manera y senti algo dentro de mi. Mierda, Su sonrisa.

- Bueno, creo que tendremos que esforzarnos un poco más esta semana.- Asentí. Michael en el momento colocó su cabeza en mi hombro, dejando así una pequeña sensación confortable pero incómoda a la vez.

- ¿Juno?

- ¿Si?

Espere una respuesta mirando hacia el frente, algo temerosa de poder hacer una "metida de pata" si me movía.  No dijo nada, solo pude sentir su respiración un poco cerca de mi cuello.

- Nada...

Me sobresalte y moví mi cuerpo cuando sentí que Michael soplo en mi cuello.

- ¡Idiota! Me asustaste.

En realidad no, solo hiciste que mi corazón se acelerará. 

- Bueno. -Rió. - Tu reacción fue bastante graciosa.

-¿Como no va a sorpreder a alguien que le soples en el cuello? Aparte hace frío aquí afuera.

- ¿Tienes frío?. - Pregunto a lo que yo negué.

- Sólo lo dije por impulso, fue un destemplo, tu aliento esta caliente y mi cuerpo esta fresco, fue por eso.

- Podemos irnos si quieres...

- Si, eso estaría bien.- Impulse mi cuerpo y me levante, Michael se quedó viéndome ahí sentado. Estire mi mano en su dirección y el la tomó. Lo ayude a levantarse, y tomamos nuestro camino de regreso a casa.

Mi casa se encontraba a algunas cuadras, por no decir que son muchas, por que en realidad, lo son.
Algunos minutos después de que empezáramos a caminar, empezaron a caer algunas gotas de agua. Lo cual me emocionó de alguna manera. Amo la lluvia.

- La lluvia es hermosa...- Tal y como si hubiera leído mi mente, Michael pronunció aquello mirando al cielo; Ahora más oscuro por las nubes nocturnas. - Cómo tu.

- ¿Qué?.- Pregunté, solo para asegurarme que no había sido una mala pasada de mi mente.

- Lo que escuchaste.- Definitivamente, su voz había temblado un poco. Michael había dicho aquello, y ahora mi cuerpo estaba reaccionando; estaba un poco avergonzada por ello.

- Debes estar mal, yo no soy hermosa.

- Lo eres.

- Por supuesto que no.- el miro en mi dirección y me sonrió.

- No voy a discutir contigo, Juno. Lo eres de alguna manera.

Reanudó su camino por las calles, dejándome ahí con la boca cerrada. Es estúpido pensar que soy hermosa, por supuesto que no lo soy.
Decidí también reanudar mi camino y pronto me encontraba a lado de Michael.

- Sabes.- Reí un poco ante mis pensamientos. - Tu siempre vas a mi casa y conoces a mi madre, aun no tienes la fortuna de conocer a mi padre, pero ese no es el punto. Te la pasas ahí y siempre me llevas a casa. Yo nunca he ido a tu casa, no conozco a tu mama ni a tu papa ¿Cuando me llevaras a tu casa? Tal vez es por que escondes algo ¿Verdad? .- Cuestióne a la vez que jugaba con mis manos en un gesto nervioso.

Michael río. 

- Mañana.

- ¿Qué?

― Mañana puedes ir a mi casa, después de clases. Ahora, camina, cada vez se hace mas tarde y no quiero que tu mama tenga un mal concepto de mi.- Jalo mi mano y empezó a caminar, llevando el peso de mi anatomía con el.

Caminamos las calles sobrantes en silencio, era consiente de que Michael aún sostenía mi mano y me gustaba esa sensación.  Una vez estuvimos en la entrada a mi casa el la soltó y me sonrió.

- Sana y salva en casa. Yo, uh, nos vemos mañana, Juno.

- Hasta mañana.- Agite mi mano no encontrado una manera de despedirme correctamente.

El se giro en su eje y empezó a caminar. Yo hice lo mismo, sacando mis llaves para abrir la puerta.

- Juno... - La voz de Michael hizo eco en mis oídos, haciéndo que volteara en su dirección.

No fui capaz de captar rápidamente el hecho de que Michael otra vez, repentinamente, me estaba abrazando.

En cuento me soltó, me sonrió y salio corriendo; como si hubiese hecho una de las mejores travesuras.

Idiota.

«Y si, también soy un idiota, pero me gusta hacerte reir»

Fat» Clifford❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora