la hora de cambiar el destino parte 2

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Obi-Wan Kenobi observaba el árido planeta de Tatooine desde la cabina de su nave, una sensación de melancolía invadiendo sus pensamientos. Suspiró, dejando escapar una mezcla de emociones mientras recordaba los eventos que lo habían llevado hasta allí. Sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo, desencadenando un flashback de los acontecimientos recientes.

En el flashback, recordó cómo durante la misión, había utilizado la Fuerza para influir en un mecánico, persuadiéndolo para que colocara una pequeña bomba disimulada en su propia nave. Esta táctica le permitiría desactivar la nave de manera segura en caso de emergencia, sin levantar sospechas entre el Consejo Jedi.

Al regresar al presente, Obi-Wan activó el detonador mientras volaba sobre Tatooine, provocando que la nave comenzara a perder estabilidad y se dirigiera hacia el suelo. Con habilidad y rapidez, saltó justo a tiempo, escapando de la nave en caída libre y aterrizando en la superficie del planeta, ileso.

Observando desde la distancia, vio cómo su nave se estrellaba contra la arena, estallando en una llamarada de fuego y escombros. Un destello de humor brilló en los ojos de Obi-Wan mientras comentaba en tono ligero:

Obi-Wan: Bueno, al menos esa es una forma de hacer una entrada espectacular.

Guardó el dispositivo con una sonrisa satisfecha, sabiendo que había salvaguardado su misión y protegido su identidad ante posibles observadores. Con determinación renovada, se preparó para enfrentar los desafíos que le esperaban en Tatooine, listo para cumplir su deber como Jedi y proteger a aquellos que lo necesitaban.

los dos soles abrasador del desierto de Tatooine golpeaba implacablemente sobre Obi-Wan Kenobi mientras avanzaba con paso firme a través de las dunas doradas.

los dos soles abrasador del desierto de Tatooine golpeaba implacablemente sobre Obi-Wan Kenobi mientras avanzaba con paso firme a través de las dunas doradas

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El paisaje árido y desolado se extendía hasta donde alcanzaba la vista, pero el Jedi no se dejaba intimidar por el entorno hostil. Con determinación en su corazón, se encaminaba hacia su destino: la ciudad de Mos Espa.

Después de caminar durante unos diez minutos bajo el sol inclemente, finalmente divisó las estructuras distantes de la ciudad entre el horizonte ondulante de dunas

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Después de caminar durante unos diez minutos bajo el sol inclemente, finalmente divisó las estructuras distantes de la ciudad entre el horizonte ondulante de dunas. Una sensación de alivio y anticipación se apoderó de Obi-Wan al ver su destino acercarse lentamente. Mos Espa representaba un refugio en medio del desierto implacable, un lugar donde podría encontrar las respuestas que tanto buscaba.

yo soy Obi Wan KenobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora