𝐂𝐎𝐋𝐃. |𝐇𝐞𝐞𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐱 𝐎𝐂| Jinx

22. El espacio es infinito, al igual que los delirios de Heesung

🥊

La luz de la mañana iluminaba la sala de estar, mientras Hyera se acomodaba en el sofá, con una expresión de frustración en el rostro. El sonido distante de la televisión llenaba el espacio, compitiendo con el suave murmullo de Heesung preparando el desayuno en la cocina.

Con habilidad, Heesung se movía entre los armarios y la encimera, reuniendo los ingredientes necesarios para el desayuno. Mientras cortaba la fruta para la macedonia, el aroma fresco llenaba la habitación.

— ¿Quieres una macedonia o prefieres algo más grasiento como bacon y huevos fritos? —preguntó Heesung, manteniendo la vista fija en sus tareas culinarias.

Hyera, con las piernas cruzadas sobre la mesa delante de ella, lanzó una mirada de desdén hacia su hermano.

— Una macedonia, por supuesto —respondió con un tono sarcástico—. ¿Por quién me tomas? No soy una cerda.

Heesung dejó escapar una risa suave mientras continuaba cortando la fruta con destreza.

— Solo estaba ofreciendo opciones —dijo con calma—. No necesitas ofenderte.

Hyera resopló, desviando la mirada hacia la pantalla de televisión.

— No estoy de humor para tus bromas hoy, Heesung —murmuró con un dejo de irritación en su voz, mientras alzaba la mano a la altura de su cabeza—. Mi novia me tiene hasta aquí con sus tonterías.

— Lo siento, Hyera. No puedo controlar lo que hace tu novia —respondió él, colocando la macedonia recién preparada frente a ella en la mesa baja.

La pelirosada observaba distraída la televisión mientras jugueteaba con la macedonia en su plato, hasta que algo llamó su atención de manera inesperada.

Un destello fugaz de reconocimiento cruzó por sus ojos cuando vio a su amiga Hani en la pantalla, envuelta en luces neón y música estridente.

La sorpresa se dibujó en su rostro mientras escuchaba la narración del reportero sobre la presencia de la famosa luchadora en una discoteca local.

— ¿Es esa Hani? —preguntó Hyera, aunque en el fondo ya sabía la respuesta.

Heesung, intrigado, desvió la mirada hacia la televisión y quedó atónito al reconocer a la joven en la pantalla. Sus cejas se elevaron en asombro ante la inesperada aparición de Hani en un ambiente tan distinto al que estaban acostumbrados a verla.

El semblante de Heesung se oscureció ligeramente al ver a la chica rodeada por hombres, bebiendo y bailando sin preocupación alguna.

Un sentimiento de decepción se apoderó de él por un instante, pero no pudo evitar soltar una risa irónica al presenciar cómo la fémina se entregaba por completo al ritmo de la música, perreando energéticamente hasta el suelo.

— Nunca deja de sorprenderme —comentó con un tono de sarcasmo en su voz mientras observaba la pantalla.

Hyera, por su parte, a pesar de la situación, no pudo evitar sentir un atisbo de admiración por la libertad con la que Hani se desenvolvía en ese ambiente tan diferente al que acostumbraba.

— ¡Esa es mi chica! —expresó con orgullo.

Heesung suspiró, aún atento a las imágenes que aparecían en la televisión. La echaba de menos, por supuesto, y quería verla, pero no esperaba que fuera de ese modo.