Fuego Ardiente (Libro 1)

✰CAPÍTULO 2: TALVEZ.

SHAYLA

-¿Segura qué llegarás temprano?-me pregunta mi madre.

Suspiró.

-Sí, solo iré a ver algo y luego vuelvo.

-Esperó que me estés diciendo la verdad y no sea una mentira para que vayas a buscar trabajo.

¿Qué comes, qué adivinas?

-Tranquila mamá solo iré a caminar.

Al terminar de cambiarme de ropa me despido de mi madre y me voy a la próxima cita de trabajo, la empresa Ferreti es la más reconocida y no todas las personas son aceptadas para que trabajen ahí, dudó que me acepten pero igual no pierdo nada con intentarlo.

Al llegar a la recepción una chica un poco más alta que yo se me acerca con una sonrisa radiante.

-Debes ser la señorita Harguindey.

Asiento con la cabeza.

-El señor Ferreti la atenderá ahora... Es por aquí, sigame-caminamos por un largo pasillo hasta que llegamos a una puerta negra la cuál ella toca y luego de unos minutos escucho un "pase".

Abro la puerta y entro con nervios, observó con atención la oficina es de un color gris y hay un olor que por alguna razón se me hace muy conocido, la silla está de espaldas a lo que carraspeo para llamar su atención. En el momento en el que se da la vuelta mis ojos se abren de la sorpresa.

¿Viktor?

-Vaya, Vaya pero si es Shayla-sonríe de lado.

Me muerdo el labio nerviosa.

-Buenos días señor Ferreti.

Me mira de una manera que no logro entender.

-¿Qué te trae por aquí?

Suspiró profundamente.

-Vengo por el puesto de secretaria-al decir eso me mira de golpe asombrado como si no creyera lo que he dicho.

-Claro, el puesto de secretaria-se levanta de la su silla y se apoya de la pared mirándome fijamente-¿Tienes experiencia cómo secretaria?

Juego con mi cabello nerviosa ya que no me gusta que me observen y mucho menos si la mirada viene de el.

-Sí, antes trabajaba en una empresa pero quebró y no pude seguir en ella-solo me mira, no respira ni pestañea pero sale del trance y suspira.

-Te haré una prueba mañana y veremos si puedes aguantar el trabajo-toma asiento de nuevo en su silla mientras asiento con la cabeza-puedes venir vestida como tú quieras, solo no unes colores muy chillones.

Revisa unos papeles muy interesado.

-Hasta mañana señorita Shayla-dios, su nombre suena tan bien saliendo de sus labios, suspiró profundamente y me dirijo a la salida pero su voz me detiene-me ha gustado la vestimenta que llevas, talvez eso esa un punto a su favor más adelante.

Salgo de la oficina con el corazón acelerado.

¿Eso fue una indirecta de qué le ha gustado mi ropa o solo estoy imaginado cosas?

La última opción es más convincente.

Al salir de la empresa suelto un suspiró tembloroso y voy por el camino hacia mi casa porque aunque el trabajo no es seguro yo estoy completamente segura que me van aceptar y no me refiero a porque sea bonita, me refiero a mi carisma con las personas.

Ojalá y me vaya bien mañana

VIKTOR

Shayla