Fuego Ardiente (Libro 1)

✰CAPÍTULO 19: EL NO PARAÍSO.

SHAYLA

Desde muy niña me la pasaba casi todo el tiempo con mi padre, todas las cosas las hacía con él, me vio desde niña hasta que crecí pero un tiempo después mis compañeros de clases comentaban o susurraban entre ellos que mi padre no era el biológico ya que no teníamos ningún tipo de parecido ni en mis ojos grises tampoco en el físico y como era una niña no le prestaba atención a sus palabras aunque muy en el fondo me dolía.

Recuerdo que un día estaba en el parque con mis padres y Daría, ellos se fueron a comprarle un helado mientras yo me quedé sola de lo más feliz sentada en un banco y ahí fue cuando sucedió... Un niño un poco más alto que yo se tropezó y cayo en mis pies, mi reacción fue levantarme apresurada del banco y ayudarlo a levantarse. Al mirarme me quedé sorprendida al observar sus ojos de color gris parecidos a los míos entre tanto él solo me dio una sonrisa de boca cerrada.

—¿Y tus padres?—susurre sin apartar la mirada de sus ojos tan llamativos.

—Mi padre esta por allá—señalo con la mano alguna parte del parque mientras me miraba curioso.

Lo mire extrañada.

—¿Y tú mamá?

Al instante note como sus ojos se cristalizaron al escuchar la pregunta.

—Yo... Solo tengo a mi papá... Para mí él es mi mamá.

Sin importarme que fuera un completo desconocido y que talvez me viera como una loca lo abrace, recuerdo que no tenía palabras para consolarlo y lo último que dije fue un simple susurro.

—Lo siento....

Después de eso no recuerdo que sucedió, no lo volví a ver y todos los días deseaba volver a ver a ese niño de ojos grises pero a medida que los días pasaban en ningún momento nos encontramos.

.... Hasta el día de hoy.

Te he encontrado, hija mía

Esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza entre tanto miraba al hombre perpleja y en un estado de shock bastante notorio tanto así que James me miraba preocupado, mi madre lloraba desconsoladamente sentada en el sofá mientras que mi supuesto padre que me vio crecer observaba toda la escena negando con la cabeza como si él se hubiera esperado todo lo que estaba sucediendo.

—¿Quién-quién es usted?—le pregunto tartamudeando y mirando detenidamente los rasgos de su rostro.

—Soy Hermes—se acerca a mi cautelosamente evitando que me asuste pero realmente lo menos que quiero es huir, quiero saber toda la verdad aunque duela—se que suena loco pero es la verdad—acaricia mi cabello sonriéndome con cariño—soy tu padre.

Apartó la mirada de golpe y la poso en mi madre.

—Mamá, ¿De qué está hablando?

—Hija...—su mirada refleja culpabilidad.

—¿Es verdad lo que el señor está diciendo?

Aparta la mirada con los ojos cristalizados.

—Es la hora de que le cuentes, mi amor—le dice mi supuesto padre mirándola suplicante.

—¿Decirme, qué?

Ella suelta un suspiro.

—Tengo algo que contarte y espero que algún día puedas perdonarme, hija mía—tomó asiento a su lado mientras tanto ella me abraza fuerte como si fuera de nuevo una pequeña niña—en alguna parte del mundo había una pareja que se amaba con locura, el era un mafioso que vivía solo y era un hombre bastante peligroso, ella era una simple chica que vivía con sus padres. Su amor fue creciendo a medida que fue pasando el tiempo hasta que llegó un día en el que decidieron casarse a escondidas solo por tener la felicidad que tanto anhelaban.