✰CAPÍTULO 7: ¿MALA SUERTE O BUENA SUERTE?

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VIKTOR

—Si sigues mirándola así vas a desgastar a la pobre—me mira burlón.

Lo miro mal.

No sé que me pasó ayer pero cuando la ví bailar de esa manera algo me obligó a acercarme y tocar más de lo normal, no pude aguantarme las ganas de tocar esas piernas tan suaves, ni mucho menos esa cintura donde mi mano encaja tan perfectamente y cuando recostó su cabeza en mi hombro no me resistí y le besé el cuello haciendo que ese olor a piña fresca llegará a mis fosas nasales, y lo peor del caso es que movía esas caderas tan condenadamente bien.

—¿Pasó algo entre Shayla y tú?

Me tenso al recordar esos labios tan suaves sobre los míos.

—No, Dareth.

—A mi me parece que sí, porque cada vez que estás con ella te tensas mucho y ella ni te mira—se cruza de brazos.

Me tapo la cara con las manos de lo estresado que estoy con el tema de Shayla y con otras cosas.

—La besé ¿Contentó?

—Esa parte lo sabía—lo miro de golpe.

—Te lo dijo Lisa ¿Verdad?

—Sí, además la única que tenía labial rojo era Shayla—me mira burlón.

—Da igual, no la volveré a besar más nunca en toda mi vida—no sone tan convencido.

—Si claro, haré como que estoy de acuerdo—se ríe escandalosamente y yo solo lo ignoro.

Al llegar la hora del almuerzo Dareth se va mientras yo me quedo en la oficina sin tener ganas de comer, Shayla entra a la oficina con mi almuerzo y yo suelto un suspiró.

¿Qué ha sido ese suspiró?

Me deja la comida en el escritorio y se da la vuelta con la intención de irse pero yo la detengo.

—¿No piensas regañarme y obligarme a comer?

—No, si quiere comer hágalo y si no lo hace es su problema—me mira sin expresión.

Auch

Antes me gustaba almorzar solo, sin que nadie me molestará pero desde que llegó Shayla me acostumbre a estar con ella mientras almorzaba pero esa mirada quiere decir que no quiere.

—Quiero que te quedes aquí mientras almuerzo—¿Enserio dije eso?

Suelta un suspiró y se sienta donde siempre mientras yo almuerzo en silencio—eso era muy extraño ya que ella siempre estaba hablando aunque sea cosas al azar—pero ahora ni siquiera me mira.

—¿Y tu hermana cómo está?

—Bien, está en el colegio.

Otro silencio incomodo.

—¿Tienes novio?—me mira de golpe al escuchar eso.

¿Enserio Viktor?... ¿No podías preguntarle otra cosa? Cómo por ejemplo cual era su pasatiempo o cualquier otra cosa, ahora he metido la pata.

—No—me responde haciendo que mis pensamientos se esfumen.

Su respuesta están seca que mi humor despierta como todas las tardes.

—Eres tan...—me levanto de la silla enojado.

—¿Tan qué? Vamos solo dígalo—se levanta de la silla desafiandome.

Tan preciosa

—Tan fácil de engañar—veo como su enojo se empeora.

—Y usted es un mujeriego de mierda.

Fuego Ardiente (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora