✰CAPÍTULO 1: OJOS VERDES.

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SHAYLA

Mi madre me observa en silencio, mi padre observa la pared como si fuera lo más interesante del mundo mientras mi hermana sonríe con malicia y al hacerlo tengo la certeza de que va hacer o preguntar algo no muy agradable que digamos.

—¿Algún día piensas tener novio de nuevo hermanita?

Es la décima vez en el mes que me pregunta eso

De inmediato me tenso al recordar como terminó mi última relación amorosa.

No, prefiero la soledad muchas gracias

La miró mal.

—Talvez si, no lo sé Daría—le respondo soltando un suspiró.

—De verdad quiero que tengas novio, para que ya no estés tan amargada—al decir eso mis padres se ríen.

Resopló.

—Primero no estoy tan amargada y segundo algún día tendré novio de nuevo o a lo mejor me quedo sola toda mi vida.

—No digas eso Shayla, ya verás que el indicado llegará cuando menos lo esperes—me dice mi madre enojada.

Ella siempre solía decirme eso, nunca he entendido que quiere decirme con eso pero estoy segura que ya llegaría el día en que lo entendiera.

Fuerzo una sonrisa, luego de eso no tocaron más el tema—cosa muy rara—pero no pregunte al respecto. Daría se acuesta en la cama y me toma la mano como lo hace todos los días antes de dormir, desde que nació aprendió hacer ese gestó queriéndome decir que quería que le contará una historia y desde ese día se volvió una costumbre entre nosotras.

—¿Puedes contarme una historia?—me mira con esos ojos tan irresistibles.

—Vale está bien, pero cuando termine te duermes—ella asiente con la cabeza animada.

Un rato después Daría se duerme profundamente, la arropó y me voy a mi habitación donde me cambió y me recuesto en la cama a pensar en como ayudar a mis padres pero no duró mucho en eso ya que caigo en los brazos de Morfeo.

✰✰✰

—Gracias por ayudarme con Daría—me dice mi madre sonriéndome.

—No me molesta llevarla al colegio mamá—le devuelvo la sonrisa.

Mi madre se va a su habitación a descansar pero lo más probable es que quede dormida, entro a mi habitación a cambiarme y luego me siento en la cama a peinarme mi cabello, me observó en el espejo detalladamente; no soy ni alta ni baja, mi cabello es muy largo color negro, mi piel es blanca y mi cuerpo no me parece tan atractivo aunque mi hermana menor diga que soy una hermosura yo lo dudo mucho pero finjo que estoy de acuerdo solo para que no se enoje conmigo, porque para mí soy imperfecta en todos los sentidos.

—¿Vas a salir?—me pregunta mi padre mirándome detalladamente.

Realmente tengo que ir a buscar trabajo porque de verdad yo quiero ayudar a mi familia con sus problemas económicos que tienen, aunque lo he intentado pero no gano mucho dinero que digamos.

Suspiró.

—Sí papá.

—Mi hija es toda una hermosura—me sonríe.

Lo dudo

Tragó saliva.

—Iré a caminar—miento.

Salgo de la habitación, mi hermana está en el colegio y mi madre está durmiendo así que salgo de la casa sin hacer mucho ruido. Suelto un suspiró mirando el cielo despejado, camino distraída pensando en que hacer o en como ayudar a mis padres con su situación económica.

Fuego Ardiente (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora