✰CAPÍTULO 10: PROBLEMITAS.

12 1 0
                                    

VIKTOR

Que día de mierda

La cabeza me va a estallar de la resaca que tengo y eso me pasa por beber copas demás, no debí beber tanto ni mucho menos debí llamar a Shayla, no debí tocarla... No debí besar esos labios que me llaman a pecar, no sé en que mundo estaba por pedirle que durmiera conmigo pero cambié de opinión cuando desperté y me la conseguí dormida en mi pecho.

Se veía tan preciosa

—¿Dónde mierda tienes la mente hoy?

La voz de Dareth me devuelve a la realidad aunque mi mente no podía olvidar como ella dormía tan plácidamente en mi pecho como si fuera una almohada calientita y cómoda para ella.

—¿Por qué lo dices?—lo miro.

—Te estaba contando algo que me ha pasado con una chica y tú tenías una cara de no estar prestandome atención. Viktor te conozco y esa mirada que tienes no es para nada normal—se cruza de brazos con una ceja enarcada.

—No sé, me siento raro—suelto un suspiró.

—A ver, cuenta—se acomoda en la silla mirándome.

Se nota que no le gusta el chisme.

Chismoso

—Ayer bebí más de la cuenta y llame a Shayla, no me preguntes el porque ya que ni yo lo sé—asiente con la cabeza—luego ella me llevó a mi casa y bueno... Nos besamos.

—¿Se besaron solamente? Que aburridos—resopla.

—No solamente eso, la acaricie más de la cuenta y estoy seguro que si Rafael no aparece hubiéramos follado en el puto sofá.

—Uy, y yo pensando que ya lo habían hecho—se ríe.

—Durmió en mi cama conmigo.

Se atraganta con la saliva.

—¿Y no hicieron nada de nada?

—Nada de nada.

Me mira asombrado.

—Eso si que es un avance, amigo.

—Ella durmió en mi pecho como si fuera una niña—al decir eso suelto un suspiró que el nota.

—¿Y te molesto eso?

—No, me agrado que no es lo mismo—el suspira—nunca había dejado que una chica durmiera en mi pecho ni siquiera Sasha que tengo años conociendola, eso lo veo muy íntimo pero por alguna razón me sentí muy cómodo con ella acostada ahí.

Noto que sonríe.

—Te gusta Shayla.

¿Gustarme?

Ella me encanta

—Claro que no—lo fulminó con la mirada.

—Mientras más lo niegues, más te gustará—afirma muy convencido de lo que dice.

—Lo dudo—susurro resoplando.

Sasha entra a la oficina tan llamativa como siempre; tiene un vestido morado que se le pega a cuerpo logrando que se vea muy buena y estoy seguro que antes mi miembro se hubiera puesto duro tan solo verla pero ahora no me causa nada. Tiene unos tacones altos color negro y tiene su cabello rubio suelto pero por alguna razón mi mente solo piensa en una pelinegra con ojos grises.

—Hola mi amor—se sienta en mi regazo y luego me besa.

Odio que me diga así

—Hola Sasha—claramente sabe que no siento nada por ella pero sigue insistiendo con el tema, cosa que me está empezando a molestar.

Fuego Ardiente (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora