✰CAPÍTULO 21: ACCIONES.

4 0 0
                                    

SHAYLA

No tenía idea de cómo sobrellevar el problema de mi padre, sabía que tenía que hacerle frente en algún momento y aún sabiendo esperaba no tener que enfrentarlo tan pronto... No estaba preparada mentalmente para obtener toda esa información de golpe. Tampoco sabía lidiar con las cosas que sentía por ese mafioso de ojos verdes.

Viktor

No quería enamorarme menos cuando no parecía ser la persona más adecuada o al menos el hombre de tener relaciones serias con las mujeres y eso era muy claro, una parte de mi quería estar con él a donde sea que fuera... Y la otra parte no quería salir lastimada por ilusionarme por algo que talvez no sienta y que nunca sienta por mi esas cosas que yo si sentía por su persona.

—¿Estás bien?

Me sobresalto colocándo una mano en mi pobre corazón que se quería salir del pecho.

—¡Dios! Acabas de darme el susto de mi vida.

—Lo siento—sus mejillas se tornan más rojas que un tomate avergonzada— no quise asustarte intencionalmente.

—Tranquila se que no lo has hecho a propósito—trato de regular mi respiración dándole una sonrisa de boca cerrada—por cierto, ¿Por qué estás aquí?

—¿No puedo pasar tiempo de caridad con mi querida amiga?

—Puedes, se me hace extraño que lo hagas cuando todos están más ocupados bebiendo o bailando.

—Vale me has pillado—se rinde soltando un suspiro bajo—un pajarito me dijo que estabas solita observando el mar entonces se me ocurrió la idea de pasar tiempo contigo y saber que pasa por tu mente—confiesa con pesar.

—Seguramente ese pajarito tiene nombre y manda a una mafia.

Suelta una gran carcajada.

—Déjalo ser, esta preocupado por ti y es normal que lo esté.

—¿Preocupado?—frunzo el ceño desencajada y desorientada.

—Si, eso es cuando una persona piensa mucho en el estado de la....

—Tengo claro que significa ese sentimiento, Lisa—la fulmino con la mirada y ella sonríe con inocencia—nunca lo he visto... Preocupado por alguien...

.... Especialmente por mi.

—Ciertas veces me parece raro y más cuando se le nota, le han lavado el cerebro de una manera impresionante—me cruzo de brazos sin entender su punto—¿Cómo lo hiciste?

—¿Cómo hice, qué cosa?

—Lavarle el cerebro a ese hombre—me dice mirándome obvia.

—No he hecho eso en ningún momento... Creo.

Ladea la cabeza frunciendo el ceño.

—Ok, eso es lo más raro de la situación.

Me apoyo de la baranda soltando un suspiro tembloroso, podía hablar de cualquier tema menos el tema de él y era por el motivo de no desear aclarar lo que sentía de verdad por él. Tenía miedo.

—¿Dónde está él?

—Creo que esta hablando con Sasha—de solo escuchar ese nombre produce que mi estómago se revuelva dándome asco.

Aparto la mirada con una mueca.

—No deberías estar celosa, estate tranquila, dudo muchísimo que tenga sexo con ella—añade restándole importancia al tema.

—No estoy celosa, él puede hacer lo que quiera con su vida porque igualmente no somos nada—ruedo los ojos.

—Que curioso, él también ha dicho eso muchas veces con su cara reflejando otra cosa muy diferente—mi mirada se posa en ella interrogante—¿Qué? No me mires así como si hubiera matado a un burro, son unos estúpidos bipolares que no aceptan lo que sienten uno por el otro.

Fuego Ardiente (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora