Capitulo 32 Manos De Hierro

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El primarca se volvió muy fuerte y famoso por sus hazañas pero siempre tuvo ese pensamiento en su cabeza de vengarse de la serpiente de metal y vengar la muerte de toda la ciudad el sabía que ese día llegaría

El primarca se volvió muy fuerte y famoso por sus hazañas pero siempre tuvo ese pensamiento en su cabeza de vengarse de la serpiente de metal y vengar la muerte de toda la ciudad el sabía que ese día llegaría

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El primarca caminaba por el desierto, el calor del clima no le afectaba demasiado gracias a su robusto cuerpo. Luego de un tiempo notó una tempestad que iba acercándose, entonces decidió dirigirse hacia una ciudad cercana en busca de refugio para esperar a que pase.

La ciudad en donde se refugió era una ciudad bastante grande con muchos habitantes, y aunque él tenía fama de ser un mercenario asesino, aquí nadie lo conocía. Sin embargo, el ambiente de la ciudad era bastante pesado, lleno de gente que estaba preocupada por el mal clima. Además, había muchas miradas cuestionadoras hacia el primarca, como si lo vieran como un extraño o como un peligro potencial.

El primarca caminaba en medio de la ciudad, las miradas eran cada vez más intensas y algunos de los susurros se conviertieron en murmullos. El ambiente en la ciudad era muy tenso y parecía que todos temían algo o que esperaban algo.

 entró a una posada al medio de la ciudad, las miradas cuestionadoras seguían siendo intensas pero a él no le importaban. Decidió entrar y rentar una habitación para pasar la noche mientras la tormenta pasaba.

se acercó al mostrador y sorprendió a los recepcionistas con su altura. Su mirada era seria y calculadora, lo cual lo hacía parecer un nombre imponente. Los recepcionistas no sabían qué decir ante semejante figura y solo lo miraban, algunos con temor y otros con curiosidad.

Con voz gruesa y seria el primarca solo dice "Una habitación". Los recepcionistas se miran entre sí, sorprendidos y algo asustados ante su voz y su mirada. Sin embargo, no dicen nada,

Uno de los recepcionistas, con voz temblorosa, contesta que no tienen una habitación donde el primarca pueda entrar. El primarca sigue sin decir nada, solo lo mira fijamente, como esperando algo más. se queda en silencio, esperando algún tipo de respuesta o algún tipo de solución. El recepcionista se pone muy nervioso e insistente con sus respuestas, el primarca le sigue mirando fijamente, es como si ya lo estuviera amenazando

Con un tono amenazador el primarca contesta: "Qué clase de posada de ciudad no tiene habitaciones apropiadas para personas de mi talla? Es una posada bastante mediocre si no cuentas con habitaciones que pueden recibir personas de mi tamaño."

El recepcionista entre dientes dice: "Hay otras posadas, pero si usted quiere, podemos darle una habitación de los graneros". El primarca lo mira fijamente, sin decir nada. Se nota que esta pensando y decidiendo si aceptar o no las alternativas del recepcionista.

El primarca se siente muy ofendido y estira su mano con la intención de tomar del cuello del recepcionista y decir: "Me estás llamando animal". Pero en ese momento, un grito desde atrás del primarca lo detiene.

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