primarcas legends in runeterra

capítulo 38 culto Prometeo

Vulcan se había hecho cargo de los inocentes que habían sido perseguidos por la horda de ursinos, y ahora estaba reunido con ellos para conocerlos y asegurarse de que estuvieran a salvo. Vulcan por primera vez sentía una fuerte conexión con estas personas y quería protegerlas y cuidarlas. 

Las personas veían a Vulcan llegar hacia ellas, y el viejo loco Kriek se aproximaba para preguntar quién era. Vulcan se detenía para responder a la simple pregunta: "Yo soy Vulcan", y seguido de esto sentía mucha curiosidad por estas personas. Vulcan se preguntaba quiénes podrían ser y cómo terminaron encontrando el lugar. Vulcan se sentía intrigado por estas personas y su historia.

Vulcan observaba las condiciones en las que se encuentran estas personas y podía notar que habían pasado por mucho. Estaban sucias, desnutridas y deshidratadas, como si hubieran estado deambulando por días. se preocupaba por ellas y quería saber más sobre ellos, queriendo saber qué tan larga había sido su marcha y cuántos problemas habían tenido que enfrentar. Vulcan quería saber la historia de estas personas, pues sentía que tenían algo que decir.

Vulcan: "Ustedes lo necesitan más que yo. No quiero que tengan frío". se quitaba su gigantesco abrigo e invitaba a los miembros más jóvenes de la tribu a usarlo. no se preocupaba por el frío y sabía lo importante que era para los jóvenes protegerse del frío y estar abrigados. les mostraba su caridad y bondades, desinteresado de su propia comodidad.

se acercó a donde estaban los que habían dirigido a la tribu, teniendo la intención de conocerlos y hablar con ellos. Vulcan era un hombre curioso y era evidente que iba a querer saber más sobre esta tribu, sus costumbres y su historia. quería entenderlos mejor y conocerlos mejor, por lo que no había mejor lugar para hacerlo que hablar directamente con ellos.

se había parado frente a la jefa de la tribu y se dio cuenta de que estaba herida de muerte y que sus fuerzas estaban agotadas. no podía creer lo que veía y no sabía qué hacer. Se sentía confundido, pero sabía que debía tomar medidas rápidas para ayudarla. rápidamente se inclinó hacia ella y trató de llevarla en brazos, para poder revisarla y evaluar lo que había pasado. Esperaba que fuera algo que pudiera arreglar con su conocimiento y experiencia en medicina, pero sabía que solo el tiempo diría si era demasiado tarde para ella.

Olgavanna levantaba su mano para tocarla frente a Vulcan y su voz sonaba débil mientras le decía: "Por favor protégelos". Vulcan no podía creer lo que estaba pasando y se sentía abrumado. Sabía que estaba ante el final de alguien que había luchado tanto por sobrevivir y ahora estaba cerca de la muerte. se sentía impotente, pero sabía que tenía que ser fuerte y cumplir la última petición de ella. asintió con determinación y conmovido, prometiéndole que protegería a su tribu como fuera.

Olgavanna cerraba los ojos y moría en los brazos de Vulcan. Vulcan se quedaba sosteniendo su cuerpo sin poder creer lo que había pasado. Una mezcla de tristeza y determinación le invadía, ya que se sentía devastado por la pérdida de alguien que había confiado en él, pero también estaba listo para cumplir su promesa de proteger a su tribu. se enderezaba de pie y observaba a su alrededor, sintiendo su responsabilidad más pesada que nunca.

Una de las personas se acercaba a Vulcan y le hacía una pregunta: "Cuáles son sus órdenes, señor Vulcan?". Vulcan suspiraba profundamente y respondía a la pregunta, diciendo: "Enterremos a los muertos y ayudemos a los que lo necesiten hijos de hielo". sentía que ahora debía tomar la responsabilidad de guiar a esta tribu, que ahora era suyo y que le había confiado la última voluntad de Olgavanna.

Los miembros de la tribu obedecían las órdenes de Vulcan, trabajando juntos para cumplir con los últimos deseos de Olgavanna. Vulcan dirigía los esfuerzos, asegurándose de que todo se realizara con respeto y tristeza. Aunque aún no podía creer lo que había pasado, sintió que estaba haciendo lo correcto, al hacer honor a la memoria de Olgavanna y protegiendo su tribu como le había pedido.