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—"Es una idea horrible",— frunció el ceño Alexandra, tirándose en su cama mientras Melissa se sentaba en la suya. —"No debería haberlo pedido".
—"¿No era esto lo que querías?". —preguntó Melissa, preguntándose por qué Alexandra estaba armando tanto alboroto.
—"No. No, no lo es", —argumentó Alexandra. —"Creía que esto era lo que quería, pero ahora tengo una sensación incómoda en la boca del estómago que me dice lo contrario. Esto no está bien".
—"¿Qué es lo que no está bien?
—"Simplemente no se siente bien. Nada me parece bien, Melissa. No desde..." —Alexandra comenzó, deteniéndose de repente, sin saber cómo terminar su frase. —"No creo que esto deba suceder".
—"Ni siquiera le has dado una oportunidad", —frunció el ceño Melissa.
—"Las cosas estaban perfectamente como estaban, y entonces tú y Avery tuvisteis que involucraros", —espetó Alexandra, sin gustarle cómo se estaba sintiendo. Suspiró, apoyando la cabeza en las manos. —"Lo siento. No quería desquitarme contigo. Sé que tienes buenas intenciones".
—"¿Han vuelto los sueños?"— preguntó Melissa. Alexandra negó con la cabeza.— "¿De qué se trata, entonces?".
—"Ojalá lo supiera", —Alexandra se encogió de hombros. —"No creo que esta sensación desaparezca nunca. A veces puedo ignorarlo, pero otras veces...".
—"Dile cómo te sientes",— sugirió Melissa. —"Seguro que lo entenderá".
—"Ya ni siquiera puedo lanzar un maldito patronus", — frunció el ceño Alexandra.— "Lo intenté anoche, después de que Tom se fuera, y nada funcionó. Los recuerdos que usé antes... Ni siquiera puedo recordarlos".
—"Entonces crea nuevos", — sonrió Melissa. — "Hoy iremos a Hogsmeade. Estoy segura de que algunos recuerdos volverán contigo. Ahora, vístete. Nos vemos abajo en la sala común".
Melissa dejó a Alexandra para cambiarse, buscando a Tom en cuanto entró en la habitación. Lo encontró sentado en su sitio habitual junto a la chimenea y se sentó a su lado.
—"Está pasando otra vez", — suspiró Melissa.
—"¿Qué pasa?"— preguntó Tom, sin disfrutar de su presencia.
—"Alexandra. Se está cuestionando todo y está empezando a olvidar cosas otra vez", —Melissa entró en pánico.
—"¿Qué cosas exactamente?"
—"Los recuerdos que usó para lanzar su patronus",— le dijo Melissa. Esperó a que continuara, pero no lo hizo.
—"¿Eso es todo?"— preguntó Tom.
—"Por ahora",— recalcó Melissa. —"Estaba pensando que podríamos preparar una poción de memoria. Ya sabes, para ver si eso podría ayudarla a recordar algunas de las cosas que ha olvidado y..."
—"No" —Tom entró en pánico, respirando hondo. —"Entiendo tu preocupación, pero no veo razón para preocuparse".
—"¿Estamos listos?" — Preguntó Alexandra, caminando detrás de ellos.
—"Todavía estoy esperando a Avery, pero vosotros dos id. Ya nos pondremos al día", —sonrió Melissa, mirando a Tom mientras se levantaba y seguía a Alexandra hacia la puerta. Algo no estaba bien en su forma de reaccionar.
Alexandra y Tom caminaron la mayor parte del camino a Hogsmeade en silencio, ambos perdidos en sus pensamientos. Alexandra intentaba ordenar sus sentimientos, convenciéndose de que debía esperar antes de cambiar de opinión sobre cualquier cosa, mientras Tom se preocupaba por lo que pasaría si Alexandra bebía la poción de la memoria.
Meses atrás, cuando Alexandra mencionó en broma la posibilidad de que ella misma fuera del futuro, Tom decidió investigar un poco por su cuenta. Iba a la habitación donde Alexandra guardaba todos sus libros y apuntes, y ojeaba cada palabra que ella subrayaba, rodeaba con un círculo o añadía a los márgenes de sus libros de texto. Si leía correctamente, era posible que la tonta sugerencia de Alexandra fuera cierta desde el principio.
Al principio parecía imposible. Su investigación se basaba únicamente en teorías que nunca podrían demostrarse, pero cuanto más investigaba, más sentido tenían las cosas. La cantidad de notas tomadas, páginas de libros dobladas y artículos proféticos apilados le decían a Tom que Alexandra estaba tan convencida como él.
Si estaban en lo cierto, y Alexandra bebía la poción, podría ser posible que lo recordara todo. Tom sólo podía imaginar lo desesperada que estaría por volver a la vida que una vez conoció, y lo decepcionada que se sentiría cuando se diera cuenta de que esa vida ya no existía. Sabía lo que se sentía al estar tan enfadado con el mundo que toda pizca de esperanza que hubiera existido alguna vez se reducía a la nada. Si Alexandra sabía la verdad, esperaba que su ira superara esa marca y se convirtiera en algo mucho peor que la persona que una vez pretendió ser.
Tom tenía razón en que Alexandra tenía la misma teoría que él; por eso pasó tantos meses investigándola. Al principio, se lo tomó a broma. No quería creer que algo tan horrible pudiera ser cierto. Aun así, siguió investigando hasta que todo empezó a tener sentido, incluidos sus sueños y recuerdos perdidos. Estaba convencida de que sabía cómo había sucedido todo, pero no sabía por qué; por qué retrocedía en el tiempo y por qué nunca regresaba. Había pensado en beber una poción de memoria mucho antes de que Melissa se lo sugiriera para obtener las respuestas que deseaba, pero nunca lo hizo. Por muy tortuoso que fuera sentir que le faltaba algo todo el tiempo, sabía que sería mucho peor saber qué le faltaba y no poder recuperarlo nunca. Ella, al igual que Tom, esperaba lo peor de saber la verdad, por eso decidió dejar de buscarla.
—"¿Va todo bien?" —preguntó Tom, dándose cuenta de que Alexandra había estado mirando al suelo todo el tiempo que llevaban caminando. Ella levantó la vista hacia él y asintió.
—"Sí, estoy bien",— sonrió.— "Sólo perdida en mis pensamientos, supongo".
—"Burbank y Avery esperan encontrarse con nosotros en las Tres Escobas",— explicó Tom, la expresión de su cara le decía a Alexandra que no le hacía mucha ilusión el encuentro.
—"Yo digo que nos deshagamos de ellos",— sugirió Alexandra, despertando el interés de Tom. —"De todas formas, se morrearán todo el rato".
—"No si nosotros empezamos a morrearnos primero", —bromeó Tom.
—"Corrígeme si me equivoco, pero no pareces el tipo de persona que pasa el tiempo en Honeydukes",— afirmó Alexandra. —"Yo digo que vayamos allí".
—"¿Qué tiene de interesante una tienda que vende dulces?". —preguntó Tom.
—"No lo sabrás hasta que vayas", —sonrió Alexandra, cogiéndole de la mano y tirando de él hacia la tienda de golosinas.
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4. Holding on
Random¿Qué habría sido de Alexandra River si Tom Riddle no la hubiera enviado de vuelta a 1996? Secuela de la serie 'touch' Traducción Autorizada por : @modern-july