4. Holding on

33.

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Pasaron meses desde la pequeña discusión de Tom y Alexandra sin que se volviera a hablar de las actividades extraescolares de Tom. Sin embargo, la pareja empezó a distanciarse, ya que Alexandra pasaba la mayor parte del tiempo estudiando para las N.E.W.T. e intentando averiguar qué quería hacer el resto de su vida, mientras que Tom pasaba la mayor parte del tiempo entrenando con Avery para asegurarse de que tendría una vida que vivir. Melissa intentaba reunir a la pareja de vez en cuando, pero a medida que se acercaba el final del curso escolar más necesitaban centrarse en sus pruebas individuales.

Alexandra estaba sentada en la biblioteca leyendo su libro de Transfiguración por centésima vez cuando otro libro le bloqueó la vista.

—"¿Historia del Auror?"— preguntó Alexandra, levantando la vista para ver a Lestrange sentado frente a ella. Con Tom ausente tanto tiempo, aprovechó la oportunidad para fortalecer su relación con Alexandra y logró su cometido. —"¿Qué es esto?"

—"Estás buscando una carrera, ¿no?".

—"¿Crees que debería ser Auror?".— preguntó Alexandra, sorprendida.

—"Sí creo que estás sobradamente cualificada, pero no estaría de más que te conformaras",— exageró Lestrange, acercándole el libro.— "Por lo que me has contado, Auror es la única carrera que no has considerado".

—"Porque no sirvo para ser auror".

—"Tampoco eres apta para ser camarera, pero ya lo has considerado",— argumentó Lestrange.

—"¿Y por qué te importa tanto lo que yo elija hacer?". —Preguntó Alexandra, alzando una ceja.

—"No me importa",— sonrió Lestrange, recostándose en su silla.

—"¿No deberías estar estudiando para los exámenes?".

—"No. No necesito notas altas para lo que quiero hacer".

—"¿Y qué es lo que quieres hacer?".

—"Eso lo dejo a tu imaginación",— sonrió Lestrange. —"Así es más divertido".

—"Claro",— dijo Alexandra secamente. —"Por mucho que anhele desesperadamente tu compañía cada minuto de cada día, tengo mi primer examen mañana por la mañana y me gustaría terminar este libro antes de que salga el sol".

—"¿Cuántos exámenes tienes exactamente?".

—"Nueve. Estoy tomando las siete clases básicas y me inscribí en Adivinación y Estudios Muggles también",— explicó Alexandra. —"Es bueno tener opciones".

—"Suponiendo que apruebes todas",— bromeó Lestrange.— "Pero sé que lo harás".

—"Agradezco los halagos, pero de verdad que tengo que estudiar", — insistió Alexandra. —"Además, Tom suele pasarse pronto para cambiar sus libros".

—"¿Todavía no lo sabe?".

—"No hay nada que saber. Tú y yo de vez en cuando entablamos conversación; no es nada de lo que deba preocuparse mientras su atención se necesita en otra parte", —suspiró Alexandra, empujando el libro de Auror de nuevo hacia él. —"Gracias por la sugerencia, pero no creo que lo necesite".

—"Al menos dale una leída cuando termines con tus exámenes", —sugirió Lestrange. — "Lo guardaré hasta entonces. Ya sabes dónde encontrarme".

Alexandra no le quitó los ojos de encima mientras salía de la biblioteca, y respiró hondo cuando la puerta se cerró tras él. Cerró el libro, sabiendo que ya no podría concentrarse, y salió de la biblioteca. Al salir, sin embargo, se topó con Tom.

—"Tom",— sonrió Alexandra. —"Me dirigía a un lugar un poco más tranquilo, por si quieres acompañarme".

—"Me temo que no puedo", —declinó Tom, haciendo que el corazón de Alexandra se desplomara. —"Necesitas concentrarte en tus estudios, y mi presencia no te hará ningún bien".

—"Apenas te he visto",— Alexandra frunció el ceño. Tom suspiró, apretándole la mano con seguridad.— "Te echo de menos".

—"Cuando acaben los exámenes pasaremos más tiempo juntos, eso te lo prometo", —afirmó Tom. Alexandra suspiró, apartando lentamente su mano de la de Tom.

—"¿Por qué tengo la sensación de que eso no va a ser verdad?". —preguntó Alexandra. Ansiaba su presencia, y odiaba a Lestrange por haberle quitado una de las pocas cosas en la vida que la alegraban. Tampoco ayudaba que Lestrange le metiera en la cabeza la idea de que así sería el futuro de ella y Tom. —"Te dejaré para que estudies, entonces".

—"Alexandra", — Tom frunció el ceño, viéndola alejarse de él con la cabeza gacha.

—"Ouch,"— Lestrange rió entre dientes, habiéndose escondido tras la esquina cuando vio a Tom acercarse.

—"No te metas",— exigió Tom. Sabía que estaba haciendo daño a Alexandra, pero la necesitaba lo más lejos posible de su prueba. No quería que se pasara todo el tiempo preocupada o, peor aún, que insistiera en ayudarle y, como resultado, quedara atrapada en el fuego cruzado.— "Sólo hago lo que es mejor para ella".

—"¿En serio?" —Lestrange desafió. —"Su reacción dice lo contrario".

—"Obviamente no sabes lo que es preocuparse por alguien que no seas tú mismo".

—"En eso no estoy de acuerdo contigo", — argumentó Lestrange, bajando la vista hacia el libro que tenía entre las manos.

Tom no dijo nada, sólo miró a Lestrange antes de alejarse.

—"El libro", —dijo Alexandra, acercándose por detrás a Lestrange y sobresaltándolo. Él se volvió hacia ella y ella le tendió la mano. —"He cambiado de opinión. Me gustaría echarle un vistazo".

—"Sabía que lo harías", — sonrió Lestrange, entregándole el libro. Ella le dio las gracias, alejándose una vez más.

Al entrar en la Habitación, Alexandra dejó todo menos el libro que Lestrange le había dado. Respiró hondo y levantó la cabeza para ver su reflejo en el Espejo de Oesed Por primera vez en mucho tiempo, Alexandra supo exactamente qué era lo que tenía que hacer fuera de Hogwarts para que sus deseos se hicieran realidad, y este libro iba a ayudarla tanto si quería ser auror como si no. El libro iba más allá de la simple defensa contra las artes oscuras, y eso era justo lo que ella necesitaba para triunfar.

—"Todo es diferente cuando luchas por alguien a quien amas".

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