🍂 Color Sepia: Tiempo.

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Advertencias: Saltos en el tiempo, todo el salto se mide desde la operación.

≈2 Semanas después de la operación≈

Mi madre llego tan solo llamarla y hacerle saber sobre el internamiento de Eren, por supuesto soy reprendido, por ser parte de la causa de que el niño pase por esta cirugía a tan corta edad, por otra parte, el medico asegura que fue algo bueno ya que así pudieron detectar el problema cardiaco antes de que se acrecentara más y pudiera ser problemático más tarde durante su adolescencia y/o adultez.

Por el momento, él está en terapia intensiva, recuperándose de la primera operación, lo están vigilando, esperando cualquier anomalía que atente contra su salud, no puedo verlo ya que sigo siendo un menor de edad, aunque mi madre lo hace en mi lugar.

≈2 años después≈

-La maestra me ha felicitado por tener un sobresaliente en aritmética. -Eren se lleva la hamburguesa a la boca y da un gran mordisco.

-Trata de no ensuciarte la ropa, es difícil lavar el queso, después. -le paso una servilleta.

-¿No vas a felicitarme por la nota? Fue la mejor de la clase.

-¿Debería? Es obvio que debías sacarla, no sé porque debería sorprenderme de tus buenas notas en la escuela, después de todo soy yo quien te enseña.

Eren se cubre la boca para no escupir el bocado mientras trata de no reír.

-Eso no es cierto, la he sacado por mi esfuerzo, soy yo el que estudia mucho, tú solo me regañas. -dice entre risas.

-¿Quién te enseño a fraccionar? -arqueo una ceja mientras me llevo el vaso de refresco a los labios.

Eren hace una mueca.

-Pues tú... oh, tienes queso en...

-¿Dónde?

Tomo una de las servilletas para limpiarme, pero él se estira sobre la mesa y con su pulgar retira el queso, lo pasa varias veces por la piel de mi mejilla hasta que ha retirado toda la mancha, después se limpia con la servilleta y me dedica una resplandeciente sonrisa.

-Listo.

≈4 Años después≈

Eren se encierra en el armario y se niega a salir, por nada del mundo, está llorando, de repente tomo ese hábito de encerrarse dentro del armario y ponerse a llorar, ha dejado de patalear y golpear todo a su paso, ahora simplemente decide llorar por su cuenta, maldecir al mundo en silencio, dice que es para no causarme problemas.

-Vamos, sal de allí. -digo tocando levemente la puerta de madera.

-No quiero.

-¿Qué es lo que ha pasado? Sabes que puedes contarme todo. -trato de sonar tranquilo y calmado para tratar de hacer que él también se calme.

-Nada, déjame solo.

-Eren...

-Vete.

Suspiro y me levanto del piso, no me gusta que llore, hace que me sienta culpable, como si hubiera sido yo quien lo ha provocado. Hoy simplemente ha llegado de la escuela y se ha encerrado, sé que tenía una mejilla roja e hinchada, se ha metido en otra pelea, pero extrañamente la escuela no se contactó conmigo, tal vez se ha peleado fuera. No he podido ir por él, tenía que terminar un trabajo en la universidad.

Entro a la cocina para preparar algo de comida, en algún momento de la tarde debe salir, al menos eso es lo que siempre pasa.

La pasta es su comida favorita, más si tiene bolitas de carne, así que tal vez con eso le suba el ánimo, preparo té de limón y como postre flan bañado en caramelo, miro la puerta de su habitación, si no sale en los próximos diez minutos que tarde en limpiar la cocina tendré que sacarlo a la fuerza.

Promesas de CrayónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora