-Levi, todo está en orden, aquí están los documentos de Eren, su historial médico y académico, sus horarios...
-Doctora Zöe, el paciente de la habitación 324 se está convulsionando. -Petra interrumpe en la habitación de modo demasiado estruendoso, se nota nerviosa y está demasiado pálida.
-Lo siento, Levi, cualquier duda puedes venir durante la semana para que la aclaremos, tengo que irme. -Sin más Hanji sale de la habitación a toda prisa.
Miro los documentos dentro del sobre de plástico color azul y estampado con algún tipo de caricatura de moda, suspiro y miro de nuevo a quien será mi pequeño a cargo.
- ¿Listo para irnos? -Pregunto, sus ojos brillan demasiado y asiente con energía.
Tomo la maleta que pesa mucho más de lo que aparenta, le digo al niño que se mantenga cerca de mí para no perderlo de vista, en respuesta él se sujeta de mi camiseta, apretándola con demasiada fuerza con su diminuto puño. Supongo que así se siente más seguro.
Como podemos salimos de la clínica hasta donde está la motocicleta, el problema ahora es como trasladar a un niño de unos cinco o seis años y a una maleta llena de pertenencias.
- ¿Es tuya? -Eren me suelta y observa la motocicleta con mucha emoción.
-Sí, mis padres me la regalaron. -Tomo la maleta y la trato de sujetar al vehículo con un trozo de hilo grueso.
- ¿Me regalarías una para mi, cuando sea grande?
Miro al niño y él me observa con mucha emoción y alegría, tiene las mejillas rosadas y sus ojos verde azulado brillan con mucha intensidad, aprieta los labios en una pequeña sonrisa roja y no deja de apretar el asiento con su puño cerrado.
Sonrió.
-Por supuesto. -La respuesta parece emocionarle demasiado que expande su sonrisa.
Después de arreglármelas por medio de algún tipo de milagro, llegamos a la casa casi cuando están a punto de dar las cuatro de la mañana, no dormiré de todos modos, lo bueno es que no habrá clases.
- ¿Es tu casa? -Pregunta Eren una vez que estaciono la motocicleta.
-Sí. -Con el mismo trabajo saco la maleta del revoltijo de hilos que hice.
-Me gusta, es grande.
Vuelvo a mirarlo, supongo que para alguien que solo vive en una habitación, el hecho de ver un departamento con más de una habitación debe ser sorprendente.
-Gracias, vivirás aquí durante solo unos días. -Tropiezo cuando logro sacar de nuevo la maleta y él lanza una adorable risita de burla.
Saco las llaves para abrir la puerta, Eren se queda de pie en el umbral, indeciso, se balancea sobre las puntas y los talones.
-Anda, entra.
Sin convencerse del todo se adentra a mi pequeño departamento, esperaba que empezara a hacer ruido, desastre o que lanzara preguntas por todo lo que viera, pero es un niño un tanto tímido, solo espero que una vez que tome confianza no se convierta en un desastre demoniaco, tengo demasiado con la molesta de mi prima.
- ¿Es tu esposa? -Eren se acerca a mí y señala hacia al sillón.
Mikasa está dormida sobre el sofá, al final si pudo conciliar el sueño ese pequeño demonio molesto, me alegro porque no estoy mucho de ánimos como para escuchar sus quejas y reclamos espantosos.
-No, solo es mi prima. - Contesto dejando la maleta en la entrada a mi habitación.
- ¿No tienes esposa? -Insiste. Entonces ya vienen los ataques de preguntas infantiles.
ESTÁS LEYENDO
Promesas de Crayón
Fiksi PenggemarLevi es un adolescente de 16 años que ayuda como voluntario cuidador en una pequeña y lujosa clinica. Un día la clinica sufre un percanse y hace que cada voluntario cuide aun niño por una semana en lo que se solucionan los problemas. El pequeño al q...