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— Estas seguro? — le preguntó Craig.

Era viernes por la noche, el y Kenny se encontraban en su casa haciendo unas "experimentaciones". Kenny estaba sentado en el suelo de rodillas enfrente de Tucker, Tucker por su parte estaba sentado al borde de su cama. Craig sujetaba a Kenny por sus mejillas con una mano de un agarre firme impidiendo que pueda mover la cabeza. Con la otra mano sujetaba una aguja largo y puntiagudo que intimidaba mucho al rubio.

— s-si! — Respondió con la voz temblorosa el rubio. Todo su cuerpo temblaba. Tenía que confiar en Craig y confiar en que todo irá bien. Después de todo, Craig tenia experiencia en esto, no era la primera vez que lo hacía.

— Bueno, abre grande. —

Kenny abrió la boca y cerró los ojos pues no se atrevió a mirar. Saco la lengua y pudo sentir como el cuerpo de Craig se acercaba a el, sentía su calor y escuchaba su respiración cerca. Escucho la voz de Craig que le hablaba despacio que le decía "No dolerá".

En casa de los Marsh, sorprendentemente no tan sorprendente, Stan se encontraba nuevamente solo en casa. Esta vez, su madre había salido en una cita y su hermana aprovechaba cada ocasión para salir de casa, dejando de esta forma al mas joven de la familia a solas. No le molestaba, por lo contrario adoraba estos momentos consigo mismo. Aunque esa noche en particular decidió dormir temprano. Eran las nueve y Stan ya se estaba preparando para dormirse. La semana había sido larga y estaba cansado. Se encontraba en el baño mirándose a sí mismo en el espejo mientras se cepillaba los dientes. Admiraba su rostro y criticaba internamente cada parte de el. Deseando ser diferente.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de la casa que lo hizo volver a la realidad.

"¿Quien mierda será a esta hora?" pensó mientras escupía en el lava manos. Pensó en no ir a abrir y esperar que esa persona se fuera, pero cuando escucho un segundo timbre supo que no tenía alternativa. Si no respondía seguramente insistiría toda la noche.

Se dirigió a la entrada principal y sin mirar por el agujero de la puerta la abrió. Rápidamente se arrepintió de no haber revisado quien era antes al ver a Kenny.

— Stan! Mira mira! — Le dijo mientras abría la boca y sacaba la lengua mostrándole su nuevo piercings de lengua. Fresco.

—Que asco, esta todo hinchado.— respondió pero si estaba algo intrigado por el piercing por lo que se acercó un poco al contrario.

— Me lho hicho Crail! — Hablo con la lengua de fuera. Kenny guardo su lengua mientras sacaba una cajita de su bolsillo y se la mostraba a Stan. — ¿Quieres que te haga uno? Craig me enseñó a hacerlo! —

— Ah... — Kenny abrió la cajita sacando una aguja súper grande provocando un escalofrío en su cuerpo. Tenia pensado apuñalarlo con eso?...

Stan se había dejado convencer por el rubio. Estaba claro que era una idea estupida visto que Kenny nunca había echo esto antes. Pero de igual forma no creía que nada malo podría pasar, lo peor que podría pasar es que le quedara mal. Lo había dejado entre a su casa y llevado hasta su habitación.

— Si me lo haces chueco te matare — Dijo Stan mientras se acercaba a su cama. Se dio la vuelta y se dejo caer sobre esta de espaldas.

— Tranquilo~ — Kenny se acercó a Stan y se terminó sentando sobre la cama a un costado suyo. Nuevamente saco aquella cajita con la aguja. Al igual que la primera vez, al ver aquella aguja Stan sintió miedo y rápidamente se levantó de la cama en sudor.

— Espera! Espera!—

— Que?! Aun ni empiezo no seas marica! — Se quejo Kenny, ni el había protestado tanto.

TRAIDOR! |stenny|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora