Crystal Tears

15 - Bruno Mangicavallo

Era tarde esa noche, podría haber sido temprano en la mañana, y no podía dormir. Realmente no había tenido más de un par de horas por noche durante las últimas dos semanas. Esta noche no sería diferente.

El pecho de Jimin subía y bajaba ligeramente mientras roncaba suavemente. Este bebé debe estar cansándolo mucho. En todos los años que había conocido a Jimin, el nunca roncaba, y no era como si hubiéramos hecho algo extenuante hoy. Sin embargo, se veía increíblemente pacífico. Sus sueños normalmente vívidos parecían haberse calmado, por lo que no podía quejarme por la falta de patadas debajo de las sábanas.

Traté de ver si podía ver alguna diferencia en su apariencia. Supuse que el embarazo lo haría lucir completamente diferente, pero aún no pasaba nada. Al menos, nada que yo pudiera ver.

"Jimin, ¿estás despierto?" Susurré.

El no respondió.

Me moví para que mi cuerpo se cerniera sobre el de él. Empecé a levantarle la camiseta, poco a poco, tratando de no despertarlo. Pasé por su estómago y miré hacia abajo.

"¿Cómo se supone que debe verse?" Me pregunté a mí mismo.

"Puedo verlo", dijo Jimin adormilado.

"Oh, estás despierto".

"Tú me despertaste." El no abrió los ojos.

"Vuelve a la cama. Solo estaba comprobando".

No sé qué me hizo hacerlo, pero me incliné y le di un beso en el estómago. Él se rio por el toque, así que lo hice de nuevo.

"Me pregunto si él puede sentirlo", le dije. "Todo el proceso del embarazo se ha vuelto fascinante para mí".

"Es aún más fascinante atravesarlo".

"¿Estás adolorido?"

"No, solo incomodó a veces".

"No me gusta como suena eso."

"Es normal. Las personas embarazadas tienen que pasar por muchas cosas asquerosas".

"Eso es lo que dicen los libros," estuve de acuerdo, dándole otro beso en el estómago.

"¿Has estado leyendo los libros?"

"En mi tiempo libre... Si tengo tiempo libre".

"Trabajas demasiado duro". Empezó a acariciarme el pelo. "Estoy preocupado por ti."

"No lo hagas. Se supone que no debes estar estresado".

"La semana pasada salías de casa todos los días a las cinco y no volvías hasta pasada la medianoche".

"No puedo evitar eso". Suspiré.

"Necesitas más tiempo de vacaciones".

"No existe tal cosa. Si no estoy en la oficina, tengo una mierda familiar con la que lidiar".

"No maldigas al bebé", lo regañó.

"Él no puede oírme", dije con esperanza.

"Bueno, todavía estoy preocupado por ti. ¿Qué ha dicho el doctor?"

"Um, estoy saludable".

"Aún no has visto al médico, ¿verdad?"

"No, no tengo tiempo". Me despegué de él.

"Jungkook, hemos regresado por más de un mes y aún no te has hecho un examen físico. Necesitas que te revisen".

"Lo haré esta semana", le prometí.