JUNGKOOK POV
Los ojos azul claro de mi hija me miraron desde las toneladas de mantas en las que estaba envuelta. Mi hija.
Esa era todavía la cosa más extraña que había dicho. Ella era mía, y la amaba. Los amaba a los dos. No sabía cómo era posible porque nunca antes había sentido una conexión con los bebés, pero con ellos aquí frente a mí, no podía evitarlo. Me atrajeron y me capturaron completamente, tan solo en seis horas que han estado aquí. En teoría, entendía el amor, pero nunca lo había sentido por nadie además de Jimin. Esto era diferente. No solo quería proteger a mis bebés, sino también enseñarles, cuidarlos y... solo mirarlos.
Todas mis preocupaciones y miedos seguían ahí, pero decidí que no importaban yo solo era padre. No había nada que pudiera hacer al respecto. Sólo tenía que aprender sobre la marcha.
Hana nació primero. La niña más perfecta que existe. Una vez que se despertó y comenzó a moverse, me di cuenta de que era tan luchadora como su hermano. Ambos tenían mucha energía y mucha curiosidad por el nuevo mundo. Sung Min era pequeño, pero sabía que crecería. El médico lo tenía actualmente en una habitación diferente, en una incubadora. Solo necesitaba algo de tiempo extra.
Fueron medidos y pesados. Me quedé al margen, observando todo con atención. No me gustaba la forma en que las enfermeras estaban siendo tan rudas.
Aun me sentía algo incómodo con los dos. No podía sostener a Sung Min o a Hana cuando estaban despiertos. Se sentía raro, pero lo intentaba. Quería mostrarle a Jimin lo buen padre que era, pero cuando los bebés estaban activos, me preocupaba mucho su seguridad en mis brazos. La alimentación también era extraña. Jimin había alimentado por primera vez, y los bebés inmediatamente se agarraron al chupón, me sentí tan inútil. No sabía qué hacer.
Y limpiar después de... que hicieran lo suyo no era una opción. Podía ponerle un pañal a una sandía y sabía cómo sujetar las aletas a un globo lleno sin siquiera hacerlo chirriar, pero los bebés eran reales. No eran sandías, y no eran globos. Era la cosa más repugnante que jamás había visto. Salían fluidos de todos los orificios y no sabía cómo controlarlos. Temí que podría necesitar un poco más de entrenamiento.
Jimin estaba durmiendo, tratando de descansar antes de que la familia lo atacara, ellos aún no habían visto a los bebés. Había unas cincuenta personas en la sala de espera, pero hice que todos pospusieran sus visitas. Jimin necesitaba un descanso. Él estaba manejando esto extremadamente bien para un padre primerizo, adaptándose inmediatamente a los bebés. Supuse que llegaría allí eventualmente.
Hana estaba completamente despierta, estirando las piernas y levantando los brazos por encima de la cabeza. Ella era muy interesante de ver. No sabía si debía decirle algo, pero supuse que estaba esperando escuchar mi voz. Me di cuenta de que yo no era el padre que arrullaría a sus hijos innecesariamente, y eso hizo que esto fuera aún más incómodo. Solo sabía hablar con los adultos.
Me aclaré la garganta. "Hola. Mi nombre es Jungkook. Soy tu padre".
Se estiró de nuevo.
"Tu nombre es Hana".
Me preguntaba si ella me entendía. Probablemente no.
"Um, bueno, acabas de nacer y tu hermano está al final del pasillo. Está bien. Lo revisé, pero el médico dijo que necesita un poco más de tiempo. No te preocupes".
Hana abrió la boca y metió la mano.
"Tu papi se llama Jimin". Saqué mi billetera y encontré una foto que guardaba allí, enseñándosela a Hana. "Aquí está el. Te pareces un poco a él, supongo. No estoy muy seguro de a quién te pareces, para ser honesto".
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Crystal Tears
FanfictionHan pasado dos años. Jimin y Jungkook están a salvo en su isla, pero el oscuro inframundo del crimen los atraerá de regreso. Una historia sobre cómo el amor puede sobrevivir en el más cruel de los mundos. Segundo libro de Tears of blood ************...