Crystal Tears

45 - Ángel de la muerte

JIMIN POV

Tomé un sorbo de mi café y me senté en el sofá, mirando la nieve derretirse afuera. Estaba más que feliz de dejar ir el frío. Era primero de marzo y la primavera estaba a la vuelta de la esquina. Estaba listo para un poco de sol.

En este raro día, cuando los bebés dormían, la casa estaba en silencio y nadie necesitaba mi atención, me tomé el tiempo para pensar en todo lo que estaba pasando en mi vida.

De alguna manera, el drama era mínimo. Demonios, era casi inexistente, en comparación con el año pasado en este momento. Pero creo que fue porque Jungkook y yo habíamos aprendido a lidiar mejor con todo. Éramos realmente buenos dejando atrás la mierda extra y centrándonos el uno en el otro.

Los bebés estaban sanos y nosotros felices. Eso era lo que realmente importaba. Por supuesto, siempre pasaba algo con la familia, principalmente con Yoon Gi y Lisa. Los habíamos condenado al destierro, los habíamos dejado en el frío para que se pudrieran. Lo único "Jeon" sobre los dos ahora era su apellido. Todavía ni siquiera habían visto a los bebés. Jungkook no lo permitiría.

Hubo una gran pelea hace un mes, algo relacionado con un libro que estaba escribiendo Yoon Gi. Aparentemente tenía cosas que no deberían, y Jungkook explotó como nunca antes lo había visto. Las cosas que le dijo a Yoon Gi fueron algunas de las declaraciones más vulgares y tóxicas que jamás había escuchado en mi vida. No estaban en buenos términos, así que tampoco nadie más. Lisa intentaba llamarme, pero no tenía mucho que decirle. Ella estaba permitiendo que su esposo escribiera algo que lastimaría a nuestra familia, y yo no quería tener nada que ver con eso. Dejó de rogar por ver a los bebés después de un mes más o menos. Dejaron de ir a la iglesia, no hablaron con ninguno de nosotros, y Jungkook casi había puesto una letra escarlata en sus pechos. Yo estaba del lado de mi marido en esto.

Aparte de eso, las cosas estaban bien.

Sung Min y Hana crecían cada día. A los seis meses y medio estaban muy avanzados para su desarrollo. Casi comencé a llorar el otro día cuando Hana trató de gatear. No llegó muy lejos, pero yo estaba aterrorizado y lleno de alegría al mismo tiempo. El pequeño Sung Min tenía mente propia. Rodó como un neumático. Si lo dejara en el suelo por un minuto, despegaría y trataría de alejarse rodando. Era agotador seguirle el ritmo.

Estaban comiendo comida en puré ahora, y nos abastecimos de cientos de productos en puré. Afortunadamente, se adaptaron bien y ambos estaban sentados en sillas altas con facilidad. Estaba tan orgulloso de ellos, aunque estaba seguro de que todos los padres dicen eso.

Tuvimos un pequeño susto de salud cuando Sung Min tuvo una tos fuerte hace unos dos meses. Fue justo después de Año Nuevo, y parecía que realmente no podía respirar. Lo llevamos de urgencia al hospital donde se quedó para una observación, pero el médico dijo que esto podría estar ocurriendo con más frecuencia a medida que sus pulmones comenzaban a crecer. Me aterrorizaba tanto por la noche porque siempre estaba pensando en Sung Min. ¿Y si dejaba de respirar? ¿Qué pasaría si no pudiéramos llevarlo al hospital a tiempo? Ahora vi por qué los padres no duermen lo suficiente. Era imposible.

"¡Señor Jimin!" un grito vino desde arriba.

Mi corazón se detuvo, puse mi café en la mesa y salí corriendo de la habitación. Subí las escaleras de dos en dos, preocupado por lo que pudiera estar pasando.

"¿Dónde demonios estás?" grité.

"En su habitación", respondió Ariana.

Rápidamente abrí la puerta y dejé escapar un suspiro de frustración cuando entré en el armario.

"Estaba tratando de colgar tu ropa y lo encontré aquí. No sé qué hacer. El Sr. Jungkook me va a matar". Ariana parecía que iba a empezar a llorar.

Bosco, el perro nuevo, estaba rompiendo uno de los zapatos de Jungkook en pedazos. Y no era un zapato cualquiera, tampoco. Era uno de los favoritos de Jungkook.