Crystal Tears

42 - Planes

JUNGKOOK POV

"Finalmente de vuelta a casa." Jimin dejó el portabebés de Sung Min en el suelo de la sala de estar. Gia estaba allí para llevarse el abrigo y el bolso.

"Estoy tan contento de que estén de vuelta". Alec sonrió.

"¿Qué hiciste, quemaste la cocina? ¿Rompiste algo?" Cambié a Hana rápidamente. Solo me tomó unos segundos, y estaba silenciosamente orgulloso de ese hecho.

Alec la agarró de mí. "Nada. Estoy muy contento de que hayan vuelto. Nos lo pasamos muy bien, pero los extrañaba".

"No me gusta esto". Negué con la cabeza. "Ariana, ¿qué está tramando?"

"Nada, señor. Lo prometo". De hecho, parecía asustada.

"¿Es tan difícil de creer que estoy feliz de que hayas vuelto?" Hizo rebotar a Hana arriba y abajo. "Realmente los extrañé, chicos. Y a mí ahijada, por supuesto. Ella va a ser una rompecorazones. Miren esos ojos".

"Al igual que su papi, sin duda". Me quité el abrigo.

"Estoy eligiendo ignorar ese comentario". Jimin salió de la habitación y subió las escaleras.

"¿Entonces, cómo estuvo?" Alec me preguntó.

"No estuvo mal, en realidad. Si Yang no me mató, y tuvimos algo de tiempo para unirnos".

"Fantástico. Y asumo que disfrutó de los bebés".

"Realmente lo hizo. Fue algo increíble de ver". Me eché hacia atrás, exhausto y con la necesidad de algo de comida. "¿Pasaste un buen momento?"

"Sí, fue genial. Jin preparó una gran cena y todo". Puso a Hana sobre sus rodillas y comenzó a hacerle muecas divertidas.

Descansé unos cinco segundos antes de volver a pararme. "Necesito ir a ver a Hoseok".

"Está bien. Estaremos aquí".

Subí las escaleras de tres en tres para decirle a Jimin que me iba. Estaba en nuestra habitación, desempacando maletas con Ariana y Gia. Entre la ropa sobre la cama, estaba el gordo Bam que saltó y corrió hacia mí.

"Te haces más grande cada vez que te veo". Lo levanté, sintiendo su peso. Realmente no estaba tan gordo. Solo me gustaba burlarme de él. Me lamió la cara y se movió en mis brazos.

"Ariana dijo que ha estado triste desde que nos fuimos". Jimin se acercó, acariciándolo detrás de las orejas. "Tendremos que llevarlo con nosotros de ahora en adelante".

"No lo creo. Puede quedarse en casa como cualquier otro perro del mundo".

"Una vez leí que los perros pueden morir de corazones rotos".

"Sí, bueno, también los humanos". Lo puse de nuevo en la cama. Bam se acurrucó en mi montón de ropa y se dejó caer. "Tengo que ir a ver a Hoseok un rato."

"Oh, bien. Puedes invitarlos a cenar. Iba a llamar, pero como vas a ir allí..."

"Pero acabamos de regresar", gemí.

"Y no los hemos visto en una semana. Necesito tiempo en familia".

"¿Más tiempo en familia?"

"Sí. Puedo llamar si quieres."

"No, se los diré".

"Oh, antes de que te vayas, tenemos que hablar de algo".

"¿Y que sería eso?"

"Quiero hacer una fiesta de Navidad".

"¿Una fiesta?"

"Sí, con todos nuestros amigos".