Narra Edward
-¿Qué? Dios mío, voy para allá ahora-dijo Amanda.
-Quédate, yo me quedaré aquí. Avísale a Paul si puedes, vale. Te amo-dije y colgué. Mi ropa estaba llena de sangre al igual que mis manos. Habían pasado horas, y no tenía ninguna noticia.
-Sr. Williams-dijo el doctor y me acerqué a él.
-Dígame como está Mía-dije y él me miró.
-Usted la trajo a tiempo, gracias a Dios la pudimos estabilizar. Perdió mucha sangre y le transfrerimos sangre. La policía viene a tomar sus declaraciones y vienen unos psicólogos también a bregar con este asunto. Es una joven, ¿porque atentó contra su vida?-dijo el doctor y lo miré.
-Gracias por decirme-dije.
*****
Mía comenzó a moverse y abrió sus ojos. Ella pestañeó varias veces y yo observé su rostro.
-¿Qué me pasó?-susurro y la miré.
-Intestaste acabar con tu vida, ¿porque Mía?. Hay mucha gente que te quiere, tienes a Amanda, a Paul y a mí. No estás sola-dije y sus lágrimas no tardaron en salir.
-¿Porque no me dejaste? Ya no quiero vivir-susurró y agarre su mano.
-No vuelvas a decir eso-dije.
Narra Mía
-¿Estas segura que no quieres demandar?-preguntó el policía y negué.
-No-susurré y él me miró.
-Bien, volviendo al otro tema ella ya tiene sus 18 años por lo cual ella puede tomar sus propias decisiones y no nececita a su madre. Por tanto, ella puede independizarse. No hay que entrar con un pleito legal en este caso-dijo el trabajador social.
-Estos son unos lugares, que ayudan a los jóvenes a conseguir trabajo y hogar. Ahí tienes un lugar seguro, cama, un techo y comida-dijo el trabajador social y asentí.
-Eso no va a ser necesario, yo me haré cargo de ella y de todo lo que necesite. No sé si deba firmar algún documento en donde yo asuma toda la responsabilidad. Hasta donde tengo entendido, es mayor de edad para ciertas cosas. Pero para los médicos nececita un adulto-dijo Edward.
-Vale, para eso habría que ir a los tribunales a exigir esos derechos. Tenemos bastante evidencia para poder levantar un caso por maltrato físico, psicológico en contra de la Sra. Zara-dijo el policía.
-Pues no me importa lo que se tenga que hacer, lo único que quiero es que Mia esté en un hogar sano para ella-dijo Edward.
-¿Entonces usted va a ser el tutor hasta los 21 años?-preguntó el policía.
-Si-dijo el.
-Vale, entonces salgamos afuera para tomar su información y hacer este proceso legal-dijo el policía y Edward asiente y sale junto al trabajador social, policía y el psicólogo.
-Hola-escuche la voz de Paul.
-Hola-dije y Paul me dio una rosa.
-¿Porque querías abandonarme? Sabes que te amo, eres como una hermana para mí-dijo Paul y sonreí.
-Yo también te amo, y... ya no quiero seguir luchando-susurré y Paul agarró mi mano.
-No lo harás sola, todos lucharemos contigo. No estás sola, y créeme lo más que quiero es verte bien-dijo Paul.
-Por cierto, alguien vino a verte-dijo Paul y la puerta se abre y veo a Jacob con un peluche y unos globos.
-Hola princesa-dijo Jacob y le regalé media sonrisa.
-Hola Jacob-dije y él me entregó el peluche junto con el globo.
-Esto es para que no te sientas sola, también quiero ofrecerte una disculpa por lo de ayer. Alejandro estuvo súper mal y estoy dispuesto a testificar en contra de él por lo que te hizo. Debes denunciarlo-dijo Jacob agarrando mi mano.
-No tengo cabeza para eso en estos momentos, solo quiero despertar de esta pesadilla-susurré y Jacob dejó un beso sobre mi mano.
-Preciosa no vas a estar sola, tienes a Amanda, Paul, Edward y ahora a mi. Y en realidad, desde que te vi hubo algo en ti que me hizo sentir algo que jamás había sentido con alguien. Una conexión, una energía no sé ni cómo explicarte y quiero estar a tu lado. Unirme al club de tus amigos-dijo él y solté una carcajada.
-Me transferí a tu misma escuela para estar junto a ustedes. Además, la vida es muy aburrida en Florida. Quiero estar cerca de mis viejos amigos-dijo Jacob.
-No era necesario-susurré y en eso entró Amanda con muchos globos.
-¿En dónde está mi preciosa amiga?-preguntó Amanda y solté una carcajada.
-Creíste que te íbamos a dejar sola, pues te equivocaste. Aquí estamos los tres junto a ti para demostrarte que te queremos y que eres sumamente importante en la vida de todos. Tú tienes esa chispa que nos hace ser quienes somos y sin ti no sería lo mismo-dijo Amanda y mis lágrimas no tardaron en salir.
-Gracias chicos-dije y los 4 nos abrazamos y en eso escuchamos la puerta y vemos a Edward.
-Que bueno que estén aquí, ¿puedo tomarle una foto?-preguntó Edward y todos asentimos y Edward tomó la foto.
-Ya está todo listo, y ya lo hablé con Amanda y ella está de acuerdo en recibirte con nosotros. Al fin y al cabo será bueno tenerte, sólo somos nosotros dos-dijo Edward y Amanda sonríe.
-Me siento feliz de que ahora vivas con nosotros, siempre quise tener una hermana pero por cosas del destino nunca pude tener una y mira, el destino te puso en mi camino-dijo Amanda.
-De verdad que no sé cómo agradecerles todo lo que están haciendo por mi, esto para mí vale muchísimo. Los quiero mucho-dije y ahora nos volvemos a abrazar pero esta vez los 5 y desde este momento supe que jamás estaría sola.
Me sentí amada y sobre todo protegida.
¡Gracias vida por esta segunda oportunidad que me brindas!
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Amor Prohibido
RomanceLas personas viven con muchos estereotipos, empezando porque un hombre debe estar una mujer y viceversa. Que tienes que estar con un hombre o una mujer de tu edad. Que debes ser recto, que debes andar bien, sacar buenas calificaciones. Tener un buen...