Narra Mía
-Si quieres dime dónde están tus cosas y yo las recojo-dijo Edward y negué.
-Esta bien, yo iré-dije y abrí la puerta pero él agarró mi mano y yo miré su agarre y luego lo miré a él y senti una sensación extraña recorrer todo mi cuerpo.
-No voy a dejarte sola, iré contigo-dijo él y solo asiento. Me bajé y él se bajó conmigo. Abrí la puerta y veo todo recogido y luego veo a mi madre que aparece.
-Mía-susurró y yo solo la ignoré. Subí las escaleras y Edward subió detrás de mí. Saqué una maleta y Edward la puso en mi cama y yo empecé a poner mis cosas en la cama y Edward las metía en la maleta.
-Mía, ¿qué estás haciendo? Esta es tu casa-dijo mi madre intentando acercarse a mi.
-No te me acerques, yo ya no quiero seguir viviendo contigo. Lamentablemente es momento de que piense en mí, ya me cansé de tus humillaciones-dije y veo como sus ojos se llenan de lágrimas.
-Me llegó una cita del juzgado-dijo ella y la miré.
-Ah ya veo porque estás tan dócil mamá. Pues si, voy a luchar por mis derechos-dije y ella mira a Edward.
-Tu eres el culpable de todo esto-dijo mi madre.
-Con Edward no te vas a meter, deberías agradecerle a él porque sino llegaba a ser por el estuviese muerta-dije y seguí poniendo cosas en la cama.
-Ahora Mía va a tener a alguien que la va a proteger y la cuidara-dijo Edward.
-Hija por favor no te vayas, te prometo que dejaré de tomar, y voy a cambiar. Yo te amo-dijo mi madre.
-Ya es demasiado tarde mamá-dije y Edward cerró la maleta.
-¿Ya tienes todo listo?-preguntó Edward y asentí.
-Solo me faltan mis medicinas-dije y caminé con Edward hacía la salida.
-Pues no te vas a llevar nada, si te vas de esta casa no te llevarás nada. Todo te lo compré yo-dije y ella le arrebató la maleta.
-Te recuerdo que la ropa que tengo me la compró mi papá, no tu mamá. Así que no me digas jodiendo la vida, devuélveme mi maleta-dije con coraje.
-Perfecto, vámonos Mia yo te compraré ropa. No tienes nada que hacer aquí. Nos vemos en el juzgado Sra. Zara-dijo Edward y salimos de la casa.
*****
-Esta será tu habitación, aquí en confianza-dijo Edward y lo abracé. El me devolvió el abrazo y en sus brazos me sentía segura. Escuchaba su corazón latir con mucha fuerza.
-Gracias-susurré con lágrimas.
-No tienes nada que agradecerme, solo quiero verte bien-dijo él y me separé y él acarició mi mejilla y ambos nos quedamos mirando por un largo rato. Su mirada bajó a mis labios y luego volvió a verme a los ojos.
Esa atracción, esa corriente volvió a sentirse en mi cuerpo.
-¡Mía!-escuche la voz de Amanda y rápidamente nos separamos. Me senté en el borde de la cama. Ella abrió la puerta.
-¡Nos vamos de compra!-chilló y solté una carcajada.
*****
-Te quiero contar un secreto-dijo Amanda y llevé un poco de helado a mi boca mientras caminábamos por el centro comercial.
-Dime-dije y ella me miró.
-Mi mamá me llamó, quiere verme. Pero no quiero ir, quiero darle una lección-dijo Amanda y nos sentamos.
-Creo que deberías darle una segunda oportunidad, es lo mejor para ambas-dije y ella me miró.
-¿Tú crees?-preguntó.
-Si-dije y ella sonríe.
-Además quiero contarte otra cosa, y tiene que ver con Jacob-dijo ella y la miré.
-¿Qué?-dije y ella sonríe.
-Me gusta Jacob-dijo ella y sonreí.
-¿El lo sabe?-dije y ella niega.
-Jacob es un excelente partido para ti, es muy cariñoso, caballeroso, respetuoso y es de los que ya no hay. Deberías decirle y salir con el-dije y ella me miró.
-Pero yo sé que le gustas a Jacob, no soy estúpida. Veo esas miradas que se dan-dijo ella y la miré.
-Amanda yo no siento nada por Jacob te lo juro, Jacob es muy guapo, pero jamás estaría con él. Mírame, jamás estaré a su nivel y además quiero estar sola. Estoy mejor así-dije y ella me miró.
-¿Alguna vez te haz enamorado?-preguntó y la miré.
-Solo una vez-dije bajando mi cabeza.
-¿Y porque no están juntos?-preguntó y la miré.
-Solo fui un reto para él-dije.
-¡Pero que cabron!-dijo Amanda molesta.
-Desde esa vez juré no volverme a enamorar, al final todos quieren lo mismo. Te usan y luego cuando no les sirves te desechan-dije y Amanda me miró.
-Por eso mismo quiero que cambies-dijo Amanda y la miré.
-¿A qué te refieres?-pregunte.
-Es momento de que dejes a la vieja Mía atrás y te vuelvas la mejor versión de ti. Ya dejemos de usar estas ropas viejas, grandes. Uses lentes de contacto, te peines diferente y yo te voy a ayudar-dijo Amanda y me tomó de la mano y lo primero que hicimos fue entrar a un salón de belleza.
-Quiero que le hagan un gran cambio-dijo Amanda y el estilista asiente.
Luego de un rato, ya no quería ni verme en el espejo. Amanda me cubre los ojos.
-¿Estas lista?-preguntó Amanda y negué. Ella me destapó mis ojos y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo (Foto Multimedia).
-Quedaste hermosa-dijo Amanda y mis ojos no pudieron evitar llenarse de lágrimas.
-Ya quiero ver la cara de todos-dijo Amanda.
Narra Edward
-Esto es muy agotador-dije cerrando mi computador y quitándome los lentes. Me paré y fui a la cocina, tome un vaso y me serví un poco de limonada. Escucho la risa de Amanda y salí a la sala y en eso veo que abren la puerta y veo a Amanda.
-Papá, cierra tus ojos-dijo Amanda y la miré.
-¿Para que?-dije y ella sonríe.
-Solo hazme caso-dijo ella y asiento. Cerré mis ojos y escucho unos tacones.
-Ábrelos-dijo ella y abrí mis ojos.
Que hermosa...
Mis ojos no podían despegarse de ella por más que quería. Mía se sonrojó un poco y una estúpida sonrisa se formó sobre mis labios.
-Wow, estás hermosa-dije y ella sonríe.
-Gracias-dijo ella.
-Ven vamos a mi habitación-dijo Amanda llevándose a Mia a su habitación. Llevé ambas manos a mi rostro y lo estrujé.
Mía...
Tome un sorbo de limonada y a mi mente vinieron los labios de Mía y sus hermosos ojos.
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Amor Prohibido
RomanceLas personas viven con muchos estereotipos, empezando porque un hombre debe estar una mujer y viceversa. Que tienes que estar con un hombre o una mujer de tu edad. Que debes ser recto, que debes andar bien, sacar buenas calificaciones. Tener un buen...