Narra Mia
-Eso sería todo por hoy, pueden retirarse-dijo Edward y como siempre soy la última en recoger las cosas.
-¿Qué harás ahora?-preguntó Edward.
-Nada, creo que comer-dije y él me miró
-Te invito a una cafetería que hay aquí cerca a comer-dijo él y solté una carcajada.
-Te lo agradezco, pero ya has echo mucho por mi-dije y Edward sonríe.
-Insisto-dijo el.
-Bueno, está bien-dije.
*****
-Quiero que nos conozcamos mejor-dijo Edward y asiento.
-A ver, comienza-dije y el sonríe.
-¿Cuando es tu cumpleaños?-preguntó y lo mire.
-Abril 14-dije y él me mira sorprendido.
-Yo también cumplo ese día, vaya que sorpresa-dijo el con una sonrisa.
-¿Cuántos años tienes?-pregunté.
-39 años-dijo el.
-¿Te gusta alguien?-preguntó Edward y solté una carcajada.
-En realidad no-dije y él me miró.
-¿Porque? Eres muy linda, podrías tener el hombre que tú quieras-dijo él y lo miré.
-Al final todos quieren lo mismo, cuando ya no les sirves te desechan-dije y él me miró.
-Difiero de ti, no todos los hombres son iguales Mía. Son pocos, pero aún existen hombres buenos y sinceros-dijo él y lo miré.
-¿Porque estás solo?-pregunté y él tomó un sorbo de su café.
-Apenas a pasado 5 meses desde el divorcio con Emma. Mira mi ejemplo, a veces las cosas no funcionan y es mejor romper antes de que las cosas se compliquen o sea demasiado tarde. Emma y yo compartimos 20 años juntos, nos conocimos cuando teníamos 19 años y ella 18. Nos conocimos en el instituto, éramos mejores amigos y con el tiempo eso fue cambiando y nos enamoramos. Emma era una mujer encantadora. A los 21 años y ella a los 20 ahí fue cuando tuvimos a Amanda y fue el momento más hermoso de mi vida-dijo Edward.
-Al pasar el tiempo las cosas fueron cambiando y Emma comenzó a cambiar, y pues se tornó agresiva, comenzó a dudar de mí, peleaba por cualquier tontería y ya me estaba afectando emocionalmente y decidí divorciarme de ella. Ahora soy un hombre libre y feliz, estoy estable-dijo Edward.
-Vale-dije y él me miró.
-¿Te gustaría tener más hijos?-pregunté y él sonríe.
-Por supuesto, quizás uno o dos. Ya Amanda está grande y muy pronto se enamorará, se casará y tendrá hijos, bueno eso espero-dijo él y sonreí.
-¿Porque no tuviste más hijos con Emma?-pregunte.
-Emma no podía quedar embarazada-dijo el.
-Oh vale-dije y él me volvió a mirar.
-¿Tú quieres tener hijos?-preguntó y lo mire.
-No lo sé, ahora no me gustaría pero más adelante si. Quizás uno o dos-dije y el sonríe.
-Cuando seas mamá vas a entenderme-dijo él.
-Vaya, vaya pero que sorpresa. Así que por esta fue que me dejaste-dijo la señora que la otra vez vino a el instituto.
-Emma cállate-dijo Edward molesto.
-A mí no me vas a mandar a callar, así que tú eres la amante de Edward. Vaya, ella podría ser tu hija-dijo ella y comencé a sentirme incómoda y todos comenzaron a mirarnos.
-Te dije que cierres la boca, ella no es mi amante ni nada por el estilo. No cambias Emma, no cambias-dijo Edward enfadado.
-¿Quién eres tú entonces mocosa?-preguntó.
-Ella es mi estudiante y es la mejor amiga de nuestra hija. Además soy su tutor-dijo Edward.
-¿Tutor?-dijo ella.
-Si, y no voy a permitir que vengas a faltarle el respeto. Vámonos Mia, no tiene caso que sigamos escuchando las difamaciones de esta mujer-dijo Edward tomándome de la mano y sacándome de allí.
*****
-Hola Mia-dijo Jacob y lo miré.
-Hola Jacob-dije cerrando mi casillero.
-Oye, quería invitarte a la playa-dijo Jacob y solté una carcajada.
-¿A la playa? ¿Cómo sabes que me encanta?-dije y él me miró.
-A mí también me gusta, yo soy surfista-dijo él y sonreí.
-Oh vale-dije y veo a Amanda que viene hacia nosotros.
-Hola chicos-dijo Amanda.
-Hola-dijimos a la par.
-¿De qué hablaban?-preguntó Amanda.
-Invitaba a Mia a la playa-dijo Jacob y Amanda me miró.
-Oh-dijo ella y yo miré a Jacob.
-Porque mejor no vas con Amanda, yo tengo que hacer tarea-dije y Jacob me miró.
-Pero ve, la tarea puede esperar-dijo Amanda y la fulminé con la mirada.
-Podemos ir los cuatro-dijo Paul apareciendo.
*****
-¡No vienes Mía!-gritaron Paul y Amanda desde dentro del agua y negué. Abrí mi libro y comencé a leer. De la nada Jacob se sentó a mi lado y me dio una hermosa flor. La tomé y la puse detrás de mi oreja.
-¿Qué lees?-preguntó y lo mire.
-Es un libro de poesía-dije y él lo miró.
-Amo ese libro, mi poesía favorita es
Arde en tus ojos un misterio, virgen
esquiva y compañera.
No sé si es odio o es amor la lumbre
inagotable de tu aliaba negra.Conmigo irás mientras proyecte sombra
mi cuerpo y quede a mi sandalia arena.
-¿Eres la sed o el agua en mi camino?-
Dime, virgen esquiva y compañera-dijo Jacob.-Es un poema muy hermoso, pero no tengo uno favorito. Todos me gustan porque expresan diferentes situaciones-dije y el sonríe.
-Tenemos muchas cosas en común-dijo él y comencé a mirar hacia lo lejos y sentía su mirada. Lo miré.
-Mía, tú me gustas mucho-dijo Jacob y miré a Amanda.
-Jacob, y tú me gustas a Amanda. Se supone que no dijera nada pero ella está enamorada de ti-dije y él me miró.
-¿Amanda está enamorada de mi?-dijo Jacob y asentí.
-Si-dije y él me miró.
-¿Y tú?-preguntó y yo lo miré.
-Jacob eres un gran chico, eres de los que ya no hay y yo quiero que estés con una persona que realmente te quiera, te valore y sobre todo que se amen mutuamente y esa persona es Amanda-dije y sonreí, en eso veo a Amanda que sale de el agua y camina hacia nosotros.
-Bueno, yo los dejo para que hablen un rato-dije levantándome.
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Amor Prohibido
RomanceLas personas viven con muchos estereotipos, empezando porque un hombre debe estar una mujer y viceversa. Que tienes que estar con un hombre o una mujer de tu edad. Que debes ser recto, que debes andar bien, sacar buenas calificaciones. Tener un buen...