La mente de Hongjoong se encontraba en ese molesto punto entre los sueños y el mundo real, y en ese preciso instante no tenía ganas de despertarse. Principalmente por el dolor de cabeza que amenazaba con hacer de la suyas. Había tenido peores resacas, pero eso no significaba que con el tiempo fuera más fácil aguantarlas. Casi podía asegurar que se volvían cada vez más horribles.
Se removió entre las sábanas, el lado de su cara que había estado descubierto ahora tocaba la almohada suave y fría. Pestañeó un poco, todavía noqueado por el sueño. La visión que estaba teniendo de la que según era su habitación se sentía incorrecta. En donde debía estar la ventana, dejando entrar la luz natural del día, estaba una pared y un armario de apariencia antigua. El cuarto estaba mucho más oscuro de lo usual. Al estirar la mano para encender la lámpara en el mueble al lado de la cama, se topó con un espacio vacío. Había algo...
Oh, mierda.
Se sentó en la cama con un rápido movimiento, acción no muy inteligente de su parte. El desgarrador dolor que atacó la parte trasera de su cabeza, justo por encima de su nuca, le obligo a tenderse de nuevo en la cama. Sus ojos miraban el lugar en donde se encontraba, un cuarto desconocido al que no recordaba haber llegado. Se pasó una mano por la cara, estrujándose la piel con rudeza, obligando a su memoria a que escupiera los acontecimientos que lo habían llevado hasta allí.
Seonghwa. Eso ya era un comienzo.
La tormenta, la cena, las cervezas. Hasta allí, podía deducir que había bebido lo suficiente como para que el camino hasta ese cuarto estuviera oculto detrás de un cartel con una equis roja en su mente.
Las confesiones. Las cosas que había dicho, que le habían dicho, y lo que había sucedido a continuación se sentía como pensar en una película, era sencillamente irreal. Había tantos asuntos inconclusos y revueltos en su cabeza, de los que era consciente que no podía escapar por toda la vida. Sin embargo, un ruido no muy lejano fuera de la habitación interrumpió el inicio de sus divagaciones.
La puerta se movió lentamente y una cabellera oscura se asomó con cuidado.
—¿Estas despierto? —la voz de Seonghwa era un susurro dudoso. Al ver el asentimiento cansado de Hongjoong, acabo por entrar por completo en la habitación. Se acercó a una de las paredes y corrió la cortina, con lo que por fin hubo un poco de iluminación dentro de la habitación. Se había cambiado de ropa a una más casual, que por cierto lo hacía lucir bastante hogareño. Atractivo.
El pensamiento, surgido de repente de alguna parte del todavía atontado cerebro del pelirrojo, le causo un sonrojo de vergüenza tremendo. Había pensado ese tipo de cosas antes, pero no les había prestado atención, y ahora que conocía la razón de donde provenían era imposible que estuviera tranquilo. No acababa de acostumbrarse a la idea de que alguien, en especial Seonghwa, le interesaba en ese sentido (sea cual fuere dicho sentido, ni él mismo podía darle forma o nombre).
—¿Descansaste? ¿Quieres dormir un rato más? —Seonghwa hablaba en voz baja, como si supiera del fastidioso latido de dolor que atormentaba al chico acostado y envuelto en sabanas.
—E-está bien —se sentó, esta vez más lento, quedando con la espalda apoyada entre la almohada y la cabecera de la cama. Seonghwa todavía estaba de pie, dándole esa mirada de inseguridad con la que demostraba que no creía ni una palabra de lo que estaba diciendo—. En serio, estoy bien así.
Joong evitaba mirarlo directamente, el temor de crear una atmosfera más incómoda de lo que ya era acechaba cada uno de sus movimientos. El pelinegro, pasado un minuto entero, dejo ir su preocupación acerca del estado físico de Hongjoong y se sentó en el espacio libre de la cama, manteniendo una distancia prudente.
ESTÁS LEYENDO
winter falls || seongjoong
FanfictionㅤㅤㅤPorque ahí estamos otra vez, en la calle de ese pueblo ㅤㅤㅤCasi te pasaste la luz roja por que estabas mirándome a mí ㅤㅤㅤViento en mi cabello, yo estaba allí ㅤㅤㅤLo recuerdo demasiado bien . . . Hongjoong conoce a Seonghwa, y descubre lo difícil q...