Un buen final

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Cuando bajo del carro Lewis ya estaba esperado en la puerta.
Primero miro su ropa y entre cerro sus ojos.

-¿te la presto mi papá?- Checo puso lo ojos en blanco, por aquella pregunta tan obvia.
-no lo sé, siento que te ves raro- le pasó un escalofrío por el cuerpo.

-me ha invitado a comer y hemos hablado toda la mañana- le respondió sin inmutarse por el gesto de su pareja.

-¿estaban hablando de mi?- pregunto con una sonrisa altanera, pero con la emoción de un niño pequeño.
Sergio ya no podía seguir enojado.

-si Lewis, hablamos sobre ti y lo increíble que eres. Incluso discutimos por ver quien te quiere más- y aunque la respuesta de Checo estaba llena de sarcasmo escuchó a su prometido reír.

Tomaron asiento y el ambiente se quedó en silencio.
No era tenso o malo.
Ambos se acurrucaron y Checo solo quería que aquel domingo o lo que quedaba de él fuera tranquilo.

-es un buen padre- le dijo Lewis de la nada, Checo le pasó los brazos por el cuello, sentándose a horcajadas.

-debes decírselo a el- contesto recordando las palabras que su suegro le había dicho sobre la paternidad.
-también deberíamos ir a verlo más seguido- pensó.
Toto vivía en una casa muy grande y parecía tan solitario desde la muerte de su esposa.

-lo aremos, no hay duda- besó su frente, sus manos sostuvieron la cadera del castaño.
Eran toques que antes se habían dado y aún así el latino sintió un escalofrío recorrer su columna.
-Pato parecía muy arrepentido- Checo se tensó solo un poco, pero aún así no dijo nada.
No sabía si estaba listo para hablar de aquello, pero conociendo a Lewis pondría el tema sobre la mesa.
-el ya es mayor mi girasol- besó su cuello con una delicadeza que lo hizo sonrojar.

-tiene veintidós años Lewis y aún no sabe usar la lavadora automática o hacer un registro completo correctamente, hace menos de un mes me llamo por que vio una araña- expuso cada detalle sobre la mesa.
-un bebé es una responsabilidad muy grande y es algo bonito una bendición para muchos, pero me preocupa que simplemente no pueda !ambos son tan jovenes¡- Lewis no lo dejo que se alejara.

-¿que deberían entonces hacer?- le preguntó.
Dejando en claro por su tono de voz que lo apoyaría.

Sergio sonrió.
Nunca sabes cuanto necesitas de alguien que te ame incondicionalmente hasta que lo tienes frente a ti.

-no lo sé, tal vez cuidarse más o simplemente vivir en abstinencia- escuchó al moreno reír y no sabía por qué si ahora no tenía ganas de hacerlo pero entonces se unió a él.

-no eres quien para dar ese ejemplo- de envío besó su cuello.

Aquel domingo a aunque comenzó a pintar mal por la mañana termino siendo algo que Checo siempre recordaría y no solo por la noticia.
Sin duda tenía varias cosas más que llevarse como el hecho de que se sintió completo mientras Lewis le daba la razón de que eran unos niños, atesoraría los consejos de su futuro suegro como un duende atesora el oro.

-intentaron despertarte con enjuague bucal-comento de la nada Lewis y Checo aunque se llevó una mano llena de palomitas a la boca.
Antes de poder comerlas las expulsó por la declaración de su prometido.
Mientras ambos reían felices rodeados de ese bonito ambiente.
-Óscar es un buen chico, no creo que exista alguien más Perfecto que el para Pato- aquello era verdad.

El latino recordó la primera vez que Pato se lo había presentado.
El nerviosismo del más joven y la sonrisa tonta en sus labios mientras comían.

Oscar fue educado y por el brillo en su ojos sabía que también amaba a Pato.

-Lo se, pero no quiero que ellos se arrepientan... cuando termine mi especialidad en psicología criminal, algo muy común en los padres jóvenes era que pensaban que no habían vivido lo suficiente, que su hijo fue un tipo de obstáculos- había muchos casos donde en el mejor de los puntos los padres habían recibido una sentencia corta en la cárcel y los pobres niños terminaban en una fría casa hogar.

-si tienen el apoyo necesario, creo que no tendrán que arrepentirse. Ellos ya son adultos- aquello también era verdad.
No eran simples adolescentes, si ellos querían formar una familia era una edad sugerente.
Donde aún podía correr con los niños sin que les dolieran las rodillas.

Tal vez solo estaba exagerando.

Sergio se puso serio, pero no por su más reciente plática y sin mucho que temer.
Also su mano y le dio una palmada ahora amigable a Lewis.

-ouch- se quejó el moreno sobando su mejilla.
Sus ojos brillaron con duda y Checo se sintió tentado a parar todo.
Pero era mexicano y no podía contener la rabia.

-eso fue por que me soltaste la mano- sus dedos pellizcaron el hombro desnudo, de nuevo lo escuchó quejarse.
-y eso por que aún sigo molesto-

Lewis se alejo solo un poco mientras no dejaba de decir.

-¿que es lo que he hecho yo?-

-y si dices que no otra vez, créeme que no será Paola la que te dispare-

Lewis seguía quejándose antes de comenzar con la película.

Aquella lucha la ganó Checo pues su Perfecto prometido no se había defendido.

-JAJAJAJAJAJAJA- Su mano de Nuevo golpeó la espalda del moreno.
Aquel golpe incluso le dejó la mano a alambrada.
-¿cómo podría decidirte que no?- hablo minutos después besándole la mano.

Y aquenio Checo estaba renuente a recibir su toque de dejó abrazar nuevamente.
-podrías- dijo bajito con un puchero en sus labios.

-estaría loco- besó con amor aquel puchero y mirándolo a los ojos le declaró una vez más su amor.
-nunca te diría que no... incluso si es para decirme que te vas de mi lado-

Sergio sonrió.
-es un buen final para un mal día-

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Hola lectores
Estamos a capítulos para terminar!!!!

Como les pareció?

Siento que se está haciendo muy largo, pero les aseguro que me estoy esforzando por darles el final que se merecen.

Los quiero y agradezco todos sus buenos deseos.

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