La casa Verstappen

1.8K 257 88
                                    

Lewis apretó su mano antes de entrar.
La gran casa no había cambiado mucho desde la última vez que él había estado ahí.

Tal vez el color y algunas plantas entre el jardín.
Entrar lo hizo sentir nostálgico, pasó un buen tiempo de su vida ahí.
La casa de los padres de Max era mucho más grande que la de Emilian.
Con columnas imponentes y mosaicos llenos de color.

Muchas navidades las paso ahí, algunos de sus cumpleaños e incluso sus aniversarios.
Volver significaba recordar un pasado que él no quería recordar, pero aquello ya estaba superado así que no importaba.

Alguien abrió las puertas y la familia Verstappen quedó entonces al descubierto.
Sergio soltó la mano de Lewis para poder abrazar correctamente a Sophia.
Aunque parecía cansada ella le sonrió como siempre lo hacía y acarició su mejilla.

-Estás devuelta en casa- le dijo llena de nostalgia.
Checo solo atinó a asentir.
Su garganta se cerró y estaba llorando.

-lo siento mucho Sophia- se disculpo recibiendo un pañuelo de parte de su prometido, ella le quito importancia con sus manos.
-por cierto el es Sir Lewis Carl Davidson Larbalestier Hamilton, mi pareja- la mujer lo escaneo por medio minuto para después tenderle la mano.

-Sophia Verstappen- como el caballero que era, Lewis tomó su mano y besó su dorso con delicadeza.
Ella parecía encantada con la relación de ambos.

Aún así Checo no podía no sentirse mal, la mujer que antes era imponente, ahora se veía frágil y delicada.
Ella tomó su brazo y Checo aseguró el agarre caminado junto a ella.

Lewis pronto le hizo saber que lo seguía poniendo una de sus manos en su hombro.

-no llores mi mijn baby- acarició su cabello como lo hizo siempre que Sergio le decía que algo andaba mal.
-ahora estoy bien, estoy completa- se sentaron en un sillón de cuero café muy suave.
Frente a ellos estaba Jos, quien hizo un gesto con su mano.

Victoria también se acercó a ellos y los saludó con cariño como en los viejos tiempos.
Todo parecía ser tan confortable, por mucho que no quiera.
Aquellas damas eran parte de su historia.

Sus ojos entonces se encontraron con Max, el no se acercó mucho pero si se sentó frente a ellos.
Tenía un gesto serio y parecía no querer ver a la persona que lo acompaña.

Volteó cuando escuchó el llanto de un bebé.
En una orilla junto al ventanal estaba Lando.
El chico no se acercó a ellos, parecía que estaba alimentando al bebé.

Se veía terrible, Checo supuso que sería la vida entre madre primeriza y Max.
Su mirada fue tan insistente que los ojos de Lando pronto se juntaron con los suyos.
Sergio levantó el rostro y no fue el quien tuvo que bajar la mirada.

Comenzaron una plática amena sobre sus vidas.
Y Sergio respondió feliz cualquier duda que tuvieran, les contó sobre sus viajes y lo divertido que fue perderse una vez entre la jungla.
Aclaró que aquello era más una experiencia controlada.

-!pero que maleducada soy¡- exclamo Sophia y ambos se sobresaltaron.
-una disculpa por el inconveniente ¿desean algo de comer?- Sergio miró a Hamilton quien negó.

-Tube una comida de negocios, no podría aceptar algo más aunque me lo ofrecieran- Sergio negó y acarició su mano.
Recordando que habían puesto en forma a Lewis para que el traje le quedara.
El se excusaba diciendo que eran los nervios de la boda.

-¿que tal tu mijn baby?- Sergio también negó con rapidez.

-estuve probando pasteles toda la tarde, un bocado más de algo y creo que voy a vomitar- Lewis también sonrió entonces.

Me dejaste ir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora